Alguien capaz de atravesar situaciones difíciles o traumas define resiliencia (seres resilientes), esta capacidad puede evaluarse o simplemente notarse en algunas personas y viene acompañada de ciertas perspectivas y mentalidades que le facilitan a alguien perseverar. Hay un significado espiritual de resiliencia, pero la psicología como ciencia provee un mejor concepto.
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¿Qué es una persona resiliente?
¿Qué es resiliencia emocional? La vida está llena de momentos buenos y malos, algunos más intensos y frecuentes que otros, las personas simplemente esperan poder disfrutar de sus experiencias positivas y poder atravesar los momentos difíciles.
No obstante describirlo así es algo muy sencillo a comparación con la realidad, lo cierto es que hay una infinidad de situaciones o dificultades que pueden experimentar las personas, sumado al hecho de que su percepción es única por lo que todos vivirán de forma distinta las experiencias negativas, 2 personas en circunstancias similares pueden pasar por la misma experiencia y responder de maneras totalmente diferentes, la individualidad de cada uno juega un papel importante a la hora de afrontar algo.
¿Qué quiere decir resiliencia? Tampoco hay que dejar de lado los múltiples contextos que ayudan a conformar la personalidad de alguien, algo sencillo de entender por ejemplo son los recursos que tenga alguien para afrontar una situación, por ejemplo ante una enfermedad, alguien con seguro médico y dinero ahorrado tendrá mejores herramientas que alguien sin seguro y con deudas por ejemplo. Además de factores lógicos como el anterior también hay otros como la crianza, valores, personalidad, carácter, experiencia en situaciones similares etcétera, no de estos factores determinantes es la resiliencia.
¿Qué significa la palabra resiliencia? La definición de resiliencia es concepto físico que hace referencia a la capacidad de un material a tolerar condiciones como el estrés sin romperse o generar daños considerables a su estructura, pero este concepto fue adoptado por la psicología, pues puede aplicarse de forma parecida a la experiencia humana, en psicología la resiliencia es la capacidad de un ser humano para superar condiciones adversas, dichas condiciones se pueden presentar de muchas formas con todos los elementos mencionados anteriormente.
Se puede decir que una persona resiliente es más propensa a perseverar después de haber sufrido una o más experiencias negativas, mientras que alguien poco resiliente tiene más probabilidades de rendirse o quedarse anclado en alguna de las experiencias.
Ventajas, ejemplos y significado de resiliencia
¿Qué es ser resiliente? Ahora, con toda la descripción del concepto de resiliencia y de qué forma puede o no influir en la vida de alguien, es justo pensar que se trata de una cualidad que puede brindar ventajas y beneficios, y tal es el caso, ser una persona resiliente puede acarrear ventajas importantes en la vida de alguien. Antes de iniciar a enlistarlas hay que aclarar que al igual que muchas características de la personalidad la resiliencia tiene niveles, no es algo que se tenga o no, sino que algunos tienen un nivel más alto de resiliencia que otros.
Alcanzar metas (significado de resiliente)
La resiliencia es una característica que puede llegar a ser crucial durante la persecución de un objetivo, en el camino para alcanzar algunas metas lo más probable es que se experimente el fracaso en algún momento, por lo tanto cierto nivel de optimismo y un buen nivel de resiliencia para poder soportar el evento puede ser el factor determinante para la decisión de seguir intentándolo.
El ejemplo anterior es de una situación regular, pero la resiliencia juega un papel importante en eventos más traumáticos como la pérdida de un ser querido por ejemplo. Se espera que estos eventos o circunstancias hagan que quienes lo sufren deban tomarse un tiempo para recolectarse y vivir las primeras etapas del duelo, pero eventualmente también es socialmente esperado que esas mismas personas vuelvan a su rutina normal sin mayor inconveniente, la resiliencia influye en la capacidad de alguien de poder atravesar su duelo hasta volver a un estado de bienestar.
Aprender (cómo ser resiliente)
Otra ventaja de la resiliencia ocurre después de atravesar la adversidad o el trauma, una persona resiliente es capaz de aprender después de experimentar uno de estos eventos, hay casos donde el evento pudo ser evitado en caso de haber tomado otras decisiones por ejemplo, pero hay otros en donde ocurrió independientemente de la persona (como el ejemplo anterior de una pérdida).
En todos casos alguien puede encontrar algo de qué aprender, si es en el primer caso puede utilizar la experiencia para informarse en el futuro y evitar de nuevo la misma adversidad, y si es en el segundo caso alguien resiliente (y con un buen nivel de inteligencia emocional también) puede aprender acerca de su propio proceso, la forma en la que vive el duelo, así también que fue lo que le ayudó y lo que no lo ayudó a sentirse mejor durante el proceso, todo esto es información valiosa que será útil en caso de que vuelva a experimentar algo parecido.
Entusiasmo
Otra ventaja está relacionada a la perspectiva que puede tener alguien resiliente y está relacionada a la percepción de la vida, alguien que acepte que la vida está compuesta de éxitos y fracasos o de experiencias positivas y negativas estará mejor preparado y posiblemente más entusiasmado a comparación de alguien que no.
Cualidades de una persona con resiliencia
Existen pruebas, test y métodos para poder medir qué tan resiliente es una persona, estos métodos son implementados por profesionales de la salud mental que sepan administrarlos y posteriormente interpretar los resultados.
Sin embargo, alguien es capaz de emitir sus propios juicios acerca de qué tan resiliente es alguien, a menudo la experiencia es un indicador que facilita este juicio, si se conoce a alguien que ha pasado por varias adversidades y haya logrado perseverar es justo asumir que se trata de alguien resiliente, además de eso hay ciertos hábitos o conductas que pueden ser un indicio hacia esta capacidad humana.
1. Autoconocimiento
El autoconocimiento es un factor importante en personas resilientes y está directamente relacionado con otro habito que se explorará más adelante (el objetivismo) y es que las personas resilientes tienden a ser conscientes de sus propias fortalezas y debilidades, este conocimiento es útil porque brinda información que ayuda a alguien a enfocarse en lo que puede hacer mejor y evitar o delegar los aspectos donde no cuenta con experticias.
Además de eso el autoconocimiento permite poder delegar de forma más justa la responsabilidad al momento de un fracaso, por ejemplo si alguien se embarcó en un viaje en el que sabía que las probabilidades no estaban a su favor, si se es autoconsciente de esto es más sencillo aceptar la responsabilidad de las decisiones.
2. Aceptar la incertidumbre
Otra habilidad relacionada a la resiliencia se aplica cuando se llega a los límites del autoconocimiento, pues es algo claro que no siempre se maneja toda la información y que por más identifiquemos los puntos fuertes y débiles de alguien a veces el éxito o fracaso de algo dependerá de un factor externo del cual no se tiene ningún control. Lo lógico de alguien motivado es que intente mejorar sus probabilidades de éxito, pero a veces esto no será suficiente, por lo tanto alguien resiliente aparte de conocerse a sí mismo debe tener conocimiento de la situación y poder aceptar la incertidumbre, esto aplica desde el ser rechazado para un puesto de trabajo hasta experimentar una tragedia.
3. Objetividad
El hábito relacionado al autoconocimiento es la perspectiva objetiva, claramente la percepción humana siempre contará con un grado de subjetividad, pero el intentar ver las cosas de la forma más objetiva posible puede ser crucial para el desarrollo de la resiliencia.
Para ilustrar esto se darán los mismos 2 ejemplos del párrafo anterior, el rechazo de un trabajo y una tragedia (la muerte de una mascota por ejemplo), alguien resiliente puede afrontar el rechazo laboral con pensamientos como que quizás encontraron a un candidato con un mejor currículo o mejores conexiones y al mismo tiempo sentirse a gusto consigo mismo por haber hecho su mejor esfuerzo, mientras que alguien no resiliente puede pensar que no fue contratado porque no es lo suficientemente bueno.
Ambos experimentaran sentimientos negativos, pues es parte normal del rechazo, pero sus mentalidades y perspectivas diferentes les facilitarán o dificultarán el seguir adelante. Lo mismo ocurre en el segundo ejemplo, no se trata de que la persona resiliente no sienta el dolor de perder a su mascota (si lo hace) pero su habilidad le ayudará a transitar por el duelo de la mejor forma posible y eventualmente volver a sentirse bien.
En conclusión, los humanos son seres resilientes en general, sin embargo hay personas resilientes y personas que no lo son tanto, esta capacidad puede llegar a ser extremadamente útil y puede ayudar a quienes pasen por momentos difíciles, por lo que desarrollarla es una meta a considerar, preferiblemente con asistencia psicológica.