¿Sabías que el infarto es la primera causa de muerte en España? Los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística revelan que las cifras van en aumento y que cada año son más las personas que fallecen por infarto de miocardio. Lamentablemente no todo el mundo cuenta con un curso de soporte vital avanzado para atender a las persona afectadas por una parada cardíaca a tiempo, pero resulta esencial ser consciente de que el número de víctimas se reduciría significativamente si todo el mundo supiera activar correctamente la cadena de supervivencia.
El conjunto de acciones y pasos vitales que unen a la víctima de un infarto con su supervivencia es lo que se conoce como cadena de supervivencia. Prevenir o reconocer el paro cardíaco, ganar tiempo aplicando una correcta maniobra de reanimación cardiorrespiratoria (RCP), recuperar el latido cardiaco y recobrar la calidad de vida, son los cuatro eslabones fundamentales de la cadena de supervivencia.
Reconocimiento temprano y solicitud de ayuda
Los primeros cinco minutos son esenciales para la supervivencia de la persona, por ello, lo más importante es identificar lo que está ocurriendo y solicitar auxilio llamando al 112 o/y al 061 lo antes posible para activar de inmediato los servicios de emergencias médicas. Después de la llamada, hay que colocar a la persona boca arriba, despejar las vías respiratorias y comprobar la falta de pulso y la respiración.
Reanimación cardiopulmonar precoz (RCP)
Si en el tiempo que transcurre desde que se realiza la llamada al servicio de emergencias hasta que llega la ayuda profesional con el desfibrilador los testigos del infarto le practicaran a la víctima las maniobras de RCP, las probabilidades de supervivencia se multiplicarían por dos e incluso por tres.
Lo primero que hay que hacer es abrir la boca de la víctima y extraer cualquier cosa que pueda tener dentro, incluida la dentadura postiza. El siguiente paso consiste en inclinar un poco la cabeza hacia atrás, alzar la mandíbula y empezar con la respiración boca-boca. Si solo hay una persona realizando la maniobra, los pulmones deben inflarse dos veces muy seguidas cada 15 segundos, pero si son dos, sería una vez cada cinco segundos.
Por su parte, la frecuencia del masaje cardíaco depende del pulso carotídeo. Entre 100-120 veces por minuto si no se palpa el pulso, pero si solo hay una persona llevando a cabo la maniobra, se tendrán que realizar 30 compresiones antes de volver a ventilar dos veces.
Desfibrilación temprana
No cabe la menor duda de que el uso a tiempo del desfibrilador incrementa las tasas de supervivencia por infarto considerablemente, de hecho, en determinados casos, como por ejemplo ante una fibrilación ventricular, la desfibrilación es la única forma de recuperar el latido cardíaco del paciente.
Soporte Vital Avanzado precoz y cuidados post resucitación
Una vez que la víctima se haya recuperado del infarto, el tratamiento posterior se centra principalmente en el cuidado y en la conservación de las funciones vitales para poder recuperar la calidad de vida, con especial atención al corazón y al cerebro.