Siempre pensamos que la imaginación va mucho más allá que la realidad. Pero la verdad es que basta con vivir un poco en este planeta para darse cuenta de cuán equivocados solemos estar en este sentido.
10 fenómenos inexplicables para la ciencia
Como muestra de ello te daremos algunos datos que son totalmente reales y que te harán abrir los ojos como platos.
1. Un planeta sumamente pequeño
Como ya debes saber, Plutón es uno de los planetas más pequeños de nuestro sistema solar, pero seguramente no te imaginas que, si lo extendemos en un plano veremos que su extensión es mucho menor que la de Rusia.
Es decir, que Plutón cabría perfectamente dentro de nuestro planeta.
2. El tamaño no es lo que importa
Y ya que estamos hablando de Rusia, parece que debe de tener mucha población, ¿verdad? Pues así es: allí arriba viven unos 146 millones de habitantes.
Pero en realidad es una minucia si nos fijamos en Bangladesh, un país infinitamente más pequeño y que tiene una población de nada más y nada menos que 176 millones de personas.
3. Un parque que se convierte en lago cada primavera
En Austria existe un parque muy visitado por el público durante el invierno. Se llama Grüner See (o Lago Verde) y es todo un espectáculo de la naturaleza.
Sin embargo, en cuanto llega la primavera desaparece por completo bajo las aguas que llegan como consecuencia del derretimiento de los lagos, convirtiéndolo en una gran laguna.
4. Un cráter en constante crecimiento
Parece que el cabello y las uñas no son lo único que no para de crecer en el mundo.
En Siberia hay un cráter que, desde finales de los años 80, no ha dejado de expandirse a cuestión de 18 centímetros por año. Hoy por hoy mide 1 kilómetro de largo y 86 metros de profundidad.
5. La calle más larga del mundo
Si has comido mucho y quieres ir a dar un pequeño paseo para hacer la digestión, lo mejor es que vayas a Yonge Street, en Toronto, Canadá.
Solamente tienes que comenzar a andar, andar y andar… Eso sí, si pretendes recorrerla de principio a fin será mejor que sepas de antemano que mide unos 56 kilómetros aproximadamente.
Lo bueno es que, al final de la jornada, no te quedarán ganas de cenar sino de irte directo a la cama.