En los oscuros confines de la cárcel de Yeserías, un rayo de esperanza ha brillado durante cuatro décadas. Yeses, una compañía de teatro fundada por Elena Cánovas, una visionaria funcionaria de prisiones, ha desafiado las barreras convencionales y ha dado voz a aquellas cuyas historias a menudo quedan silenciadas.
El proyecto se inició un 22 de marzo de 1984.
El 22 de marzo de 1984, Elena concibió la idea de crear un espacio artístico dentro de los muros de la prisión. Convencida de que el teatro podría ser una herramienta transformadora, reunió a un grupo de reclusas dispuestas a explorar sus talentos y a contar sus historias de una manera única.
A lo largo de los años, Yeses ha crecido y evolucionado, convirtiéndose en un refugio para aquellas que buscan redención y autorrealización. Las integrantes de la compañía, mujeres cuyas vidas han sido marcadas por el delito y el sufrimiento, encuentran en el escenario una plataforma para canalizar sus emociones y dar voz a sus experiencias.
«El teatro nos ha permitido salir de la oscuridad y brillar bajo los reflectores»,
Comenta María, una de las actrices más veteranas de Yeses.
«Cada vez que piso el escenario, siento que me libero de las cadenas del pasado y me convierto en una persona diferente».
Las obras de Yeses abordan temas como la violencia doméstica, la adicción y la marginación social.
Las obras de Yeses abordan temas controvertidos y desafiantes, desde la violencia doméstica hasta la adicción y la marginación social. Mediante la interpretación, estas mujeres encuentran una voz que les ha sido arrebatada, desafiando los estereotipos y fomentando la comprensión y la empatía en el público.
Pero Yeses no se limita a las paredes de la prisión. En ocasiones especiales, las actrices tienen la oportunidad de salir de gira, llevando sus actuaciones a teatros y centros comunitarios de toda la región. Estas giras son momentos de libertad temporal, donde las reclusas pueden respirar el aire fresco de la sociedad y compartir su arte con un público más amplio.
«Ver a estas mujeres brillar en el escenario es una experiencia conmovedora», afirma Elena, la fundadora de Yeses.
«A través del teatro, hemos podido tocar corazones y mentes, desafiando los prejuicios y promoviendo la rehabilitación de una manera única».
Con cada actuación, Yeses demuestra que el arte puede ser una fuerza poderosa para la transformación individual y social. Estas mujeres, que una vez fueron condenadas por sus acciones, ahora son aplaudidas por su valentía y su capacidad para contar historias que inspiran y desafían.