Las medidas de contención de la pandemia del COVID-19 están poniendo a prueba al sistema educativo español y a sus docentes. El cese de la actividad presencial de los centros educativos supera ya el mes, y es muy probable que el curso finalice sin haber pisado las aulas.
Esta situación inesperada ha cogido de improviso a los centros de enseñanza y a todo el cuerpo docente, sobre todo a aquellos profesores que carecían de los conocimientos necesarios para sacar adelante este curso on-line haciendo uso de las TIC y las plataformas de teleformación.
Sin duda, la irrupción del COVID-19 ha acelerado la necesidad de los docentes de formarse en nuevas tecnologías aplicadas a la educación.
Aunque los planes de educación de algunas Comunidades Autónomas como la catalana o la andaluza ya lo contemplaban como requisito necesario en 2025 para acceder a los cuerpos docentes y a los puestos específicos, las prisas han llegado con el coronavirus.
La formación en Competencias Digitales Docentes para impartir teleformación se ha convertido en una necesidad de primer orden.
Formarse en Competencia Digital Docente
La Competencia Digital Docente es una “competencia de competencias”, un conjunto de habilidades que permite desarrollar acciones formativas mediante el uso de herramientas digitales.
Un docente con Competencia Digital demostrable debe estar capacitado para tutorizar cursos en entornos de enseñanza virtual y además debe conocer las estrategias pedagógicas y saber elegir las herramientas adecuadas para desarrollar con éxito programas educativos a través de internet.
Aunque aún no es imprescindible, la acreditación de la Competencia Digital Docente con un Título Homologado podría serlo en los próximos meses para trabajar como docente de teleformación en la Administración Educativa o en centros privados.
Si te dedicas a la formación, el tiempo de confinamiento es una buena ocasión para aprender estas nuevas habilidades o mejorarlas.
La adaptación digital acelerada de los centros educativos
La crisis del coronavirus también ha aflorado uno de los talones de Aquiles de la red de centros educativos públicos y privados: su transformación digital.
El cese de la actividad presencial ha puesto en un brete a miles de centros, academias e institutos de formación para el empleo que no disponían de un campus virtual antes de esta situación sobrevenida.
Los que ya tenían adaptada su oferta académica a la teleformación han mantenido su actividad prácticamente sin interrupciones, y por lógica, son los que menor repercusión económica están sufriendo.
Más bien, al revés.
De hecho, durante el confinamiento el incremento de las búsquedas relativas a la formación on-line anticipa el crecimiento exponencial del volumen de negocio del sector de la educación a distancia.
El mejor indicador de esta tendencia son los datos que arroja el buscador de Google. Desde el inicio del Estado de Alarma, la plataforma detectó un aumento de los términos de búsqueda relacionados con la formación a distancia en nuestro país como: “cursos online”, “estudiar online” o “aprender desde casa”. En Emagister, las búsquedas también se multiplicaron por tres con respecto a la primera quincena de marzo.
Sin embargo, la gran mayoría de propietarios de centros de enseñanza presencial aún no han logrado adaptarse al mundo on-line y siguen bloqueados debido a la falsa creencia de que el salto al mundo on-line es muy complicado y costoso.
Pero nada más lejos de la realidad.
“A pesar de no tener conocimientos previos, trasladar la oferta académica presencial a un entorno de enseñanza virtual es muy sencillo si se cuenta con el asesoramiento personalizado de un técnico especialista en entornos LMS”.
Así lo afirma José Antonio Lorente, técnico de telecomunicaciones y docente experto de Máxima Formación, con 10 años de experiencia en el diseño y la implantación de entornos de enseñanza virtual Moodle.
“Con la plataforma Moodle es posible poner en marcha un campus virtual, en pocos días y sin costes por licencia. Con razón es el sistema más utilizado en universidades y centros de enseñanza de todo el mundo, porque además de ser simple de implementar es fiable y fácil de gestionar”.
