La empresa de vehículos Toyota se ha puesto como fecha límite el 2025 para ofrecer una opción eléctrica o híbrida de todos sus modelos. Lograr cumplir esta meta requiere resolver el tema del uso de las llamadas tierras raras.
Las tierras raras son un grupo de 17 componentes químicos que se requieren para fabricar los motores eléctricos. Entre estos componentes se encuentran el neodimio, el escandio y el itrio.
Actualmente, China posee prácticamente el monopolio de este sector. El aumento del uso de motores eléctricos ha supuesto un incremento importante en los precios de estos componentes.
En este momento, Toyota trabaja en el desarrollo de motores eléctricos que requieran un cincuenta por ciento menos de tierras raras. La creación de un motor con sistema magnético es una opción para reducir la dependencia del neodimio, lo que permitiría utilizar también otras tierras raras que tienen precios más económicos, como el cerio y el lantano.
Otras empresas, como Volkswagen, Ford, Jaguar o Mercedes, también están trabajando arduamente en el desarrollo de motores eléctricos más económicos y eficientes. La adaptabilidad y la capacidad de reinventarse con nuevas tecnologías determinarán qué compañías se encontrarán a la cabeza del desarrollo de vehículos eléctricos.
Toyota también está tratando de resolver otro de los principales inconvenientes de estos vehículos: el relativo al tiempo de carga de las baterías con las que funcionan. Por ahora, están trabajando para diseñar una batería de carga ultra rápida, que facilite el uso de los vehículos eléctricos en las ciudades.