Los eructos de azufre son gases que salen por la boca y que pueden ser producto de la intolerancia a ciertos alimentos, reacciones alérgicas o por comer en exceso. Existen también enfermedades y medicamentos que pueden causarlos.
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La mayoría de las personas sienten molestias de leves a moderadas en la parte superior del abdomen antes, durante y después de eructar. Hay quienes suelen quejarse de otros problemas, como ardores de estómago, vómitos o náuseas, e incluso eructos fétidos y diarrea.
Causas de los eructos de azufre
Muchas personas suelen preguntarse por qué un eructo huele mal. Existen condiciones médicas que pueden desencadenar los eructos con olor a huevo.
Las más comunes son las infecciones gastrointestinales producto de la bacteria Helicobacter pylori, o por infestaciones de parásitos del tipo Giardia. También los embarazos y el colon irritable pueden producir gases de este tipo.
La H. pylori es una bacteria peligrosa que puede desencadenar úlceras estomacales. La Giardia es una entidad parasitaria que crece en los intestinos y causa diarreas, gases y problemas estomacales.
Ambas tienen posibilidad de entrar en el cuerpo al beber agua que no ha sido potabilizada. También puede ocurrir el contagio cuando no hay una buena higiene en las manos y boca, o a través de la transmisión oral-fecal (ir al baño y no lavarse bien las manos, por ejemplo). Con tratamiento médico pueden desaparecer la H. pylori y la Giardia y, con ellas, el eructo con sabor a huevo.
Otra causa para que aparezcan los gases que salen por la boca con olor a huevos putrefactos es la alimentación. Las dietas altas en proteínas producen más sulfuro de hidrógeno (H₂S) porque tardan más en ser digeridas por el organismo. Al acumularse en el cuerpo estos alimentos en descomposición, se concentran más los ácidos que crean sulfuro de hidrógeno, lo que puede provocar hinchazón en la barriga o parte baja del abdomen y los consabidos eructos.
Las embarazadas pueden experimentar una subida de los eructos de H₂S debido a que el metabolismo se vuelve más lento. Debe consultarse con el médico sobre el problema de los eructos de azufre en el embarazo y hacer cambios en la dieta para reducir el problema.
Si al eructar acedo también aparecen repetidamente diarreas y vómitos, será conveniente acudir a un gastroenterólogo o especialista en vías digestivas, ya que pueden indicar síndrome de colon irritable, una patología que afecta a niños y adultos.
En la mayoría de los casos, el eructo acedo y diarrea aparecen a raíz de problemas digestivos. Solo un examen de heces y otros estudios pueden determinar cuáles son las causas del eructo de azufre y diarrea e indicar el tratamiento adecuado. Generalmente, son producto de afecciones en el hígado, estómago, páncreas, vesícula biliar e intestinos.
Los medicamentos que contienen azufre también desencadenan una mayor cantidad de eructos con mal olor, incluso eructos de azufre y diarrea.
Alimentos que pueden causar eructos de azufre
No solo los productos de origen animal y los lácteos pueden causar el eructo de azufre. También los vegetales, legumbres, algunas frutas y otros alimentos.
Las carnes rojas y las carnes blancas de pollo, pavo y pato pueden desatar eructos con olor a huevo podrido, a causa de una digestión muy pesada que es probable que se agrave con un mayor uso de condimentos y especias, poca cocción o mala digestión.
Entre las verduras están el brócoli, ajo, cebolla, repollo, perejil, mostaza, boniato, espárragos, tomate y berro. Respecto a las frutas, la sandía, los cocos y los plátanos pueden disparar estos problemas.
Los frijoles, lentejas, alfalfa y la soja encabezan la lista de las legumbres que detonan el problema. También los guisantes y el algarrobo.
Entre los lácteos, la leche ocupa el primer lugar. Le siguen los quesos, cremas de leche y el yogurt. La lista la completan los frutos secos, semillas, té y café; la proteína de suero de leche, aguacates y algunos cereales.
La alta ingestión de alimentos azucarados y bebidas gaseosas exacerba el eructo con olor a huevo.
Medicamentos que pueden causar eructos de azufre
Existen fármacos que en su composición tienen ingredientes con azufre y, por lo tanto, desatan eructos con sabor a huevo. Una manera de verificar esto es examinando los prospectos de los medicamentos o revisando en Internet la composición de los mismos.
Si aparece la palabra «azufre» entre los ingredientes, debe consultarse con el médico para que prescriba cualquier otro fármaco libre de sulfuros, o que, como mínimo, puedan neutralizarlos y reducir los gases putrefactos por la boca.
Causas psicológicas
El estrés y la ansiedad son algunos de los problemas psicológicos que pueden desatar eructos constantes y desagradables.
El hecho de comer apresuradamente, en exceso o a deshoras debido a las preocupaciones y la ansiedad aceleran el proceso que desencadena la formación de eructos con olor a huevo y dolor de estómago.
Acostarse para dormir con el estómago lleno después de comer muchas proteínas ya es de por sí una situación que produce más gases putrefactos. Si a esto se suma no llevar una vida tranquila ni aplicar mecanismos para bajar el estrés, la fórmula para la formación de eructos de azufre está más que completa.
Es importante que las personas que sufran estrés en cualquiera de sus formas (laboral, psicológico, etc.), que coman rápido o en exceso por ansiedad, o no sepan mantener una actitud sana, acudan al especialista y hagan cambios en su estilo de vida.
Cómo combatir los eructos de azufre
Hay remedios que se pueden poner en práctica en casa y en el trabajo para reducir los episodios diarios de eructos que huelen a huevo podrido.
- Tomar más agua: Beber mucha agua ayuda a que el sistema digestivo y los intestinos se hidraten y se limpien lo suficiente. Debe evitarse beber mucha agua fría. Preferentemente, con temperatura ambiente o en infusiones y bebidas frescas hechas en casa.
- Evitar comer en exceso: Las porciones abundantes hacen más difícil la digestión y producen más gases.
- Comer mucha fibra: Al incorporar pan, harinas y otros alimentos ricos en fibras integrales, la digestión se hace más fácil y los intestinos se desocupan más rápido, evitándose la putrefacción de los alimentos dentro del cuerpo.
- Incluir más frutas y verduras: Ampliar el menú diario incorporando más frutas y verduras ayuda a reducir los eructos.
- Hacer ejercicio y actividades al aire libre: Los ejercicios que incrementan el bombeo de sangre, la sudoración y ayudan a reducir el peso aportan grandes beneficios a las personas que sufren eructos de azufre. Los ejercicios cardiovasculares y las caminatas varias veces a la semana ayudan a reducir el problema.
- Disminuir la ingestión rápida de alcohol: Beber más lentamente las copas de alcohol reduce los eructos putrefactos.
- Remedios caseros que ayudan: Hay personas que obtienen alivio tomando un vaso de agua tibia con miel y limón todas las mañanas. También media cucharadita de bicarbonato disuelta en un poco de agua, con el estómago vacío, puede aminorar el problema en los adultos.
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Los eructos de azufre son patologías incómodas que hay que cuidar. Pueden ser producto del consumo de ciertos alimentos o estar relacionadas con estilos de vida no saludables.
El estrés y la ansiedad influyen en la aparición de los eructos con olor a huevo podrido, pero también pueden esconder problemas médicos causados por parásitos y bacterias como la H. pylori.
Si no se conoce bien el origen de los gases putrefactos que salen repetidamente por la boca, lo mejor es acudir a un médico o especialista que permita identificar la raíz del problema.