Cuando las manos de una persona sudan ante una situación desagradable, tiene el pulso acelerado o siente angustia, se dice que sufre ansiedad. Según los neurocientíficos de las Universidades de Columbia y de California, esto ocurre porque se han activado las células responsables de la ansiedad.
Algunos estudios han demostrado que una de cada cinco personas padece ansiedad en alguno de sus grados cuando son adultos. Por este motivo es tan importante el descubrimiento que se ha hecho respecto a las células que provocan esta desagradable sensación.
Los investigadores encontraron las células responsables de la ansiedad en el cerebro de los ratones que utilizaron para realizar su experimento. Las mencionadas células fueron localizadas en una zona del cerebro que se llama hipocampo. Las llaman “células de la ansiedad” porque se activan solamente cuando los animales son sometidos a situaciones que les producen terror.
Los neurocientíficos consiguieron reducir la actividad de estas células con láser y, por consiguiente, los síntomas de ansiedad en los ratones desaparecieron. En la situación inversa, cuando estimularon las células, la ansiedad de los ratones aumentó, aunque no estuvieran sometidos a escenarios intimidantes.
Como punto importante, los investigadores han señalado que la ansiedad es normal y muy necesaria para la seguridad de los animales, ya que se trata de una respuesta ante una situación de peligro. En el momento en que los seres humanos sobreestiman las amenazas, es cuando la ansiedad se convierte en un gran problema.