Es natural que los padres quieran para sus hijos salud y educación, pero hay un factor que es determinante para que el desarrollo de los más pequeños sea pleno y consigan alcanzar sus metas con satisfacción. Se trata de la felicidad.
Los psicólogos definen la felicidad como una sensación de satisfacción con la vida, como un sentimiento asociado al optimismo. Según los expertos en psicología, son cada vez más los niños y jóvenes que experimentan depresión no vinculada a los factores económicos, sino a su entorno en general.
Es responsabilidad de los padres ofrecer a sus hijos las herramientas necesarias para que, durante el crecimiento, alcancen la felicidad. La psicóloga Isabel Serrano lo explica en cinco sencillos pasos
Los padres suele cometer errores cuando se dirigen a los niños con frases como: “No entiendo por qué te pones así”, cosa que afecta a los pequeños.
Hay que recordar que la infancia es una etapa cargada de emociones y de aprendizaje. Lejos de juzgarles, hay que ayudarles a encontrar soluciones a los problemas.
Una técnica para complementar el cultivo de emociones es, al llevarlos a dormir, conversar sobre qué actividad del día les hizo más felices y comentar qué aman los adultos de ellos. Así el niño se conecta con pensamientos positivos.
Llevarse bien con todos los miembros de la familia es fundamental para que permanezca la armonía en el hogar.
Hay que enseñar a los pequeños que el trabajo en equipo y el hecho de compartir es fundamental en la vida, tanto como el aprender a manejar las emociones, incluso cuando estamos frente a algo que nos disgusta.
Una técnica para ello es jugar a hadas y dragones, pero dejando que el pequeño no siempre sea el personaje que prefiere. Esto le ayudará a expresar diferentes emociones.
Dejar que los niños siempre ganen les proporcionará felicidad, pero no los enseñará a aprender de los errores y, cuando se equivoquen, la frustración será aún mayor.
Los niños necesitan conocer la satisfacción de sus triunfos, pero también de sus fracasos. Hay que enseñarles a alcanzar metas, a ganarse las cosas a través del esfuerzo.
La psicóloga recomienda crear cuentos con los niños en los que cada uno aporte una frase para hilar una narración. Así tendrán responsabilidad y verán resultados de lo que hacen.
Cuando los niños están tan concentrados en una actividad que les hace quedarse en silencio y no ven pasar el tiempo, no hay que interrumpirles.
Esos son los momentos en los que se conectan con su creatividad y fluyen las ideas, cuando se encuentran consigo mismos.
Hay que colocar una gota de altruismo en la cotidianidad de los niños, que sepan que forman parte de algo mucho más grande que ellos mismos y que están aquí por una razón poderosa.
Enseñarles a ser amables con los demás, que sepan que las personas forman parte de un todo y que no están solos en el mundo.