La literatura victoriana se ubica cronológicamente en el siglo XIX y toma su nombre del reinado de Victoria en Inglaterra, uno de los más largos de la historia. Esta fue la época de la consolidación de la Revolución Industrial y de este período datan los primeros estudios serios sobre psiquiatría, que dieron lugar a varias novelas victorianas, así como también apareció la famosa obra de Charles Darwin sobre el origen de las especies que revolucionó la ciencia. No obstante, por sobre todas las cosas, la era victoriana es sinónimo de moralismo y castidad, acompañados de hábitos aberrantes que mucho influyeron en la literatura.
Literatura británica:
Historia, características, escritores y 10 obras importantes de la literatura inglesa
Breve historia de la literatura victoriana
La literatura victoriana se corresponde con el período que abarca el reinado de Victoria en Inglaterra, lo cual va desde el año 1837 al 1901. A nivel global este lapso de tiempo estaría influenciado, en orden cronológico, por el Romanticismo, el Realismo y el Modernismo, sin embargo no se pueden hacer cortes radicales porque unas tendencias se sobreponen con otras.
Aunque en los países de habla hispana el Modernismo comienza en 1880 con el nicaragüense Rubén Darío (1867-1916), los estudiosos de la literatura inglesa concuerdan acerca de que, en el Reino Unido, el Modernismo comienza en el año 1909 con el escritor Thomas Ernest Hulme (1883-1917), lo cual ya estaría fuera de la era victoriana. Por otra parte, específicamente en Inglaterra se produce un género literario particular, que aplica sobre todo a la narrativa.
Por lo anteriormente comentado, no es adecuado hacer una línea del tiempo de los movimientos o géneros literarios respecto a la literatura en la época victoriana, ya que las tendencias coexisten. A continuación reseñamos y comentamos brevemente sobre los estilos que se pueden observar en las obras correspondientes a la literatura inglesa en la época victoriana.
La novela gótica
Este género literario es propio de Inglaterra y comienza a finales del siglo XVIII, para extenderse hasta los últimos años del siglo XIX. La característica principal de la novela gótica es su mezcla de lo romántico con el terror y la ficción. Se ha determinado que la primera obra de este estilo es El castillo de Otranto (1764) de Horace Walpole (1717-1797) y en general las características literarias de la época victoriana se corresponden mayormente con este género.
El Romanticismo
En cuanto al Romanticismo, es una de las características del estilo victoriano resaltantes, aunque suele estar mezclado con otros ingredientes ya mencionados en la novela gótica. De los autores más reconocidos en la era victoriana, las que destacan como pertenecientes al Romanticismo son: Jane Austen (1775-1817), Elizabeth Barret (1806-1861), Charlotte Brontë (1816-1855) y Emily Brontë (1818-1848).
El Realismo
Las novelas realistas no son las más características de la literatura victoriana. La crítica literaria identifica a dos autores destacados del Realismo en este período, los cuales son Charles Dickens (1812-1870) y William Makepeace Thackeray (1811-1863). Respecto al primero ampliamos información más adelante y sobre el último, que nació en la India pero llegó muy pequeño a Londres, entre sus obras más conocidas está La feria de vanidades: una novela sin héroe (1847).
Características de la literatura inglesa del siglo XIX
En la literatura inglesa del siglo XIX coexisten el Romanticismo y el Realismo, pero sobre todo predomina lo gótico. Seguidamente se hace referencia a las características diferenciadoras de estos estilos.
Novela
Entre las novelas inglesas del siglo XIX encontramos importantes obras del Romanticismo y, aunque en menor cantidad, también del Realismo. Pero sobre todo, específicamente en el género narrativo, destaca la novela gótica.
Novela gótica
Este género con frecuencia se inspira en las leyendas y mitologías medievales, por lo que las novelas se desarrollan en monasterios o castillos antiguos, donde viven monstruos malignos quienes generalmente no han elegido la maldad por voluntad propia sino que han sido objeto de alguna maldición o hechizo.
Lo más importante es la ambientación lúgubre y oscura con abundancia de bosques tenebrosos. Aparecen doncellas indefensas, que suelen enamorarse de los vampiros y a veces éstos también sucumben al amor, aunque finalmente suelen ser salvadas por valientes caballeros.
Romanticismo
En esta tendencia predominan las expresiones de sentimientos fuertes y las creaciones son egocéntricas, centradas en lo individual. Todo es irracional, etéreo, lleno de emociones y fantasías. El sentimiento principal alrededor del cual se construye la obra es el amor pasional entre dos personas, el cual con frecuencia es tratado a través de relaciones imposibles o llenas de obstáculos, que en ocasiones se superan pero otras veces no y donde también abundan los desengaños.
Realismo
En contraposición al Romanticismo, el Realismo es más colectivo y se empeña en reflejar situaciones de la vida real, con toda su dureza y dramatismo, por lo que este tipo de novela suele ser un instrumento de denuncia social. La argumentación se basa en hechos y personajes cotidianos y dos elementos que comúnmente predominan en este enfoque son la sátira y la ironía. Igualmente, la formar de narrar es sencilla, cercana al lector, y sin retórica rebuscada.
Poesía
Toda la poesía victoriana está enmarcada en el Romanticismo. Existieron muchísimas mujeres poetas en esta época, ya que mediante esta forma de expresión contrarrestaban su soledad, aislamiento, angustia y sometimiento.
Temas
La temática de la poesía romántica es por excelencia la pasión, los amores imposibles, el abandono, y el desengaño o la decepción amorosa. Otro aspecto recurrente es la muerte y el suicidio, como forma de escapar de las situaciones límites desesperantes. Las letras de estos versos están llenas de nostalgia y de sublimación de todos los sentimientos.
Estructura
El estilo predominante en este tipo de composición era la combinación de versos largos y cortos. Otra de las formas de expresión poética más utilizadas era el soneto, que consta de versos endecasílabos, alternando estrofas de cuatro versos (cuartetos) con estrofas de tres versos (tercetos).
Contexto histórico de la época victoriana
Dado que mediante la literatura se expresan las ideas y los sentimientos, es interesante revisar cuáles eran las circunstancias sociales, políticas y económicas de la era victoriana. Al respecto, es importante acotar que la reina Victoria ocupó el trono casi durante 64 años, por lo que las condiciones no fueron siempre las mismas. A continuación se exponen los aspectos más relevantes de esta etapa de la historia.
La política
Cuando Victoria asumió la corona en 1837 tenía apenas 18 años de edad. Tres años más tarde se casa con su primo Alberto de quien estaba muy enamorada y fue su apoyo hasta que murió en 1861. Desde que Victoria fue coronada, el sistema de gobierno existente era la monarquía parlamentaria, con un primer ministro que provenía del partido mayoritario de la Cámara de los Comunes, quienes son elegidos por votación y representan a las regiones.
También está la llamada Cámara de Lores, cuyos miembros pertenecen a la nobleza y sus cargos son vitalicios y hereditarios. En aquella época esta cámara podía rechazar los proyectos de ley propuestos por los Comunes, por lo que en la práctica eran quienes ostentaban el poder. A través de la Cámara de los Lores Victoria pudo tener el control e imponer su pensamiento puritano, que según dicen le fue inculcado por la madre.
En general el reinado de Victoria se divide en tres períodos: el primero es de adaptación social a los cambios producidos por la Revolución Industrial; el segundo comprende una larga época de estabilidad política; y a partir del año 1866 comienzan los reclamos sociales con protestas que son duramente reprimidas.
La economía
En la época victoriana Inglaterra era la primera potencia mundial, con colonias en todos los continentes que le proporcionaban materias primas para sus industrias incrementando así sus exportaciones, además de lo que se obtenía en las propias minas. El producto interno bruto creció significativamente a lo largo del período victoriano y entre los años de 1850 y 1870 el país llegó a abastecer la mitad de todo el algodón y el hierro que se consumía en el mundo, así como el 66% del carbón.
Lo social
Respecto a lo social, se vigilaba estrictamente la moralidad y se promovían los valores religiosos y de castidad, especialmente en las mujeres que, después de matrimonios arreglados, pasaban a ocuparse del hogar y a procrear hijos, y eran propiedad del esposo.
En los estratos pobres las mujeres trabajaban de sol a sol en las minas y en las fábricas, al igual que los niños, quienes desde muy pequeños eran integrados como obreros. La jornada era de doce horas de lunes a sábado, hasta el año 1847 que se rebajó a diez.
Pero la moral y las buenas costumbres en realidad eran una fachada, ya que la prostitución y los lupanares pululaban. Igualmente, los hombres de las clases altas con frecuencia tenían adicción a las drogas, especialmente al opio, y eran descaradamente adúlteros a pesar de la ideología que se trataba de imponer.
La brecha entre las clases sociales era abismal y, mientras que unos poseían todas las riquezas, los otros vestían con harapos y difícilmente podían comer. A estos últimos, la Revolución Industrial, además, los había sacado del campo y vivían hacinados en los suburbios. Todo esto trajo como consecuencia las afiliaciones a los sindicatos de izquierda y las protestas masivas.
Autores famosos de la literatura victoriana
Entre los más célebres autores de la era victoriana hay una fuerte presencia del género femenino, lo cual no sucede de igual forma en los siglos posteriores. A continuación se hace referencia a seis de ellos, que son especiales por su transcendencia en otros escritores y porque su obra ha permanecido en el tiempo.
Elizabeth Barrett (1806-1861)
Elizabeth Barrett es una las más conocidas autoras de poemas de la época victoriana, siendo especialmente relevante su obra titulada Sonetos Portugueses (1850). El libro contiene 44 poemas de locura de amor referentes a su noviazgo con el escritor inglés Robert Browning (1812-1889), con quien se casó a pesar de la desaprobación de su padre y se fue a vivir a Florencia.
Esta destacada escritora también fue activista en contra de la esclavitud y el trabajo de los niños y su estilo influyó en otros reconocidos autores como es el caso del estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849).
Charles Dickens (1812-1870)
Charles Dickens está considerado como uno de los autores más importantes de la literatura victoriana. Sobre todo se destacó por la creación de personajes que han transcendido en el tiempo, por lo cual su obra está absolutamente vigente dentro de la literatura moderna. Entre sus novelas más famosas está Historia de dos ciudades (1859), que trata sobre la Revolución Francesa.
Dickens pasó por una juventud marcadamente difícil, ya que su padre estuvo mucho tiempo preso debido a su falta de pago ante varias deudas. Él fue recogido en una institución y tuvo que trabajar desde niño en una fábrica, lo que le impidió estudiar y lo obligó a ser mayormente autodidacta.
Charlotte Brontë (1816-1855)
Charlotte Brontë, quien solía utilizar el seudónimo de Currer Bell y también fue poeta, es hermana de otras dos célebres escritoras victorianas llamadas Anne y Emily, representantes del Romanticismo. Su obra cumbre es Jane Eyre (1847), que se convirtió en un clásico de la época. Esta novela está inspirada en su propia vida ya que, al fallecer su madre, ella y sus hermanas fueron enviadas a un internado donde sufrieron serios maltratos y enfermaron de tuberculosis.
George Eliot (1819-1880)
George Eliot es el seudónimo de la escritora inglesa Mary Ann Evans quien, como todas las autoras de la época, utilizaban un nombre masculino para que sus obras no fueran ignoradas. Fue una intelectual destacada de la era victoriana ya que, debido a que su padre era de pensamiento liberal, recibió una educación no usual para el sexo femenino.
Mary Ann Evans está considerada entre los más notables autores de literatura victoriana y tuvo gran influencia en el famoso escritor francés Marcel Proust (1871-1922). Su obra más destacada, catalogada por algunos como de las mejores novelas victorianas y también de todos los tiempos, es Middlemarch (1874).
Lewis Carroll (1832-1898)
Lewis Carroll, cuyo verdadero nombre es Charles Lutwidge Dodgson, es otro de los mejores autores victorianos. Fue además ministro eclesiástico, matemático, poeta y fotógrafo. Esta última afición le causó muchos problemas con la moral imperante, ya que le gustaba retratar a las niñas y por tal motivo fue acusado de pedófilo.
Sus obras más reconocidas fueron Alicia en el país de las maravillas (1865) y A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (1871). Estas dos narraciones también pusieron su reputación en entredicho y se dijo que consumía drogas psicodélicas y por eso Alicia tiene alucinaciones. Por otra parte, aunque su poesía en inglés para niños no es demasiado conocida, escribió varios libros de este género.
Oscar Wilde (1854-1900)
Entre los autores victorianos ingleses sin duda el más relevante de todos es Oscar Wilde, nacido en Irlanda, quien sufrió con cárcel y condena a trabajos forzados los estrictos preceptos morales de la época al ser acusado de homosexual. En la prisión creó una de sus obras más conocidas, llamada De Profundis (1897), que es una larga carta dirigida al amigo causante de su desgracia.
Aunque escribió muchos cuentos, Wilde fue sobre todo un poeta exquisito. Leer las letras de poemas cortos de su autoría es una verdadera experiencia estética y sentimental. Adicionalmente se destacó como gran dramaturgo y es célebre su obra cumbre titulada La importancia de llamarse Ernesto (1895).
Obras literarias notables del período victoriano
El período victoriano, así como todo el siglo XIX, fue especialmente prolífico en la creación literaria. Muchas obras famosas se publicaron durante esta época, predominando entre las más reconocidas la novela gótica.
1. Orgullo y prejuicio (1813)
Orgullo y prejuicio es una novela romántica y al mismo tiempo una comedia por la forma irónica con que su autora, Jane Austen (1775-1817), trata las situaciones y los personajes. A pesar de que la trama, que se refiere a los sentimientos humanos encontrados, se sitúa durante la monarquía de Jorge III (1738-1820) y la obra fue publicada antes de comenzar el reinado de Victoria, se convirtió en un clásico de la literatura victoriana.
2. Cumbres Borrascosas (1847)
Esta novela es catalogada como una de las más notorias en cuanto a la literatura inglesa de la época victoriana. Su autora es Emily Brontë (1818-1848) y la obra pertenece al género de ficción gótica, característico de este período, al tiempo que también es una de las típicas novelas románticas victorianas. La trama se desarrolla alrededor de la finca Cumbres Borrascosas y narra una historia de venganza, a raíz de que un niño abandonado es recogido por los propietarios del lugar.
3. Jane Eyre (1847)
Entre los libros de literatura victoriana, esta obra es considerada la novela romántica mezclada con misterio más clásica de la época. Fue escrita por Charlotte Brontë (1816-1855) y se refiere a lo que sucede en un internado destinado a niñas huérfanas, las cuales son sometidas a condiciones de extrema dureza. La segunda parte comienza cuando la protagonista, llamada Jane Eyre, ya es grande y logra salir del colegio para emplearse como institutriz en una casa donde van a suceder cosas muy extrañas.
4. La pequeña Dorrit (1855)
Éste es uno de los mejores libros de la época victoriana por ser una crítica a la justicia y narrar una problemática relacionada con las cárceles donde eran condenados los hombres que no podían pagar sus deudas. Lo mismo le sucedió al propio padre del autor, quien es Charles Dickens (1812-1870) y fue un hecho traumático en su vida.
En esta época se estilaba que las familias del recluso se fueran a vivir también a la prisión. La pequeña Dorrit, por ser hija de uno de los presidiarios, se cría entre rejas. Ella es la protagonista de la historia, la cual termina cuando ya es una mujer y ha vivido dramáticas experiencias relacionadas con su pasado.
5. El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886)
Esta obra de Robert Louis Stevenson (1850-1894) es una de las más importantes novelas victorianas inglesas, ya que específicamente evidencia cómo era la sociedad de represiva en aquel entonces. De hecho, el Dr. Jekyll es un médico muy respetado, que sigue estrictamente todas las pautas establecidas, pero crea a Mr. Hyde para liberarse y cometer actos no aceptables socialmente.
Existen varias teorías acerca de la intención del autor, las cuales se pasean por la idea de reflejar un trastorno de la personalidad o también para mostrar el bien y el mal que existe simultáneamente en todos los seres humanos. Sin embargo, al leer con atención el libro, y especialmente el final, parecería más bien una fuerte crítica social.
6. El retrato de Dorian Gray (1890)
El retrato de Dorian Gray es la única novela escrita por Oscar Wilde (1854-1900) y la obra está calificada como de las últimas clásicas pertenecientes al género gótico. El contenido de este relato se ha convertido en una especie de mito para resaltar la vanidad y la ambición de permanecer siempre joven, por lo que se le puede considerar como una novela victoriana actual.
La trama se refiere a un pintor que se siente atraído por un bello joven, cuyo nombre es Dorian Gray, y lo retrata en un lienzo. Por una suerte de hechizo, la figura de Dorian se mantiene intacta mientras que la imagen del cuadro va envejeciendo. Debido a la temática, este libro fue utilizado en contra de Oscar Wilde durante su juicio por homosexualidad.
7. Las aventuras de Sherlock Holmes (1892)
Este libro es otra de las destacadas obras de literatura victoriana y reúne doce narraciones que son cuentos separados. La primera de ellas se llama Estudio en escarlata y es donde Sherlock Holmes y el Dr. Watson se conocen. Ambos personajes, que transcendieron a su autor, fueron creados por Arthur Conan Doyle (1859-1930), quien estudió medicina y también escribió novelas históricas.
El detective Holmes es poseedor de una inteligencia súper especial, la cual nutre con una capacidad de observación única, a la que no se le escapa ni un solo detalle. Por su parte Watson es un médico, que acompaña a Holmes como asistente y además es quien narra las historias.
8. Drácula (1897)
Drácula es una de las más fascinantes novelas victorianas de misterios y terror escritas en la historia. Su autor es Bram Stoker (1847-1912), especialista en relatos macabros, quien para crear al vampiro Drácula se inspiró en un príncipe real rumano al que llamaban “Vlad el empalador”. Este personaje, que vivió en siglo XV, tiene fama de haber sido especialmente cruel.
El libro comienza cuando un abogado visita a su cliente en un castillo de Transilvania, donde se queda hospedado, y comienza a observar conductas muy extrañas en su anfitrión. Luego es secuestrado y se convierte en prisionero hasta que logra escapar, pero este suceso es apenas el inicio de todos los acontecimientos que siguen en la terrorífica narración.
El período del reinado de Victoria en Inglaterra es uno de los más interesantes para ser estudiado en profundidad, por todas las contradicciones que se produjeron, lo cual fue determinante para la fecundidad de la literatura victoriana. Es especialmente resaltante la cantidad de mujeres que escribieron novelas victorianas de todo tipo, al igual que mucha poesía, en gran parte para contrarrestar la discriminación y el sometimiento que sobre ellas pesaba.
Estoy tan emocionada de leer este. ¡¡Es maravilloso!!