En la diversidad está la clave. Esta frase común cobra aún mucho más sentido para los expertos en ciencias forestales como el profesor Hans Pretzsch, de la Universidad Técnica de Munich (TUM).
Para quienes llevan décadas estudiando la importancia de los bosques en el equilibrio del planeta, la diversidad de especies arbóreas mixtas en los hábitats naturales es una de las principales claves para mitigar el cambio climático.
Pretzsch, una de las autoridades más respetadas a nivel mundial sobre el tema, insiste en que el mundo debe volver la mirada hacia los bosques y dar más valor a estos sumideros naturales de carbono.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista Biology Letters, los bosques que están conformados por especies mixtas y no por monocultivos “son ecológicamente más valiosos” para contrarrestar naturalmente el cambio climático. En la investigación, en la que Pretzsch fue uno de los coautores, se destaca que esta productividad positiva de los bosques mixtos puede observarse en los cinco continentes y da sobradas razones para acelerar estrategias de reforestación y de especies a cultivar.
19 años de investigaciones
El trabajo en el que participó la Universidad Técnica de Munich junto con científicos forestales de Francia, Suiza, Georgia y Escocia, se basó en un metanálisis de 126 estudios de casos, a lo largo de 60 sitios distribuidos en todo el mundo. La recopilación incluyó el procesamiento de datos de casi 20 años de investigaciones, específicamente, desde el año 1997 hasta el 2016.
Cada uno de estos bosques cuenta con especies mixtas y monocultivos, lo que permitió comparar científicamente ambas condiciones. El resultado, en general, establece que la productividad de los bosques mixtos fue 15% mayor que el promedio de los monocultivos.
La investigación advierte que las sequías más severas pueden reducir la capacidad atmosférica para capturar carbono en los bosques naturales. Mientras que una mayor precipitación local y las combinaciones de especies de árboles en los bosques gestionados, elevan el valor ecológico y económico de estos hábitats.
¿Qué son los bosques mixtos?
Los bosques mixtos pueden definirse como ecosistemas en los que se alternan armónicamente los árboles frondosos, de hojas anchas y planas, con los bosques de coníferas, de hojas estrechas y hasta en forma de aguja.
Las coníferas llevan, en su mayoría, las semillas en estructuras con forma de cono, como puede verse en los pinos y abetos, mientras que los árboles frondosos son de hoja caduca (caducifolios), es decir, que renuevan su follaje cada año, como el haya y el abedul. La caída de las hojas favorece la polinización, ya que permite que el polen se disperse mejor con ayuda del viento y que los insectos visualicen mejor las flores.
Al respecto, Pretzsch reafirma las ventajas de los bosques mixtos como hábitats versátiles y “ecológicamente más valiosos”, ya que “significan un mayor sumidero de carbono”.
Explica que los árboles en los bosques mixtos pueden conseguir mejor agua, luz y nutrientes, gracias a sus copas y raíces, lo que los hace más resistentes a las sequías más fuertes. “Esto hace que los rodales mixtos sean más resistentes durante los años secos. Además, son más estables contra las plagas y visualmente más atractivos”, refiere el afamado catedrático de TUM, quien recientemente publicó un libro sobre ecología y rodales de especies mixtas que ha dado la vuelta al mundo.
Bosques más ecológicos y resistentes
Pese a las recomendaciones del científico, las autoridades forestales de varios países de Europa y otros continentes se muestran reticentes a cambiar la mentalidad y siguen promoviendo los monocultivos, en detrimento de la sostenibilidad. Con este estudio se espera convencer a las administraciones forestales para que incentiven más puestos de especies mixtas, con selecciones de semillas y plantas eficaces para crear bosques más ecológicos, resistentes y más efectivos para combatir el cambio climático.
Al retener carbono y reducir la cantidad de CO2 (dióxido de carbono) del aire, los bosques junto con los océanos, actúan como sumideros y forman parte de las armas que tiene la naturaleza para intentar que la temperatura media del planeta no siga elevándose.
Mientras que los océanos pueden absorber hasta el 50% del CO2 que llega a la atmósfera, con ayuda del plancton, algas, peces y otros organismos, los bosques hacen su trabajo secuestrando el carbono a través de la fotosíntesis y transformándolo en oxígeno.
De allí que la pérdida de zonas boscosas a causa de la deforestación y las prácticas forestales inadecuadas reducen las posibilidades del planeta de hacer frente al cambio climático y de regular la temperatura atmosférica global.
Para realizar el estudio, los expertos de TUM analizaron 600 informes y seleccionaron 126 que medían específicamente la influencia de los bosques mixtos en la productividad, y establecieron parámetros en función del crecimiento del volumen de la madera del tronco y otros factores como altura y forma del tronco.
En las investigaciones futuras se hará énfasis en las interacciones entre las especies de árboles individuales, sobre todo en Baviera, donde se han centrado desde el siglo XIX en los bosques de monocultivos. De hecho, los análisis científicos de la capa forestal en Baviera son de los más antiguos del planeta: se realizan desde 1870.
En esta zona, el 80% de las parcelas experimentales que estudian Pretzsch y su equipo son monocultivos. Para 2023, se ampliarán a 100 hectáreas los experimentos mixtos, gracias a la financiación del Ministerio de Alimentación, Agricultura y Bosques del Estado de Baviera.
Como acota Pretzsch:
“Esto será muy interesante para la ciencia y proporcionará ayudas prácticas para la toma de decisiones a nivel global”.
Para organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) abordar las amenazas a los bosques resulta clave antes del 2020, de cara a mantener la biodiversidad y beneficiar el clima.