Hablar en público y conseguir transmitir ante una gran audiencia es un factor imprescindible para muchos profesionales y, sin embargo, sigue siendo una asignatura pendiente. Todos sueñan con ser capaces de elaborar un gran discurso y captar la atención del público con solvencia. Incluso hay algunos políticos que no lo consiguen, cuando precisamente a ellos se les supone más habilidad en el arte de la oratoria.
Como se ha informado en Expansión, la clave para conseguir meterse al público en el bolsillo está en saber crear un buen discurso, encontrando el punto de equilibrio entre lo que se dice y cómo expresarlo, además de ensayar mucho.
Una buena estrategia
Mónica Galán Bravo, experta en oratoria y comunicación no verbal, es autora del Método Bravo, de la editorial Alienta. Asegura que es tan importante interiorizar el discurso como conseguir un equilibrio entre la mente y el corazón al transmitirlo. No hay que memorizar el discurso, sino interiorizarlo. La recomendación es tener muy claro el comienzo y el final.
Controlar las emociones al hablar en público también es un punto clave. El actor Stany Coppet desarrolla talleres de oratoria para profesionales basándose en la memoria sensorial. «Un buen comunicador tiene que practicar mucho. Conectar con el público mostrando algo de ti mismo es crucial», comenta Coppet sobre su método.
Añade que captar la atención de la audiencia es cuestión de emociones y, como ejemplo, se refiere a Barack Obama:
«El fondo puede aburrir, pero lo que cambia es la entrega; cuando transmite emoción o rabia marca el ritmo de la disertación. Un discurso no debe ser un monólogo, sino una conversación en la que el público es partícipe».
Dominar el lenguaje corporal
Otro factor vital es la comunicación no verbal. La postura debe reflejar seguridad y, respecto a la voz, hay que vocalizar bien y saber manejar el silencio, realizando inflexiones en los momentos adecuados.
Según Galán, las manos deben apoyar la fuerza de las palabras. Para transmitir autoridad, la mirada no debe dirigirse al suelo o techo, sino fijarse en el público. Otro detalle crucial es la expresión facial: sonreír es gratis. Los gestos y movimientos deben poner énfasis en momentos determinados. Es preciso ensayar y preparar adecuadamente el cuerpo para que, cuando llegue la hora de hacer el discurso, éste responda con éxito.
LA ORATORIA es el arte de la expresión verbal frente a un grupo de personas.
Es importante la seguridad de lo que se Dice, dominio escénico, expresión corporal adecuada y empatía con el público.
Pero algo muy importante es la cultura personal y riqueza en el lenguaje, para lograr una expresión más fluida.