Terminó el 2017 y comienza un nuevo ciclo. El año que acaba de finalizar puede ser considerado como un año de alta agresividad, producto de la turbulencia política y del aumento de los conflictos entre los grupos sociales.
Ya en el 2018, millones de personas en todo el mundo se preguntan cómo conseguir manejar la ira y cuál es la mejor forma de lidiar con ella.
Durante las últimas décadas, el mindfulness, o la atención plena, se ha popularizado cada vez más en el mundo occidental. Su práctica se ha introducido en una variedad de entornos que incluyen la formación deportiva, el lugar de trabajo y hasta las escuelas.
Basado en las técnicas de la meditación y con influencia del budismo, el mindfulness se ha definido como un proceso psicológico para llamar la atención de los individuos sobre el presente, centrándose en la respiración o la postura.
Lidiar con la ira
Ahora, la pregunta que surge es cómo el mindfulness puede ayudar a lidiar con la ira y la ansiedad.
Según Ian Robertson, que se desempeña como neurocientífico cognitivo, la ira es una herramienta interpersonal. Es una herramienta de negociación.
“Todas las especies desarrollan esta amenaza, pues aumenta la posibilidad de obtener un mejor trato y salirte con la tuya”, explica el especialista, que actualmente da clases en el Trinity College de Dublín.
El experto señala que la ira es una emoción peligrosa, que aumenta la presión cardíaca, la tensión muscular y la respiración se vuelve más rápida. Los síntomas son similares a los de la ansiedad.
Un ejemplo de esta situación es si una persona siente que su nivel de calidad de vida ha disminuido, o piensa que sus trabajos son menos seguros, por lo que la ansiedad puede transformarse en ira.
Además, el científico indica que el mindfulness es una técnica muy útil, porque “muchas veces nos vemos atrapados en esas emociones que pueden distorsionar nuestro pensamiento. La atención plena te enseña que no eres tus pensamientos y que no eres tus emociones”.
Uno de los maestros del mindfulness es Padraig O’Morain, que explica que una forma de prolongar el estrés y la ira es que se repita en la cabeza una y otra vez lo que ha sucedido. “Se sigue repitiendo y te enojas cada vez más”.
El profesional admite que la atención plena no niega la ira, pero puede ayudar a que dejen de repetirse esas escenas en la cabeza. La técnica brinda espacio para hacer algo con respecto a la situación.
Identificar el problema y aumentar tu motivación
El estrés es un elemento que ya forma parte de la cotidianidad de millones de personas. Saber que al día siguiente va a estar ahí, es razón más que suficiente para empezar a manejarlo y minimizar sus impactos.
Los especialistas del portal exitoysuperacionpersonal.com, una página web dedicada a la motivación y al desarrollo personal, comentan que el primer paso es identificar el origen del estrés. Una vez identificado, hay que aprender a evitarlo de distintas maneras.
Algunas técnicas que pueden ayudar son: administrar bien el tiempo, replantear las situaciones estresantes, practicar la relajación, subir el ánimo a través de frases motivadoras, ver la situación desde un punto de vista más positivo y no sentirte responsable todo el tiempo por los compañeros o los amigos.
La presión mental por las cosas que ocurren alrededor puede manejarse de forma efectiva, sin que la situación desencadene episodios de ira y estrés.
Si se practican algunas de estas técnicas recomendadas por los especialistas, habrá más posibilidad de alcanzar la paz mental y espiritual.
No se explica cómo «puedes reducir el estres y aumentar la motivación»
Se remite a supuestas técnicas comentadas por supuestos especialistas. Cuáles? Quienes?
Saludos