Mientras que en la clase turista de un avión los pasajeros deben acomodarse en sencillos asientos, recibir la comida en envases de plástico y disfrutar su vino en vasos desechables, al otro lado de la cortina se encuentra el paraíso del lujo.
Caviar, champagne francés, vajillas de porcelana Royal Doulton, sábanas de seda y chef a bordo es solo una parte de lo que se puede disfrutar en la clase business.
No es de extrañar que la aerolínea Emirates se haya convertido en una de las más populares del mundo, ya que alrededor de dos tercios de la población mundial vive a una distancia promedio de ocho horas de Dubái.
Sin embargo, el gran éxito de la Business Class de Emirates se debe, principalmente, al espacio y al confort que ofrece su flota de Airbus A380.
La aerolínea Emirates pone a la disposición de sus viajeros el servicio Shower Spa, con el que los pasajeros de primera clase pueden disfrutar una ducha de agua caliente durante 5 minutos. Después, pueden acercarse a la Sala Vip, una especie de bar donde ofrecen una gran variedad de bebidas.
Más tarde, cuando el cansancio apremie, los confortables asientos reclinables garantizan varias horas de descanso para el cliente de la clase ejecutiva.
La Business Class del A380 de Emirates se encuentra en la segunda planta. Al embarcar, una escalera iluminada conduce al área más lujosa del avión, donde se encuentran 76 asientos.
Además de los privilegios que se pueden disfrutar dentro del avión, existen otros relacionados con el viaje. El pasajero tiene la posibilidad de contratar un lujoso transfer, que se encargará de recogerle y llevarle hasta el aeropuerto, y el servicio de chófer estará disponible en el lugar de destino.
