Somos conscientes de la importancia del chequeo médico anual y de llevar nuestro auto a revisión cada cierto tiempo. Pero rara vez pensamos en hacer un mantenimiento de nuestra herramienta más importante: la mente.
La mente humana se puede llenar de telarañas y polvo muy fácilmente, con el peso de sobrellevar la rutina diaria y todos los compromisos que esta contempla. Son tantas las ocupaciones del ser humano en la sociedad actual, que parece que cada vez tenemos menos tiempo para limpiar y organizar nuestro espacio mental.
Cuando no hacemos un trabajo consciente de organización de la mente, el estrés y la ansiedad incrementan, creando divagaciones o historias en nuestra cabeza, que, aunque no sean reales, terminan manifestándose en la vida, la convivencia familiar y el trabajo. Esto provoca ese sentimiento tan conocido de “percepción nublada”, que además de afectar a nuestra toma de decisiones, repercute negativamente en nuestro estado de ánimo, nivel de energía y vitalidad y en nuestras relaciones de toda índole.
¿Cómo mejorar nuestros espacios mentales para que dejen de crecer las telarañas que nublan el pensamiento? A continuación te desvelamos 3 conocidas (pero muy poderosas) técnicas para desintoxicar tu mente:
1. Meditación
La práctica de la meditación puede variar mucho: desde pasar 20 minutos al día sentado en posición de flor de loto recitando mantras, hasta dedicar tan solo 5 minutos a la semana a ser más consciente del presente.
Lo importante a la hora de meditar es entender que se trata de un momento del día para contemplarte en la tranquilidad y desintoxicar tu mente. Para ello debes encontrar al menos 1 minuto al día para estar en la quietud y preguntarte a ti mismo cómo te sientes y en qué estás pensando.
La carrera diaria en la que siempre estamos sumergidos no nos deja prestar atención. Uno de los síntomas de ese torbellino que nos lleva es la desconexión del todo. La finalidad de la meditación es enfocar la atención en el momento presente, lo que hace que los niveles de estrés y ansiedad disminuyan enormemente y te permite tener una conexión contigo mismo.
2. Lectura
Estar muy ensimismados en nuestros problemas, o en lo que creemos que son problemas, hace que estos aumenten. De repente, algo que requería una solución muy fácil y que estaba al alcance de la mano, se vuelve una gran bola de nieve que destruye todo a su paso.
Aprovechar la lectura para adentrarnos en la historia de otro y de su viaje personal hacia el heroísmo, o a la resolución de sus problemas, nos ayuda a desenraizarnos de nuestros propios retos de una manera saludable.
Pero que la lectura no se confunda con un escapismo de nuestros problemas. De hecho es todo lo contrario: una práctica que nos conecta con el poder de la historia, es decir, que si el protagonista del libro pudo resolver su desafío y llegar a un final feliz, nosotros también podemos.
La lectura amplía la perspectiva de las cosas, siendo una excelente herramienta para desintoxicar nuestra mente.
3. Escritura
Hay que dejar de pensar que los diarios son solo para señoritas en edad pre-adolescente. La práctica de la escritura diaria, también conocido como journaling, es una excelente forma de liberación y desahogo. Con el tiempo verás que todas las respuestas están en la manera en cómo escribes.
La escritura permite un mejor auto análisis y el descubrimiento de cómo somos realmente. Con la escritura aprenderás a limpiar a fondo tu espacio mental. Es una práctica muy importante para lograr el sosiego y desintoxicarte en todos los sentidos.
Llevando a cabo estas tres sencillas técnicas al alcance de cualquiera, sentirás mayor claridad en tus pensamientos y tendrás la oportunidad de ver lo que generalmente se esconde bajo el estrés acumulado: tu verdadero ser, capaz de vivir plenamente y de tenerlo todo (relaciones sanas, un propósito real de vida y éxito en cualquier proyecto que te propongas).