Uno de los cinco barcos que sobrevivió al ataque de Pearl Harbor ha sido transformado en un arrecife de coral artificial.
Llamado Kodiak Queen, este buque bomba que consiguió sortear el conflicto bélico, fue hallado por el fotógrafo inglés Owen Buggy en Tórtola, la mayor y la más conocida de las islas Vírgenes Británicas, en el Caribe.
Buggy se entusiasmó con la oportunidad de desarrollar un proyecto ambiental y artístico. Buggy contactó con sir Richard Branson, el multimillonario magnate de la aerolínea Virgin, para conseguir su respaldo y crear un nuevo ambiente, esta vez debajo del océano Atlántico.
Ya sumergido, ahora será conocido como YoKo B.V.I. Art Reef, un ecosistema marino artificial para la reproducción de la vida marina y el buceo.
Gigantesco pulpo metálico
La cubierta del barco fue el espacio elegido para recrear a un gigantesco pulpo metálico de unos 24 metros de largo. Este “Kraken” fue fabricado con acero y una delgada malla porosa que es biodegradable.
Tras meses de construcción, el buque fue hundido cerca de las islas Británicas y servirá de hogar para tortugas, esponjas marinas y tiburones.
Las autoridades locales han informado de que el lugar en el que se encuentra la nave podrá ser visitado por científicos, biólogos marinos y estudiantes.
Proyecto social
La intención de este proyecto también abarca el aspecto social de cara a los más jóvenes de las islas, para educarlos sobre los hábitats marinos y la conservación. Así lo ha dejado claro Branson:
“He apoyado este proyecto porque creo que inspirará a la gente a aprender a nadar, a hacer snorkel y buceo. Mi esperanza es que las personas se enamoren del mundo que hay debajo de la superficie, que se apasionen para protegerlo y preservarlo”.
El proceso para su preparación se desarrolló durante nueve meses y, extraoficialmente, se ha dicho que fueron necesarios unos 4 millones de dólares para realizar el proyecto. Con el transcurso de los años será un sitio obligado para los buzos internacionales.
Los lugareños ya han informado sobre un aumento de la actividad turística, por la llegada de entusiastas que quieren conocer este barco sumergido.