Jugar con videojuegos a la medida o “recetados” por especialistas podría ayudar a los niños que sufren el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), según se desprende de los resultados alcanzados por un ensayo clínico piloto realizado recientemente.
La compañía estadounidense que desarrolla el tratamiento, Akili, ahora planea solicitar la aprobación reguladora de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en la primera mitad del 2018, allanando el camino de lo que podría ser el primer medicamento de prescripción digital.
Akili es una empresa afiliada a PureTech Health, que cotiza en Londres.
Los casos de TDAH se han multiplicado en todo el mundo durante las últimas décadas. Mientras, los niños reciben medicamentos en un intento por tratar este desorden.
Sistemas neuronales
El producto de la compañía adopta un enfoque diferente al utilizar un juego para estimular los sistemas neuronales cognitivos específicos en el cerebro.
Durante el desarrollo del ensayo aleatorio, en el que participaron unos 348 niños y adolescentes con TDAH, el producto AKL-T01 de Akili demostró una mejoría estadísticamente significativa en comparación con un control activo en el rendimiento de la atención. El control también era un videojuego.
La medicación para el TDAH es un gran negocio en el mundo de los fármacos, con Shire como jugador líder en el campo de juego. La empresa también es socia en Akili.
Diagnóstico
El diagnóstico de TDAH puede resultar perturbador para muchas familias. No obstante, lo más recomendado es buscar la ayuda de los profesionales del área, para conseguir orientación acerca del trastorno, conocerlo y tener la capacidad de manejar la sintomatología que podrían presentar los más pequeños de casa.
Las familias deben conocer que existen múltiples asociaciones en España que están dispuestas a tender una mano para ofrecer información y la guía necesaria.
Como en cualquier otro desorden, este debe ser vigilado de cerca por los especialistas, que son los que determinarán el estado del paciente y el posible tratamiento a aplicar.
Cada institución tiene la capacidad de trabajar en conjunto con los niños afectados, con los familiares y el entorno educativo del menor.