El verdadero romanticismo es una cualidad al alcance de muy pocos. Aquellos que han logrado plasmar en papel el significado de las emociones más profundas han pasado a la historia por escribir los mejores poemas de amor.
Historias de amor reales:
25 Historias de amor impactantes que te harán reflexionar
A continuación te dejamos 45 poemas sobre amor escritos por autores de habla hispana. Además te damos información de interés sobre los mejores poetas románticos y te informamos de cuáles son los libros de poesía romántica…
Los 45 mejores poemas de amor conocidos hasta el momento
1. Amor Eterno, Gustavo Adolfo Becquer, 1867
“Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.”
El poeta Becquer vivió 34 años y quedó huérfano de padre y madre desde niño. Se dedicó prontamente a la escritura, dejando grandes obras en tan breve lapso de tiempo. Amor Eterno pertenece a sus Rimas, que recoge algunos de los mejores poemas de la historia y refleja la tenacidad y persistencia del amor en el alma.
2. Deseo, Federico García Lorca (1867)
“Sólo tu corazón caliente,
Y nada más.
Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla.
Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja.
Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas.
Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos.
Y tu corazón caliente,
Nada más.”
El granadino García Lorca, nacido en 1898, fue uno de los poetas y dramaturgos españoles más importantes. Fue asesinado durante la Guerra Civil Española. En el poema Deseo describe una pasión oculta a mundo por ser un amor homosexual.
3. Amor, Pablo Neruda (1919)
“Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.”
Pablo Neruda fue el más insigne poeta chileno, nacido en 1904. En este poema se muestra un Neruda novel, cuya pasión juvenil y su evidente impresión por el descubrimiento de la mujer se trasluce en el texto. Neruda falleció en septiembre de 1973.
4. Si me quieres, quiéreme entera, Dulce María Loynaz, (entre 1920 y 1938)
“Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda!… O no me quieras”
Dulce María Loynaz fue una poetisa cubana que llegó a vivir 95 años. Publicado en el libro Versos, de 1938, este es uno de los poemas de amor cortos más celebrados. La autora plantea a un hipotético amante la exigencia de ser aceptada tal como es, con todos sus defectos y virtudes.
5. Once, Mario Benedetti (1963)“Ningún padre de la iglesia
“Ningún padre de la iglesia
ha sabido explicar
por qué no existe
un mandamiento once
que ordene a la mujer
no codiciar al hombre
de su prójima.”
El uruguayo Mario Benedetti fue uno de los poetas más importantes del Cono Sur, nacido en 1920. Once es uno de los poemas de amor de Mario Benedetti en los que se refleja la fina ironía de que la iglesia ni siquiera considere existente el deseo femenino.
6. Amo, amas, Rubén Darío (año desconocido)
“Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
El ser y con la tierra y con el cielo,
Con lo claro del sol y lo oscuro del lodo;
Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Y cuando la montaña de la vida
Nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
Amar la inmensidad que es de amor encendida
¡Y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!”
Algunos de los mejores poemas de amor en español son los del nicaragüense Rubén Darío, aunque hizo pocos. Amo, amas, es uno de esos poemas en los que el autor, nacido en 1867, despliega su talento para jurar que, por encima de cualquier obstáculo, se fundirá pasionalmente con su pareja.
7. Desvelada, Gabriela Mistral (1915 – 1922)
“Como soy reina y fui mendiga, ahora
vivo en puro temblor de que me dejes,
y te pregunto, pálida, a cada hora:
¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!
Quisiera hacer las marchas sonriendo
y confiando ahora que has venido;
pero hasta en el dormir estoy temiendo
y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?»”
Desvelada es uno de los poemas sobre el amor más logrados de la poetisa chilena Gabriela Mistral, quien nació en 1889. Aparece en el libro Desolación, de 1922. Revela en sus palabras un profundo temor a la pérdida de su amor, que incluso la lleva al desvelo. Mistral Falleció en 1957.
8. Menos tu vientre, Miguel Hernández (1938 -1939)
“Menos tu vientre
todo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre
todo es oculto,
menos tu vientre
todo inseguro,
todo es postrero
polvo sin mundo.
Menos tu vientre
todo es oscuro,
menos tu vientre
claro y profundo.”
El atormentado Miguel Hernández es uno de los grandes poetas españoles de principios del Siglo XX. Nació en 1910 y fue condenado a muerte al final de la Guerra Civil Española. Algunos de los mejores poemas españoles son suyos. En Menos tu vientre, Hernández manifiesta a un tiempo su amor y sus temores: la mujer que ama es el refugio en la cruenta guerra.
9. Anémona encantada, Rafael Alberti (1985)“
“Anémona encantada
enamorada.
Orquídea despeinada
enamorada.
Flor abierta o cerrada
enamorada.
No me las enseñes más,
que me matarás.”
Rafael Alberti, español nacido en 1902, en este poema se refiere jocosamente al erotismo del sexo femenino ante sus ojos, que tanto le emociona como para matarlo de emoción, a su avanzada edad. Tenía 83 cuando lo escribió.
10. El breve amor, Julio Cortázar (1984)
“Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en le espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-
(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos ?).”
El argentino Julio Cortázar fue autor de estupendos poemas modernos de amor. Este poema fue publicado en el año de su muerte, 1984, y de allí se entiende que describa el erotismo del acto sexual como un alarde del que sale completamente exhausto.
11. Te desnudas igual, Jaime Sabines (1950)
“Te desnudas igual que si estuvieras sola
y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frío!
Te pones a flirtearme como a un desconocido
y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo
y que me engañas conmigo.
¡Y como nos queremos entonces en la risa
de hallarnos solos en el amor prohibido!
(Después, cuando pasó, te tengo miedo
y siento un escalofrío.)”
Jaime Sabines, mexicano nacido en 1926, plasma en su poema romántico Te desnudas igual el placer de disfrutar a su mujer como si él fuese un tercero, y el temor de que esa sensualidad los desborde. Sabines se encontraba en un momento de máxima pasión y energía juvenil.
12. Cobardía, Amado Nervo (1914)
“Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza!
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul!
¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza
de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul…!
Pasó con su madre. Volvió la cabeza:
¡me clavó muy hondo su mirar azul!
Quedé como en éxtasis…
Con febril premura,
«¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.
…Pero tuve miedo de amar con locura,
de abrir mis heridas, que suelen sangrar,
¡y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, la deje pasar!”
Amado Nervo nació en 1870 y fue autor de algunos de los mejores versos de amor en español. En este poema de 1914, expresa la certeza del fracaso si intenta alcanzar el amor. Por eso renuncia a la hermosa dama que ve pasar, lo cual también le genera sufrimiento.
13. Carpe Noctem, Aurora Luque (2008)
“Carpe noctem, amor. Coge el brusco deseo
ciego como adivino,
los racimos del pubis y las constelaciones,
el romper y romper
de besos con dibujos de olas y espirales.
Miles de arterias fluyen
mecidas como algas. Carpe mare.
Seducción de la luz,
de los sexos abiertos como tersas actinias,
de la espuma en las ingles y las olas
y el vello en las orillas, salpicado de sed.
Desear es llevar
el destino del mar dentro del cuerpo.
La española Aurora Luque, nacida en 1962, es representante de una nueva generación de poetas, así que su producción está llena de poemas actuales. En Carpe Noctem, Luque se refiere al amor y al deseo como forma de viaje y aventura. Lo compara con el ansia de explorar nuevos espacios.
14. Bordas de hielo, César Vallejo (1918)
“Vengo a verte pasar todos los días,
vaporcito encantado siempre lejos…
Tus ojos son dos rubios capitanes;
tu labio es un brevísimo pañuelo
rojo que ondea ¡en un adiós de sangre!
Vengo a verte pasar; hasta que un día,
embriagada de tiempo y de crueldad,
vaporcito encantado siempre lejos,
la estrella de la tarde partirá!
Las jarcias; vientos que traicionan; vientos
de mujer que pasó!
Tus fríos capitanes darán orden;
y quien habrá partido seré yo…”
César Vallejo admira en esta poesía sobre el amor la belleza de una dama a la que ve pasar con frecuencia. Sin embargo es imposible, el destino los separa. Vallejo se encuentra entre los más grandes literatos peruanos. Nació en 1892 y falleció en 1938.
15. Consejos, Antonio Machado (1903)
“I
Este amor que quiere ser
acaso pronto será;
pero ¿cuándo ha de volver
lo que acaba de pasar?
Hoy dista mucho de ayer.
¡Ayer es Nunca jamás!
II
Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.”
Machado, nacido en 1875, escribió algunas de las mejores poesías del mundo y fue el poeta español más importante. Consejos se refiere a las oportunidades que no se deben perder, la de entregar amor, para que éste no muera.
16. Tengo un huesped, José Martí (cerca de 1880)
“Tengo un huésped muy inquieto
Del lado del corazón.?
¡Muy celoso, muy celoso!?
Dormir no sabe mi huésped: no.?
Como una sierpe se enrosca
Mas no como sierpe, no:?
Como hoguera que consume
El lado donde está mi corazón!?”
José Martí es el máximo poeta y prócer de Cuba. Nacido en 1853, fallece en su primer combate. Tengo un Huésped aparece entre sus cuadernos y se sabe que es posterior a 1873. En él, Martí describe la faz más oscura del amor, los celos, que no lo dejan descansar, ni amar en paz.
17. Ella (Belleza Ideal), Miguel Antonio Caro (1866)
“La expresión dulce que su rostro baña,
de sus ojos la plácida centella,
revela el amor de un alma bella,
que el corazón subyuga y no le engaña.
Del Cielo, descendiendo a mi cabaña
con vaguedad de nube y luz de estrella,
ella, mis hondas soledades, ella
mis mudos pensamientos acompaña.
Como extendiendo el ala voladora,
la esperanza, en el ánimo cautiva,
huir parece, aunque el huir demora.
Amante cual mujer, cual diosa esquiva:
-así diviso a la que el pecho adora-;
-así, inmóvil a un tiempo, y fugitiva-.”
Miguel Antonio Caro es el autor colombiano más importante. En este soneto, formato de la poesía clásica española, describe el deleite que le causa la compañía, así como la timidez de su hermosa amada.
18. Los dos miedos, Ramón de Campoamor (1846)
“I
Al comenzar la noche de aquel día,
ella, lejos de mí,
«¿Por qué te acercas tanto? – me decía -,
¡Tengo miedo de ti!»
II
Y, después que la noche hubo pasado,
dijo, cerca de mí:
«¿Por qué te alejas tanto de mi lado?
¡Tengo miedo sin ti!»”
Ramón de Campoamor, autor de algunas de las mejores poesías de amor, nació en España en 1817 y creó las Doloras, una forma de poesía a la que pertenece Los dos miedos. Es este poema describe genialmente cómo el amor transforma los temores de su doncella. Falleció en 1901.
19. Te amo… ¿Por qué me odias?, Rosalía de Castro (1884)
“Te amo… ¿Por qué me odias?
-Te odio… ¿Por qué me amas?
Secreto es éste el más triste
Y misterioso del alma.
Mas ello es verdad… ¡Verdad
Dura y atormentadora!
-Me odias porque te amo;
Te amo porque me odias.”
Entre los poemas de amor españoles se encuentra muchas veces el drama del amor no correspondido y el masoquismo del enamorado a solas. De Castro, poetisa española nacida en 1837, se inscribe entre los poetas románticos fundamentales en gallego, idioma que ayudó a resurgir.
20. Y qué es eso, Miguel de Unamuno (1928 – 1936)
“Y, ¿qué es eso del Infierno?
Me dirás.
Es el revés de lo eterno,
Nada más.
Que yacer en el olvido
Del Señor
Es el infierno temido
Del Amor.”
El bilbaíno Miguel de Unamuno escribió algunos de los mejores poemas de la historia, lo cual no debe extrañarnos ya que sólo en Cancioneros aparecen 1700 poemas. Vivió entre 1864 y 1936. En este poema, uno de sus poemas célebres de amor escrito al final de su vida, piensa que el amor es equiparable al infierno y su dolor.
21. Madrigal, Cecilio Acosta (1897)
“Echó de menos la Aurora
Una vez su luz que dora,
Y como día tras día
Pálida siempre salía,
Dando quejas lastimosas,
Lloró perdidas sus rosas,
Y en encontrarlas se aferra
Corriendo cielos y tierra…
Delia, ya sé que es robado
El esplendor con que brillas,
Y que la Aurora ha encontrado
Sus rosas en tus mejillas.”
Don Cecilio Acosta fue un abogado, filósofo y literato venezolano nacido en 1818. Es considerado uno de los mejores poetas de ese país. En este poema exalta la belleza de la amada, que lleva en sus mejillas la luz del alba. Fallece en 1881.
22. ¡Chis!, Miguel Moreno (1872)
“-En ti tan solo pienso,
Sólo por ti suspiro;
Te sueño cada noche:
¡Yo te amo, dueño mío!
-¡Calla, niña, no lo oigan
La muerte o el olvido!
¡Calla! ¡Lo sepan sólo
Tu corazón y el mío!…”
El diputado y literato ecuatoriano, Miguel Moreno nació en 1851 y falleció en 1910. En el mejor poema de amor de su autoría, declara su amor y pide, a un tiempo, mantener la confidencia en secreto.
23. Dichoso el corazón enamorado, Santa Teresa de Jesús (sobre 1550)
“Dichoso el corazón enamorado
Que en sólo Dios ha puesto el pensamiento,
Por Él renuncia todo lo criado,
Y en Él halla su gloria y su contento.
Aún de sí mismo vive descuidado,
Porque en su Dios está todo su intento,
Y así alegre pasa y muy gozoso
Las ondas de este mar tempestuoso.”
Teresa de Cepeda y Ahumada, (Santa Teresa de Jesús), dedicó su vida enteramente a la religión. Sus poemas clásicos de amor elevan ese amor sublime hacia el creador. Nacida en 1515, describe el enorme gozo del corazón cuando el amor se entrega a lo más alto.
24. Bailan las gitanas, Miguel de Cervantes (sobre 1600)
“Bailan las gitanas,
Míralas el rey;
La reina, con celos,
Mándalas prender.
Por Pascua de Reyes
Hicieron al rey
Un baile gitano
Belica e Inés.
Turbada Belica,
Cayó junto al rey,
Y el rey la levanta
De puro cortés;
Mas como es Belilla
De tan linda tez,
La reyna, celosa,
Mándalas prender.”
Cervantes, autor de Don Quijote, nació en 1547 y falleció en 1616. Sin llegar a escribir el mejor poema del mundo, hizo grandes méritos. En Bailan las gitanas se refiere al amor enfermizo y celoso de la reina, quien apresa a las gitanas que osaron distraer la atención a su rey.
25. A Cupido, Ignacio María de Acosta (1845)
“Mira, traidor Cupido;
Mira, rapaz aleve
Ya que mi mal te place
Y mis tormentos quieres,
Que no temo los tiros
De las saetas crueles
Con que en el pecho triste
Tan sin piedad me hieres.
Y si gustas burlarte
Y atormentarme siempre;
Hiere también a Elvira,
Y dos cautivos tienes.”
El cubano Ignacio María de Acosta, nacido en 1814, fue filósofo, poeta y profesor hasta fallecer en 1871. Con gran sentido del humor declara su amor a Elvira, mediante una sugerencia alevosa a Cupido, el dios del amor. Es evidente que hasta ahora está enamorado a solas.
26. A ***, dedicándole estas poesías, José de Espronceda (1840)
“Marchitas ya las juveniles flores,
Nublado el sol de la esperanza mía,
Hora tras hora cuento y mi agonía
Crece, y mi ansiedad y mis dolores.
Sobre terso cristal ricos colores
Pinta alegre tal vez mi fantasía,
Cuando la triste realidad sombría
Mancha el cristal y empaña sus fulgores.
Los ojos vuelvo en su incesante anhelo,
Y gira en torno indiferente el mundo,
Y en torno gira indiferente el cielo.
A ti las quejas de mi mal profundo,
Hermosa sin ventura, yo te envío:
Mis versos son tu corazón y el mío”
El español Espronceda vivió pocos años pero escribió, tal vez, la mejor poesía de amor desde la perspectiva de un anciano: A ***, dedicándole estas poesías. Vivió entre 1808 y 1842 y claramente su alma se sentía cansada cuando vertió en este soneto sus anhelos y tristezas.
27. Nada resta de ti, Carolina Coronado (1848)
“Nada resta de ti… te hundió el abismo.
Te tragaron los monstruos de los mares.
No quedan en los fúnebres lugares
Ni los huesos siquiera de ti mismo.
Fácil de comprender, amante Alberto,
Es que perdieras en el mar la vida,
Mas no comprende el alma dolorida
Cómo yo vivo cuando tú ya has muerto.
¡Darnos la vida a mí y a ti la muerte,
Darnos a ti la paz y a mí la guerra,
Dejarte a ti en el mar y a mí en la tierra
Es la maldad más grande de la suerte!”
Pocos son tan dolorosos como este poema de amor eterno, en el que la autora llora la pérdida de su amado Alberto (al parecer un amor ficticio), quien fallece al hundirse en el mar. Carolina Coronado, española, fue, junto a Rosalía de Castro, la poetisa más importante de su país durante la segunda mitad del siglo XIX: nació en 1820 y falleció con 91 años.
28. Un sueño, Manuel Acuña (1870)
“¿Quieres oír un sueño?
Pues anoche
Vi la brisa fugaz de la espesura
Que al rozar con el broche
De un lirio que se alzaba en la pradera
Grabó sobre él un beso,
Perdiéndose después rauda y ligera
De la enramada entre el follaje espeso.
Este es mi sueño todo,
Y si entenderlo quieres, niña bella,
Une tus labios en los labios míos
Y sabrás quién es él y quién es ella.”
La breve vida del mexicano Manuel Acuña (se suicidó a los 24 años), no impidió que escribiese grandes poemas de amor. Uno de ellos es Un Sueño, publicado en 1870, en el que invita a su amada a atreverse a entregarse pasionalmente. Acuña había nacido en 1849.
29. Ceguera, Delmira Agustini (1913)
“Me abismo en una rara ceguera luminosa,
Un astro, casi un alma, me ha velado la Vida.
¿Se ha prendido en mí como brillante mariposa,
O en su disco de luz he quedado prendida?
No sé…
Rara ceguera que me borras el mundo,
Estrella, casi alma, con que asciendo o me hundo.
¡Dame tu luz y vélame eternamente el mundo!”
Delmira Agustini nació en Uruguay en 1886. Según Rubén Darío, fue autora de la mejor poesía del mundo hecha por una mujer desde los tiempos de Santa Teresa. Escribió mucha literatura erótica y poemas sexuales. En Ceguera destaca la importancia que ella otorga al amor, capaz de aislarla de todo. Falleció en 1814, asesinada por su ex marido.
30. En un abanico I, Manuel Gutiérrez Najera (1891)
“Pobre verso condenado
A mirar tus labios rojos
Y en la lumbre de tus ojos
Quererse siempre abrasar;
Colibrí del que se aleja
El mirto que lo provoca,
Y ve de cerca tu boca,
Y no la puede besar.”
Manuel Gutiérrez Nájera es otro de esos poetas que muere prematuramente. Nacido en México, en 1859, se le conoce por la dulzura de sus poemas de amor. En este poema refleja sus sentimientos representándose en el colibrí que no llega a besar a su amada. Falleció a causa de la hemofilia a los 35 años.
31. Al amor, Cristóbal de Castillejo (1542)
“Dame, Amor, besos sin cuento,
Asido de mis cabellos,
Y mil y ciento tras ellos,
Y tras ellos mil y ciento,
Y después
De muchos millares, tres;
Y porque nadie lo sienta
Desbaratemos la cuenta
Y contemos al revés.”
El poema más bonito de amor del español Cristobal de Castillejo es probablemente el que precede a estas líneas. Con un lenguaje inocente invita a su amada al derroche de besos, y graciosamente, le pide repetir la dosis. Este poeta nació en 1490 y falleció en 1550. Muchos de sus poemas largos de amor fueron prohibidos por la inquisición española.
32 Arcano, Clementina Isabel Azlor (1930)
“¿Qué mano misteriosa erizó de doradas,
Promisorias espigas, el siniestro abrojal?
¿Qué vendaval maldito derramó la simiente
Que hoy viste de esmeralda lujoso el cenagal?
¿Qué espíritu invisible llegó en la tarde lívida
A borrar con su magia la apariencia del mal?
¿Quién te dio esa sonrisa seductora y aviesa?
¿Quién te puso en los labios ese embrujo fatal?”
La fascinación por lo siniestro y la belleza se encuentran a partes iguales en este poema que es también una declaración de amor. La argentina Clementina Azlor vivió entre 1902 y 1946.
33. Significado de la palabra «yo amé, Gertrudis Gómez (1871)
“Con yo amé dice cualquiera
Esta verdad desolante:
-Todo en el mundo es quimera,
No hay ventura verdadera
Ni sentimiento constante.
Yo amé significa: -Nada
Le basta al hombre jamás:
La pasión más delicada,
La promesa más sagrada,
Son humo y viento… ¡y no más!”
La cubana Gertrudis Gómez nació en 1814 y falleció en 1873. En este poema, escrito al final de su vida, se queja amargamente del dolor que deja un amor que ya no existe más.
34. Entre dos fuegos lanzado, Jorge Manrique (sobre 1470)
“Entre dos fuegos lanzado,
Donde amor es repartido,
Del uno soy encendido,
Del otro cerca quemado;
Y no sé yo bien pensar
Cuál será mejor hacer;
Dejarme más encender
O acabarme de quemar:
Decid qué debo tomar.”
Manrique, poeta nacido en 1440 y fallecido en 1479, cuenta en estos versos que no logra decidirse entre dos amores, a cual más peligroso.
35. Madrigal, Manuel del Palacio (1886)
“Me miraste, alma mía,
Y fue tal mi alegría
Y es mi pasión tan loca,
Que sentir me parece todavía
El beso de tus ojos en mi boca.”
Los mejores poemas del mundo dicen mucho en pocas palabras, y Madrigal es un gran ejemplo. Aquí el autor describe la gran emoción que le produce tan sólo la mirada de la amada, que se siente besado. El español Manuel del Palacio vivió entre 1831 y 1906.
36. A Blanca, Salvador Díaz Mirón (1913)
“¡Tu belleza mirífica no asoma
Y en éxtasis escucho tu voz clara,
Que llega del jardín cual un aroma,
Pero cual un aroma que cantara!
¡Endulzas con tu acento un mar de acíbar
Y en éxtasis escucho tu voz clara,
Que viene de un amor, cual un almíbar,
Pero cual un almíbar que cantara!.”
Salvador Díaz Mirón, mexicano, admira en este poema la belleza de la amada, que se adelanta a su presencia a través de su voz, a la que compara con aromas y sabores de deleite. Mirón vivió entre 1853 y 1928.
37. Balaúa, Oliverio Girondo, (1963)
“De oleaje tú de entrega de redivivas muertes
en el la maramor
plenamente amada
tu néctar piel de pétalo desnuda
tus bipanales senos de suave plena luna
con su eromiel y zumbos y ritmos y mareas
tus tús y más que tús
tan eco de eco mío
y llamarada suya de la muy sacra cripta mía tuya
dame tu
Balaúa”
Oliverio Girondo, poeta argentino vanguardista nacido en 1891, muestra en este poema lleno de metáforas la expresión del deseo carnal, con elegante creatividad. Girondo falleció en 1961.
38. Vamos, Álvaro García (2000)
“Bueno, en el fondo sí
me gusta la poesía:
están las horas llenas de sí mismas
y son para los dos
y llorar de alegría es no llorar
y está todo el camino.
Ebrios de luz
se apoyan en el otro
porque no saben que tampoco puede,
sólo que sí que pueden porque van,
ya ves cómo sí vamos y nunca vi tan dentro
lo que se llama amor
que tengas buenos días a mi lado”
El malagueño Álvaro García, nacido en 1965 y en plena actividad, hace una lúcida bienvenida a su amada.
39. Dos cuerpos, Octavio Paz (1944)
“Dos cuerpos
dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche es desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío”
Este hermoso poema de Octavio Paz habla con hermosas figuraciones acerca del encuentro amoroso entre dos cuerpos. Paz fue uno de los literatos mexicanos más importantes, quien vivió entre 1914 y 1998.
40. Amantes, Alejandra Pizarnik (1965)
“Una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío”
Este sencillo poema de la argentina Alejandra Pizarnik resume en breves líneas la sensualidad de un cuerpo sediento de caricias. Pizarnik nació en 1936 y falleció en 1972.
41. A Veces, Nicolás Guillén (1972)
“A veces tengo ganas de ser un cursi
para decir: La amo a usted con locura.
A veces tengo ganas de ser tonto
para gritar: ¡La quiero tanto!
A veces tengo ganas de ser un niño
para llorar acurrucado en su seno.
A veces tengo ganas de estar muerto
para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos,
que me crece una flor rompiéndome el pecho,
una flor, y decir: Esta flor,
para usted.”
Los de Nicolás Guillén se cuentan entre los mejores poemas de amor de la historia. En A Veces, el cubano, nacido en 1902, dibuja una figura en la que el amor es tan fuerte, que incluso muerto se lo ofrendaría. Guillén falleció en 1989.
42. Un tren descarrilado, Joaquín Sabina (2016)
“El sexo es una guerra incivil, la única guerra
sin héroes ni vencidos, ni mártires ni santos,
cuando tú y yo buscamos lo mismo, ¡qué dulce cuerpo a tierra!
tan cerca del abismo, del éxtasis, del llanto.
Cuando se pudra el cielo, cuando silben las balas,
sabrás que dejo todo si tú me dices ven,
porque sigues contando conmigo por las malas,
por más que descarrile mi penúltimo tren”
En la obra de Joaquín Sabina, el cantautor español, se esperan encontrar frases de poemas de amor, pero es fácil olvidar que también ha escrito poesía propia. Con su lenguaje irreverente y directo, Sabina hace homenaje al amor incondicional.
43. Ventana sobre una mujer, Eduardo Galeano (1995)
“Esa mujer es una casa secreta.
En sus rincones, guarda voces y esconde fantasmas.
En las noches de invierno, humea.
Quien en ella entra, dicen, nunca más sale.
Yo atravieso el hondo foso que la rodea. En esa casa seré habitado.
En ella espera el vino que me beberá.
Muy suavemente golpeo a la puerta, y espero”
Eduardo Galeano fue un notable escritor uruguayo que vivió entre 1940 y 2015, más conocido por sus libros de historia y política que por su poesía. No obstante, en este poema ofrece su visión acerca de una mujer, cuya aceptación espera.
44. La rueda, Juan Gelmán (2004)
“El arco o puente que va
de tu mano a la mía cuando
no se tocan, abre
una flor intermedia.
¿Qué toca, qué retoca, qué trastoca
ese vacío de las manos
solas en su fatiga?
Nace una flor, sí,
se agosta en mayo como una
equivocación de la lengua
que se equivoca , sí.
¿Por qué este horror?
En la página de nosotros mismos
tu cuerpo escribe.”
El poeta argentino Juan Gelmán describe en este poema, con la genial figura de una flor equivocada, el drama de la ausencia de la mujer amada. Gelmán vivió entre 1930 y 2014.
45. Los amantes, Oscar Acosta (1968 – 1969)
“Los amantes se tienden en el lecho
y suavemente van ocultando las palabras y los besos.
Están desnudos como niños desvalidos
y en sus sentidos se concentra el mundo.
No hay luz y sombra para sus ojos apagados
y la vida no tiene para ellos forma alguna.
La hermosa cabellera de la mujer puede ser una rosa,
el agua tibia o un surtidor enamorado.
El fuego es solamente un golpe oscuro.
Los amantes están tendidos en el lecho.”
Oscar Acosta, hondureño, nació en 1933 y falleció en 2014. En éste, uno de los mejores poemas de amor conocidos, se nota la madurez del autor, quien trata con gran delicadeza y acierto el tema del encuentro amoroso.
Los mejores poetas románticos
Gustavo Adolfo Becquer
Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida nació en Sevilla en 1836. En un principio se inclinó por la pintura, ya que su padre era pintor. Aunque mantuvo interés por la pintura toda su vida, su arte por la literatura para inscribirse entre los poetas y narradores del movimiento romanticista.
El apellido Becquer lo tomó de sus ancestros flamencos. A pesar de haber escrito los mejores poemas de amor de su generación, no obtuvo grandes reconocimientos en vida.
La mayor parte de sus poemas de amor se encuentran en Rimas y Leyendas, que sigue siendo uno de los libros más importantes de la literatura española.
Becquer también es uno de los más importantes escritores de leyendas de su tiempo, además de tener en su haber obras de teatro y novelas. Con su hermano, Valeriano Becquer, solía trabajar en la conducción de revistas y diversas ediciones.
Durante buena parte de su vida se vio aquejado por las secuelas de una enfermedad venérea y en 1869 le prescriben un aislamiento campestre debido a la tuberculosis. Al año siguiente está listo para reanudar su actividad, pero entonces fallece Valeriano, lo que lo lleva a una gran depresión.
Su salud se deterioró rápidamente y el 22 de diciembre de 1870 falleció, apenas con 34 años.
Pablo Neruda
Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, a quien conocemos como Pablo Neruda, ha sido calificado por Gabriel García Márquez como “el poeta más grande del siglo XX en cualquier idioma”. Y no faltan razones para ello.
Neruda nació en Chile en 1904 y se dedicó desde joven a la literatura, efectuando la primera de una larguísima lista de publicaciones en 1923. Su actividad literaria no se detendría hasta su muerte.
En 1924 publica Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que lo revela, con apenas 19 años, como un poeta de alto calibre. Al juicio de grandes figuras de la literatura, ahí se encuentran algunos de los mejores poemas de amor del mundo y solo con esos textos se habría hecho famoso.
También fue activista político, miembro del Partido Comunista. Se comprometió con el bando republicano durante la Guerra Civil Española y a partir de entonces su poesía se hizo más política.
Neruda vivió exiliado debido a persecución política en varios períodos y sólo pudo regresar definitivamente a su país hasta 1953. Recibió el premio Nobel de Literatura en 1971.
Sufría cáncer de próstata y falleció el 19 de septiembre de 1973, 8 días después del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende. Muchos de los asistentes a su funeral fueron apresados. Su cuerpo ha sido exhumado dos veces a fin de determinar si fue envenenado, lo cual no ha sido resuelto del todo.
Federico García Lorca
Federico García Lorca nació en Granada, España, en 1898. Es uno de los poetas más celebrados y conocidos de la lengua española por reunir tres condiciones: la primera, su pluma genial, capaz de deslumbrar en la poesía, la dramaturgia o el relato; la segunda, su cruel e injusto fusilamiento; y la tercera, su condición homosexual.
Este sensible muchacho se interesó desde niño en las letras, alentado por su madre, maestra de escuela. En 1914 ingresaba a la universidad para estudiar Filosofía y Letras. En 1921 aparece su primera publicación, que sería el preámbulo a una extensa obra.
Se
cuentan nueve libros de poesía entre sus obras, y su dramaturgia es la más
importante en lengua española. También la que más se representa en los
escenarios.
El 18 de agosto de 1936, a un mes del inicio de la Guerra Civil Española, Lorca
es detenido y fusilado en algún punto entre Viznar y Alcázar, en Granada.
Antonio Machado
Antonio Machado Ruiz es considerado el poeta de España más importante. Nacido en Sevilla en 1875, entrando en la generación del 98. Su primer libro, de poesía, aparece en 1903, y se dedica casi exclusivamente a este género hasta 1926.
De ahí en adelante aparecen numerosas obras de teatro y también otros textos literarios. Se le reconoce en 1927 con un puesto como miembro de la Real Academia Española, pero nunca lo llega a ocupar porque no le interesaba tal honor.
Comprometido
con la causa republicana, al comenzar la Guerra Civil Española comienza una
etapa dura, y el poeta se retira de Madrid a Barcelona, en donde viviría sus
últimos tres años. En enero de 1939 se conoce de la inminente ocupación de la
ciudad y debe huir a Francia.
Machado falleció en Colliure el 22 de febrero de 1939.
Gabriela Mistral
Gabriela Mistral, cuyo verdadero nombre era Lucila Godoy Alcayaga, nació en Chile en 1889. Se formó en pedagogía y trabajó como diplomática, pero también fue una excelsa poetisa.
Trabajó tanto en las reformas de los sistemas educativos de Chile y México, como en calidad de diplomática, así que viajaba constantemente. En 1945 recibió el Premio Nobel de Literatura en razón de su trabajo poético. Fue la primera mujer latinoamericana en recibir tal galardón.
Los mejores poemas de amor de Gabriela Mistral fueron recopilados en una antología realizada por ella misma en 1941, pero aún faltaban muchos más textos de su pluma por aparecer. Su obra literaria completa se registra en 9 títulos, sin contar el área epistolar, que su compañera afectiva, Doris Dana, guardó celosamente.
Falleció a causa de un cáncer de páncreas el 10 de enero de 1957.
Los mejores libros de poesía romántica
20 poemas de amor y una canción desesperada, Pablo Neruda (1923)
Como habíamos adelantado al hablar de Pablo Neruda, su libro 20 poemas de amor y una canción desesperada es suficiente para acreditar enormes méritos al poeta chileno. Tal vez el mejor poema de amor del mundo se encuentre en sus páginas.
Lo curioso es que Neruda publica estos versos con apenas 19 años, en 1923. Ninguno de los poemas tiene nombre, así que la gente los nombra, en general, por su número o por la primera línea. La más famosa de las frases de amor en este libro reza
“Me gusta cuando callas porque estás como ausente”, del poema XV.
La mayor parte de los poemas están hechos en versos alejandrinos (de 14 o más sílabas), una forma de arte mayor.
Los críticos y biógrafos de Neruda indican que sus poesías de amor no son dedicados a una sola mujer, sino que el poeta las mezcló, creando además, mujeres imaginarias.
Rimas y Leyendas, Gustavo Adolfo Becquer (1871)
Rimas y Leyendas (1871) de Gustavo Adolfo Becquer contiene un grupo excelso con los mejores poemas de amor de su autoría, que conforman el área de rimas de este libro.
Las leyendas se publicaron poco a poco en diversas ediciones, estando vivo Becquer, pero las Rimas se conocieron después de su muerte, debido a que buenos amigos del poeta las recopilaron a tal fin. Sus manuscritos casi fueron destruidos por un incendio.
Estas Rimas fueron la salvación económica de su viuda y sus hijos, quienes pudieron obtener recursos de estas obras, cuya selección se fue ampliando con el tiempo.
Poesías Completas, Rubén Darío (1919)
A partir de la muerte de Rubén Darío, en 1916, se efectuó a recopilación de su poesía con el fin de publicarla en un mismo tomo. Como suele ocurrir con los poemas de amor de autores famosos, éstos se encuentran repartidos entre varios libros.
Poesías Completas agrupa, además de los contenidos en Azul, Epístolas y Poemas, Abrojos y Rimas, una gran cantidad de poemas sueltos, que no se habían publicado agrupadamente, y la mayoría de ellos inéditos.
El libro constituye una oportunidad para observar los cambios que experimenta la poesía de Ruben Darío en la medida en que madura como poeta.
Acordes cotidianos, Mario Benedetti (2000)
Acordes cotidianos es una recopilación de poemas de amor que ya se habían publicado en otros libros, en los que el tema romántico se encuentra mezclado con los asuntos políticos que tanto preocuparon a Benedetti.
En este tomo se puede apreciar cómo se acerca el autor oriental a los afectos, y es un estupendo inicio para quienes no conocen la poesía de Benedetti, aunquepara los no adeptos a la crítica social, puede resultar pesada.
Romancero Gitano, Federico García Lorca (1928)
No podía faltar Lorca en esta selección de poemas de amor de poetas famosos. El Romancero Gitano agrupa 18 romances que cuentan hermosas historias de amor, siempre en el contexto de la vida de los gitanos, un pueblo históricamente apartado y con el que Lorca guarda estrecha relación por ser granadino.
En
estos romances Lorca habla de amor y se explaya en figuras simbólicas como la
luna, los metales o las rosas, que representan a la esperanza o a la muerte, a
la sangre o a la daga, según el momento.
En general, plantea la vida amorosa y la
sociedad desde el punto de vista de los gitanos, sistemáticamente
apartados, razón por la cual la Guardia Civil suele hacer el papel del mal. Del
Romancero Gitano muchos poemas han
sido musicalizados, algunos por el mismo García Lorca.
Hemos arribado al final de una selección poética capaz de servir de guía a quienes se acercan a la poesía romántica hispana, que encuentran aquí los mejores poemas de amor de habla española, además de referencias fundamentales para conocer a los autores más consagrados, cubriendo diversos estilos y cinco siglos distintos.
Que curioso que los mejores poetas eran de pasado, en estos tiempos parece dificil
La foto que habéis puesto no corresponde a José Martí sino a su hijo
La foto que ponéis no es del poeta José Martí y Pérez, sino de su hijo José Francisco Martí y Zayas Bazán. El padre es un gran patriota y un excelso hombre de letras. El hijo ni fu ni fá