Distintos pensadores y psicólogos han podido comprobar que, muy contrario a lo que se cree, el ser humano tiene dos etapas en la vida donde la creatividad está más desarrollada.
La primera es la que más conocemos, se da sobre los 20 años de edad y se la identifica como la «creatividad innovadora».
La segunda es la menos valorada, al menos por la cultura popular, y es tan importante como la creatividad innovadora de los 20. Este tipo de creatividad es la que los investigadores han denominado como «experimental» y se da a mediados de los 50 años.
Cuáles son los picos de creatividad del ser humano
Los estudiosos destacan que ambos tipos o picos de creatividad se complementan entre sí y son necesarios.
Para identificar mejor estos picos, han propuesto dos grupos de creativos:
- Los innovadores conceptuales (a los 20 años), que se proponen objetivos creativos explícitos que implementan cuidadosamente.
- Los innovadores experimentales sintetistas (a los 50 años), que recopilan experiencias e ideas en su trayectoria y las curan para implementarlas en sus obras.
La importancia de contar con los dos picos de creatividad por igual es reseñada por David Eagleman en el documental El cerebro creativo de Netflix.
Eagleman expone que la sociedad actual se encuentra muy obsesionada con la creatividad en la época de la juventud y que a menudo llamamos “genios creativos” a personas menores que nosotros.
El autor destaca que hay otro grupo de genios que son relegados en una esquina, aquellos en sus 50 años.
En un estudio de los profesores del Departamento de Economía de la Universidad Estatal de Ohio, Bruce Weinberg y David Galenson, publicado en The Economist, se exponen mejor estos picos de creatividad.
Los profesores basaron su investigación centrándose en los perfiles de varios ganadores del premio Nobel, identificando las edades exactas promedio de los dos picos de creatividad.
La primera se da a los 25 años y la segunda a los 55. Los autores, si bien estudiaron perfiles de economistas, aseguran que los picos de creatividad son aplicables a cualquier disciplina.
Cómo funcionan estos picos de creatividad
Para describir el comportamiento de los creativos innovadores, los autores citan a artistas como Pablo Picasso, Albert Einstein, Herman Melville y T. S. Eliot, quienes canalizaron importantes obras en su juventud, por lo que:
«Sus innovaciones aparecen repentinamente, ya que una nueva idea produce un resultado bastante diferente no solo del trabajo de otros artistas, sino también del trabajo previo del artista.”
Por su parte, los creativos experimentales son menos vanguardistas y más sintetistas. Al no poseer objetivos específicos, se dedican a curar ideas ya conocidas con mucho cuidado, para añadirlas con un criterio creativo propio a sus obras.
Esta creatividad también es muy valiosa, pues se da en los años de gran madurez o cuando se acumula una gran experiencia. Un buen ejemplo de este segundo pico de creatividad viene dado por los aportes de Charles Darwin, Virginia Woolf, Robert Frost y Paul Cézanne. Weinberg y Galenson afirman:
«La imprecisión de sus objetivos los lleva a trabajar de manera tentativa, mediante un proceso de prueba y error. Llegan de forma gradual e incremental a sus principales contribuciones, a menudo durante un período prolongado.»
El concepto de “creatividad máxima” está obsoleto
Para los defensores de la teoría de los dos picos de creatividad, la idea de la “creatividad máxima”, que se vive a finales de los 30 y principios de los 40 años de edad, está completamente obsoleta.
Un autor que defiende los dos estadíos de creatividad y que desecha la creatividad máxima es Rich Karlgaard, que, en su libro Late Bloomers: The Power of Patience in a World Obsessed with Early Achievement, explica que la obsesión de la sociedad actual por los listados de “Ricos y creativos por debajo de los 30” de Forbes, está muy desdibujada de la realidad.
Karlgaard expone que es imposible tener en cuenta un solo pico de creatividad en la vida, a los 20 años, cuando está demostrado que la memoria a corto plazo comienza a fallar a partir de los 25.
Si a esto añadimos el hecho de que la inteligencia emocional, una de las más importantes para crear, se alcanza justo a los 50 años, no hay nada más que decir sobre el concepto de “creatividad máxima”, el cual queda por los suelos. El autor añade:
«¿Qué pasa con la creatividad y la innovación? Ese reino debe pertenecer a los jóvenes, con su exuberancia e ideas nuevas, ¿no? No necesariamente. Por ejemplo, la edad promedio de los científicos cuando hacen un trabajo que finalmente lleva a un Premio Nobel es de 39 años, según un estudio de la Universidad Northwestern de 2008. La edad promedio de los solicitantes de patentes de EE.UU. es de 47.»
Es necesario contar con los dos tipos y picos de creatividad. La innovación de la juventud origina el surgimiento de nuevas ideas, mientras que la síntesis de la edad experimentada conlleva a obras más refinadas y ello se aplica a las artes, la economía, las finanzas y a cualquier otra área.