En un giro inesperado, las autoridades chinas han anunciado la cancelación de la conferencia de prensa anual del primer ministro tras la clausura de la reunión parlamentaria. Esta decisión pone fin a una tradición de tres décadas que se remonta a 1993 y que permitía a los medios de comunicación nacionales e internacionales hacer preguntas al jefe del Consejo de Estado sobre las políticas económicas y otros asuntos de relevancia.
El portavoz del Congreso Nacional del Pueblo, Lou Qinjian, confirmó que, salvo circunstancias excepcionales, no habrá más conferencias de prensa de este tipo por parte del primer ministro Li Qiang después de las reuniones parlamentarias anuales hasta el año 2027, cuando finalice el actual período legislativo.
Las conferencias de prensa del primer ministro solían ser el punto culminante de la reunión parlamentaria anual.
Durante las décadas de 1990 y 2000, cuando China abría su economía al mundo, estas conferencias de prensa eran vistas como una oportunidad para dilucidar las políticas del país y atraer inversión extranjera. Sin embargo, la decisión actual ha sido interpretada por algunos analistas como una señal de la disminución de la autoridad del primer ministro y una indicación de que la segunda economía más grande del mundo podría estar encaminándose hacia un «aislamiento».
Chen Daoyin, un comentarista político independiente que enseñó en la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de Shanghai, expresó:
«China se dirigía hacia una era de apertura. Ahora se dirige hacia una era de aislamiento, como lo demuestra la cancelada conferencia de prensa del primer ministro».
No obstante, Lou Qinjian afirmó que, durante la reunión parlamentaria de una semana de duración, habrá más sesiones informativas sobre diplomacia, economía y medios de vida del pueblo por parte de los ministros del gobierno.
Esto sugiere que, aunque la conferencia de prensa del primer ministro ha sido cancelada, el gobierno chino aún tiene la intención de comunicar sus políticas a través de otros canales.
La decisión ha sido interpretada como una señal de la disminución de la autoridad del primer ministro y un posible aislamiento de China del mundo exterior.
Mientras tanto, algunos expertos sugieren que esta decisión refleja los esfuerzos de Beijing por controlar aún más la narrativa sobre el estado de China. Wen-Ti Sung, politólogo de la Universidad Nacional de Australia, señaló que «alejarse voluntariamente del centro de atención es un acto de lealtad» del primer ministro Li Qiang hacia el presidente Xi Jinping, quien es visto como el «arquitecto de políticas».
En el pasado, las conferencias de prensa del primer ministro solían ser el punto culminante de la reunión parlamentaria, ya que las respuestas del jefe del Consejo de Estado sobre la economía se consideraban de gran autoridad y perspectiva. Sin embargo, la cancelación de esta tradición marca un cambio significativo en la forma en que China aborda la transparencia y la comunicación con el mundo exterior.
