Salvador Dalí, es uno de los mayores genios de la pintura de las últimas épocas. Un personaje irreverente, creativo, lleno de talento y que no temía expresar sus propias ideas.
Nunca se llevó bien con los surrealistas de su tiempo, e incluso Fue expulsado de la Sociedad Surrealista oficial a lo que respondió:
¡El surrealismo soy yo!
Este evento le motivó a pintar su obra más famosa, que ha llegado a convertirse en una referente cultural: La Persistencia de la Memoria, con sus icónicos relojes blandos.
Esta pintura ha sido referente del arte en todos sus campos, desde películas hasta vídeos musicales se pueden encontrar referencias a la obra. Dalí pinto La Persistencia de la Memoria cuando solo tenía 28 años, en medio de una alucinación.
Hoy en día, casi cualquier persona puede reconocer e identificar estos relojes. Sin embargo, pocos saben cuál es realmente el significado de la obra ni qué elementos quiso captar y reflejar Dalí a través de esta pintura.
A continuación te contamos las claves que te ayudarán a entenderla mejor.
Elementos clave para entender La persistencia de la memoria
1. Decadencia
La muerte y decadencia se pueden ver reflejadas en diferentes elementos de la pintura:
En primer lugar, el cajón de madera y el reloj dado la vuelta son objetos inertes, carentes de vida, mientras que los insectos que los rodean hacen referencia al proceso de descomposición propio de la decadencia que trae la putrefacción.
Se puede entender más esta sensación al saber que el pintor tenía miedo de los saltamontes y sentía un fuerte asco hacia casi cualquier insecto. Por eso la presencia de moscas en estos objetos refleja el fin de la vida.
Por otro lado, el cuerpo que yace inerte en el suelo, si bien no se sabe con certeza si se trata un autorretrato del pintor, también refleja el deterioro propio de la decadencia.
2. Vida
Hay varias ideas y teorías sobre el cuerpo del suelo: mientras algunos creen que se trata de un feto, otros piensan que es el rostro del mismo Dalí.
En lo que sí concuerdan los críticos es que se trata de una representación más de la muerte y el tiempo, demostrando nuevamente lo blanda que la materia puede ser y reflejando así la vida.
3. Memoria
Los relojes, por supuesto, son el centro de esta pintura, siendo los que reflejan la memoria.
En el cuadro pueden apreciarse cuatro relojes. Tres de ellos derritiéndose, en descomposición, ya que representan los recuerdos y memorias dentro de un cuerpo decadente.
Sin embargo, es importante notar que, a pesar de sufrir un cambio, los relojes no se desvanecen del todo, expresando así que la memoria puede variar, volviéndose flácida.
El cuarto reloj es el de bolsillo, pero es duro, a diferencia del resto, ya que al encontrarse boca abajo no puede dar la hora y, por lo tanto, el tiempo no transcurre.
Con todo ello expresa la relatividad del tiempo, modificándose y cambiando mientras se le dé importancia, mientras que, cuando el tiempo no importa, el reloj se mantiene duro y no cambia.
Algunos expertos aseguran que esta referencia al tiempo es un guiño por parte de Dalí a Einstein y su teoría de la relatividad.
4. Su propia historia
Los escenarios desérticos son un elemento recurrente en muchas de las pinturas de Dalí.
En este caso se trata de un desierto solitario y de tierra aparentemente nada fértil. Algunos críticos opinan que es una referencia a su pueblo natal, mientras que otros creen que se trata de una representación de su niñez.
Salvador amó mucho su época de infancia y adolescencia, y siempre le costó dejarlas ir, extrañándolas constantemente. A los 28 años, cuando pintó la Persistencia de la Memoria, esos recuerdos aún se mantenían frescos, por lo que pudo reflejar en sus pinturas como a pesar de que la vida se deteriora, la memoria permanece.
Es increíble como esta pintura sentó un precedente para muchas de sus posteriores obras, además de dejar grabada la genialidad de Salvador Dalí en la memoria de generaciones.