La mitad de estudiantes de secundaria sufre niveles preocupantes de estrés

El estrés hace que el cuerpo produzca adrenalina, lo que aumenta el rendimiento, la atención y incrementan las capacidades de forma general. Sin embargo, cuando el estrés es excesivo y se mantiene durante largos períodos puede ser perjudicial, y eso es a lo que se enfrentan muchos estudiantes de secundaria.

El hecho de empezar un nuevo curso en la escuela secundaria, adaptarse a otro lugar y conocer a otras personas puede provocar confusión y desasosiego en algunos chicos, y puede llegar a ser una experiencia aterradora para otros.

La ayuda de los padres es vital para reducir el estrés es impedir que llegue a niveles críticos.

Factores que incrementan el estrés en los estudiantes

Según un estudio realizado por la Universidad de Nueva York y la Universidad de Columbia, aproximadamente la mitad de los estudiantes de secundaria tienen unos niveles de estrés demasiado elevados. Esto se debe a las altas expectativas que hay en la actualidad en lo que respecta a la educación, que exige deberes y actividades en exceso.

Por otra parte, otro factor que aumenta la ansiedad en los estudiantes de secundaria es acudir por primera vez a la escuela secundaria con chicos mayores, prácticamente adultos. Este cambio puede hacer que el adolescente se sienta fuera de lugar.

En otros casos más graves, los estudiantes tienen que enfrentarse al bullying, al acoso cibernético e incluso al acoso sexual. Según algunas estadísticas realizadas en Estados Unidos, entre el 20% y el 30% han sido acosados alguna vez.

Tras el estreno de la película Wonder, que narra la historia de un niño de 10 años que es acosado en la escuela por sufrir el Síndrome de Treacher Collins, han salido a la luz cifras impactantes en cuanto al bullying en centros educativos de todo el mundo.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

• Ser empático y brindar seguridad emocional: No se trata de dar muchos consejos, sino de ser comprensivo. Si es posible, es mejor que los jóvenes aprendan a resolver sus propios problemas. De hecho, en una investigación realizada en la Universidad de Cambridge se llegó a la conclusión de que sobreproteger a los hijos puede ser contraproducente.
• Escuchar sin emitir juicios: Los padres tienen que tener presente que lo más importante es que sus hijos los necesitan, aunque a veces no quieran reconocerlo.
• Brindar apoyo: Los hijos deben percibir amor, respeto y admiración por parte de sus padres, de esta forma se sentirán más seguros a la hora de afrontar todos los desafíos.
  Sin esa seguridad, es muy difícil identificar el estrés diario y contrarrestarlo antes de que empiece a ocasionar otros problemas de salud.

• Atender sus necesidades: Si se sienten estresados, es probable que los adolescentes descuiden algunos aspectos básicos, como comer de forma saludable y dormir las horas adecuadas. Sus padres pueden estar pendientes de ello, lo que repercutirá en que disminuya su ansiedad.
• Ayudarles a involucrarse: Para adaptarse a un nuevo lugar y hacer amigos rápidamente, es una buena idea unirse a un club, realizar algunas actividades extraescolares o practicar deporte en grupo.
  Apuntarse a un voluntariado o hacer actividades para ayudar a los demás no solo es una buena manera de conocer a buenas personas, sino que reduce considerablemente el estrés.

• Buscar ayuda profesional: Si se trata de un caso grave y lo consideran conveniente, los padres pueden solicitar ayuda al consejero escolar, o a otro tipo de profesional que haya tratado a estudiantes de secundaria con problemas similares.