Homeward Bound es una iniciativa científica que persigue aumentar la presencia de mujeres en la toma de decisiones y elaboración de estrategias referentes al cambio climático. Esta iniciativa también tiene como objetivo alcanzar un total de 1000 mujeres científicas, para aumentar el impacto e influencia femenina en su ámbito.
Alicia Pérez Porro (bióloga marina), Uxúa López (ingeniera) y Ana Payo (oceanógrafa) son las tres españolas seleccionadas de un grupo de 300 aspirantes. Ellas formarán parte de este programa del año 2018, el cual comprende seminarios, tutorías y finaliza con una expedición de 21 días a la Antártida.
La expedición tendrá dos objetivos fundamentales: crear una red de científicas internacionales y, por otra parte, dar visibilidad al trabajo que ellas están realizando. Esta iniciativa de Homeward Bound tiene como finalidad que más cantidad de mujeres opten por dedicarse a la investigación desde una temprana edad.
Uxúa López considera que no se puede dejar de lado el talento de las mujeres y todas las aportaciones que ellas pueden ofrecer, especialmente en este momento en el que se está librando una batalla contra el cambio climático. Uxúa recuerda que se ha comprobado que los equipos mixtos de científicos hombres y mujeres resultan mucho más creativos y eficientes.
En cuanto a la brecha de género y discriminación que hay en contra de las mujeres en la ciencia, indican las tres científicas españolas que ellas lo han vivido en carne propia. Señalan que esta brecha de género ya se observa a temprana edad en la educación.
A las niñas se les habla más de estar guapas que de ser listas, se les hace creer que las matemáticas no son para ellas, o que no deben aprender a utilizar un destornillador. Al enviar mensajes de este tipo se está condicionando su futuro.
Se siguen manifestando prejuicios en torno a las mujeres científicas, pero la situación se agrava a partir del momento de su maternidad.
Proponen el lanzamiento de programas que incentiven a las jóvenes a acercarse al área científica y apoyo para las investigadoras a través de becas, financiamiento y hasta con guarderías en eventos científicos.