La llamada neutralidad de la red, un principio que garantiza que los proveedores de Internet traten por igual a todo el tráfico que se genera en la red, está en el ojo del huracán ante la posibilidad de que se anulen estas reglas, con las cuales ha funcionado en gran parte el ecosistema virtual hasta la fecha.
Para quienes tienen a cargo la regulación de Internet, así como para los defensores de los consumidores y las empresas de servicios en la red, se ha disparado la preocupación sobre la anulación de las reglas de la neutralidad, ya que podría dar luz verde a las compañías de banda ancha para instaurar bloqueos o hacer más lentas las aplicaciones que rivalizan con ellos.
Estas regulaciones fueron pensadas para evitar que los proveedores de servicios en la red, como Verizon y AT & T, dieran preferencia a algunos sitios y aplicaciones en detrimento de otros. Pero la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) está planeando eliminar estas reglas que fueron impulsadas durante el gobierno del presidente Barack Obama.
Durante el año 2016, los proveedores de banda ancha solicitaron que se anularan estas normas, pero una corte federal de apelaciones las confirmó. Ahora, la tortilla ha dado la vuelta y todo apunta a que estas regulaciones serán cambiadas o anuladas. Esto podría poner en desventaja a muchos sectores, incluyendo a los consumidores, que podrían pagar más por los servicios de Internet.
Empresas como Google han respaldado la neutralidad de la red. Netflix, que en 2015 apoyaba la reglamentación, ahora se ha mostrado a favor de anularla. Según los analistas, es muy probable que la neutralidad de la red sea revocada, dado que los republicanos tienen mayoría en la FCC.
