El género de terror atrapa cada vez a más audiencia, tanto en el cine como en la literatura. Muestra de ello es el aumento en el consumo de cuentos, relatos e historias de terror para no dormir. Durante algunos años el terror fue considerado como un género de intriga para adolescentes, pero hoy día ha sido reconocido como entretenimiento tanto para jóvenes como para adultos.
El viernes 15 de septiembre de 2017 se estrenó a nivel mundial el remake de la película IT en español, una obra de Stephen King que durante años atormentó a generaciones de niños, haciendo imposible que vieran a un payaso como un ser inocente.
Han pasado 20 años desde la primera cinta del payaso maligno, pero no fue ahí cuando empezó todo.
El Nosferatu que creó un mito
Es innegable que el terror se está convirtiendo en una opción muy demandada por los espectadores, y los estudios cinematográficos no están desaprovechando la oportunidad de surtir al mercado con títulos de calidad. Desde Nosferatu, el vampiro, realizada por F. W. Murnau en 1922, el séptimo arte conocería una nueva clase de emoción en la pantalla: el miedo.
La pieza pionera de Murnau estableció un hito a seguir. Este clásico representó el horror bajo el estilo del expresionismo alemán, que amplificó el mito del vampiro de Bram Stoker hasta en los últimos confines de la tierra, utilizando como arma perturbadora al Conde Orlok, representado por Max Schreck.
No mucho tiempo después siguieron apareciendo obras brillantes como las de Alfred Hitchcook, quien haría de Los pájaros la cinta más aterradora de la época.
Muertes reales que hicieron de películas, leyendas
Pero los tiempos cambian y hemos visto cómo aparecen con el tiempo más y más personajes abominables que impactan en la pantalla y se adueñan de las pesadillas de muchos: vampiros, muertos vivientes, asesinos en serie, demonios, fuerzas sobrenaturales, monstruos…
Algo curioso que ha marcado muchas películas de terror es la muerte de sus protagonistas en la vida real, como ocurrió con Brandon Lee en El Cuervo.
A la leyenda del hijo de Bruce Lee se le suma la de Poltergeist, la cinta de Tobe Hooper de 1982, con una historia que conmocionó al público más allá de la pantalla. Tras muchas experiencias paranormales durante el rodaje de las diferentes entregas, la actriz infantil protagonista del film, Heather O’ Rourke, fallece inexplicablemente. Lo más aterrador es que su muerte no fue la única: varias personas del reparto y del equipo técnico también fallecieron en extrañas circunstancias.
Más allá de las muertes, las mejores películas de terror han sido referencias artísticas durante generaciones, y los cineastas innovadores tiene el punto de mira en este género fuente, del que extraen emoción e intensidad para sus nuevas creaciones.
¿Quién no ha temido al perturbador Freddy Krueger de Pesadilla en Elm Street? Las películas de terror tienen algo especial que pone nuestra imaginación al límite y nos prepara para el dolor de la vida real, y por eso siempre serán necesarias para equilibrar nuestras penas.
