La llegada de un bebé llena nuestras vidas de alegría, amor y aprendizaje. Es una de esas experiencias que te llenan el alma y hacen que tu vida sea plena, a pesar de que lo ponga todo patas arriba, en la mayoría de hogares de forma literal. Pero un bebé no solo llena nuestras vidas, sino que también llena nuestro precioso apartamento de trastos, juguetes y un sinfín de artículos más que en muchos casos hace que parezca que por nuestra casa ha pasado un huracán.
Entre sillita, cochecito, cuna, cambiador, bañera, trona, parque, taca-taca y una eterna lista de productos y artículos que todos nuestros bebés pueden necesitar, nuestro hogar se convierte prácticamente en una guardería personal. Por ello, será muy práctico que durante la espera del niño nos vayamos preparando de forma calmada y sin estrés, equipándonos con aquello que pensamos que podemos necesitar para la crianza y cuidado de nuestro pequeño. Toda ayuda es poca, por lo que aquí os dejamos la página web Pequeño y fuerte, un espacio donde podréis encontrar cantidad de consejos acerca de la crianza del bebé y sobre productos y marcas que pueden sernos muy útiles y cómodos durante este periodo de nuestras vidas.
Entre las principales inquietudes de las madres primerizas están el amamantamiento, la alimentación, la higiene y la estimulación de su aprendizaje. También es un tema delicado el conocido colecho. Cuando usamos este término suele abrirse un debate sobre lo que es mejor para el bebé y para los padres. Durante los primeros meses los niños suelen llorar por las noches, porque están incómodos, tienen hambre, frío o cualquier cosa que se les ocurra. Por ello, aunque algunas personas se manifiestan totalmente contrarias a compartir cama con su bebé, en algunas ocasiones puede ser la mejor opción, para la tranquilidad y el descanso de todos, que tan importante es durante esos meses de crianza. Además, no hace falta que el niño duerma en vuestra cama, sino que podéis haceros con una cuna pegada a la cama, la cual os dará algo de espacio y os evitará tener que levantaros cada cinco minutos a ver cómo está el pequeño. Estas cunas ocupan poco espacio, son ligeras y cómodas, por lo que hacerte con una de estas podría ser una buena opción si el bebé llora mucho. No te preocupes por cuándo llegará el día en que tu niño quiera o pueda dormir solo, nadie ha ido al instituto durmiendo noche sí y noche también en la cama de sus padres. Cada niño es un mundo, tiene sus ritmos y sus miedos y costumbres, pero al final, con cariño y paciencia todos acaban creciendo, y dejan de dormir contigo.
Las dudas de una madre siempre son muchas e inevitables, y las inseguridades también. Si la preocupación está fundamentada o te orienta a informarte de forma sana sobre lo que debes saber, no pasa nada malo, todas las madres nos preocupamos, porque queremos darle lo mejor a nuestros pequeños. No podemos dejar que el miedo se adueñe de la crianza de nuestro hijo, por lo que, contando con tu buena mano para los críos y con la ayuda e información necesaria, te convertirás en la madre que siempre has querido ser.