La equidad o igualdad de género es un aspecto de gran preocupación y ocupación por parte de numerosas instituciones. A la cabeza, la de mayor relevancia a nivel internacional: la Organización de las Naciones Unidas –ONU-, la cual considera que éste es un aspecto que trasciende a los derechos humanos fundamentales, al incidir directamente sobre el desarrollo de los países.
En esta línea de pensamiento, la sociología ha acuñado los términos de “profesiones masculinizadas” y “profesiones feminizadas”, lo que se extiende al trabajo en general y se nutre de las diversas corrientes psicológicas que explican el tema de los roles de género como estereotipos adquiridos en una edad muy temprana.
Se conceptualiza a las profesiones masculinizadas y a las profesiones feminizadas como aquellas que concentran de forma preponderante a individuos de un solo género, por caso el gremio de los pilotos en el género masculino comparado con el de las azafatas en el femenino.
Estas ocupaciones están directamente relacionadas con el poder y el dinero: las profesiones feminizadas implican un estatus social inferior y, por ende, un nivel de ingreso significativamente más bajo.
España, a pesar de estar en el grupo de los países más desarrollados del mundo, ocupando la posición número 26 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), según la última medición del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), no escapa a la problemática sexista en cuanto a las profesiones ejercidas por hombres y mujeres.
Las profesiones feminizadas en España
En nuestro país, la mujer se comenzó a incorporar al trabajo en el siglo XVIII a raíz de la Revolución Industrial, proceso que se produjo más tarde que en otros países europeos. La necesidad de generar recursos adicionales para el hogar las obliga a emplearse, sobre todo en fábricas textiles o como personal de servicio doméstico en casas de familias adineradas.
A partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial (1945), con la creación de importantes organizaciones internacionales y el plan de ayuda por parte de Estados Unidos a las naciones europeas, el trabajo de la mujer comienza a profesionalizarse, pero en posiciones de absoluta inferioridad con respecto a los hombres. Ser secretaria en una empresa era lo máximo a lo que una mujer podía aspirar y esto ya implicaba gran estatus.
Todavía en los años ochenta del siglo pasado –hace apenas cuarenta años– las mujeres dejaban de trabajar al casarse para dedicarse al hogar y a cuidar a los hijos. Igualmente, se consideraba que no era necesario que asistieran a la universidad, porque su destino no era desempeñarse como profesional, sino como ama de casa.
Tan solo en las últimas tres décadas la mujer española comienza a concurrir de forma importante a las universidades y a ocupar cargos de relevancia en las empresas, sin embargo los hombres se mantienen dominando la escena y se evidencian de forma notoria las profesiones feminizadas y las profesiones masculinizadas.
Según el Ministerio de Educación de España, del total de los estudiantes licenciados en el año 2018 en las universidades, el 62% fueron hombres y el 38% mujeres. El 96% se concentró en las áreas de Ciencias Sociales y Jurídicas (20%) y en Ingeniería y Arquitectura (76%).
En cuanto a la graduación por género en estas dos especialidades mayoritarias, tenemos los siguientes índices: Ciencias Sociales y Jurídicas con un 65% de mujeres; Ingeniería y Arquitectura con un 70% de hombres. Así mismo, según algunas otras informaciones, el mundo de las finanzas está liderado por el sexo masculino con un 70% de importancia.
Por suerte, han existido y existen mujeres que se rebelan ante el status quo y nadan a contra corriente para cambiar esta situación. En el mundo del trading, acaparado desde sus inicios por figuras masculinas, suena cada vez más alto el nombre de una mujer. Se trata de Yolanda Veguilla, fundadora de la escuela de formación Orderflowtrade (OFT) especializada en Trading Bursátil.
Aprender a hacer dinero con el Trading
El trading bursátil es una actividad antiquísima. Nace en Bélgica, en una calle que tomó el nombre de La Bolsa por un edificio que tenía en su fachada tres bolsos de piel como escudo de la familia Van Der Buërse. Los que iban a negociar, principalmente pagarés y letras de cambio, se reunían en un café cercano. Posteriormente, en el año 1602, se funda en el viejo edificio la primera Bolsa de Valores del mundo.
El trading no es más que la venta y compra de acciones de las empresas, que necesitan liquidez y ponen en venta una parte de las mismas en forma de participaciones, las cuales los inversores adquieren y posteriormente negocian cuando las condiciones son favorables, obteniendo así beneficios.
Yolanda Veguilla entró en el mundo bursátil hace más de veinte años y esta actividad se convirtió en su medio de superación personal. Después de comprobar que, a través de un adecuado conocimiento y una necesaria disciplina, la actividad del trading funciona como vía para obtener ingresos extra, decidió compartir sus experiencias profesionales a través de cursos especializados para que cualquiera, pero especialmente otras mujeres, puedan tener la facilidad de acceder a conocimientos relacionados con las inversiones en bolsa.
Según sus propias palabras, se trata de transmitir todo lo que a ella le gustaría que le hubieran dicho cuando estaba empezando. Así, en el Curso de Iniciación a la Bolsa, facilita la terminología fundamental y todos los conocimientos básicos para arrancar.
Y a todo esto ha sumado la reciente publicación de un libro titulado Ave Fénix rumbo a Wall Street, en el que comparte episodios muy personales de su vida y explica cómo el trading le ayudó a superarlos y a encontrarse a sí misma.
Todas aquellas interesadas en hacer el curso de Iniciación a la bolsa pueden beneficiarse de un descuento exclusivo introduciendo el código CincoNoticias a la hora de contratarlo.
El empoderamiento de la mujer a través del Trading
Algunas investigaciones sobre la materia certifican que las mujeres tienen grandes aptitudes para el trading bursátil, especialmente porque analizan muchos datos y son muy cuidadosas a la hora de tomar decisiones. Al parecer, el sexo masculino confía más en sus experiencias previas, lo cual hace que frecuentemente actúe de forma impulsiva.
Corrobora esta afirmación el estudio publicado por The Quarterly Journal of Economics, una revista especializada de la Universidad de Oxford que, después de analizar 35.000 cuentas de trading durante seis años, concluyó que las féminas habían ganado más dinero que los hombres.
Basándose en lo importante que fue para su vida la incursión en el mundo del trading, así como por su experiencia de que genera resultados y su convencimiento de que es un importante instrumento de empoderamiento para la mujer, Yolanda Veguilla se ha propuesto romper el paradigma de las profesiones feminizadas.
Con esta idea lanza la campaña #AntesFenixQueLobo, dirigida a movilizar a las mujeres y a promover la idea de que pueden, no solo irrumpir, sino aportar gran valor, a profesiones dominadas hasta ahora por los hombres.