La encuesta ha revelado que el 83% de los españoles, considera que emprender en este país es una tarea ardua, si no difícil. Sin embargo, a pesar de esto, aún hay un 21% que contempla la posibilidad de lanzarse al mundo empresarial.
Los datos provienen de la segunda edición del Barómetro del Empresario, presentado en Valencia.
Regiones como Andalucía, Madrid y la Comunitat Valenciana lideran en porcentaje de emprendimiento, seguidas de cerca por Cataluña, Galicia y Castilla-La Mancha.
Aunque el espíritu emprendedor parece estar vivo en estas áreas, la satisfacción entre los empresarios ha experimentado un ligero declive en comparación con años anteriores. Sorprendentemente, seis de cada diez emprendedores lamentan no haber iniciado su propio negocio.
Estos resultados, basados en una encuesta a casi 4.000 personas, fueron presentados por el sociólogo y empresario Narciso Michavila durante un evento organizado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).
Además de analizar las percepciones sobre el emprendimiento, la investigación arrojó luz sobre la contribución de los empresarios a la sociedad española.
A nivel económico, las empresas privadas son pilares fundamentales. Representan el 84,6% del empleo en España y contribuyen con el 86% del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto subraya la importancia del sector empresarial en la generación de riqueza y empleo en el país. Sin embargo, el panorama no es del todo positivo en términos de satisfacción entre los emprendedores.
Aunque el 77% de los encuestados tiene una imagen positiva de los empresarios, la satisfacción entre quienes han emprendido ha disminuido en comparación con años anteriores.
Esto plantea preguntas sobre los desafíos específicos que enfrentan los empresarios en España y si se están tomando medidas adecuadas para abordarlos. En términos de demografía empresarial, persisten preocupaciones sobre la representación de ciertos grupos.
Más de la mitad de los encuestados cree que las mujeres enfrentan mayores dificultades para emprender, en parte debido a la escasa presencia de referentes femeninos en el mundo empresarial.
Del mismo modo, los jóvenes también enfrentan obstáculos, principalmente debido a la falta de experiencia y la cuestionable legitimidad percibida.
Más allá de las percepciones, las cifras concretas pintan un panorama interesante. De las 3,2 millones de empresas en España, el 53,6% son empresas sin asalariados, lo que subraya la importancia de los autónomos y microempresas en el tejido empresarial.
No obstante, solo el 0,15% son grandes empresas, lo que sugiere que el emprendimiento aún está dominado por empresas más pequeñas.
La contribución de las empresas a la actividad económica se refleja en varios aspectos. Por ejemplo, el sector privado aporta el 86% del PIB, según datos de 2022. Además, las empresas privadas lideran en términos de inversión ejecutada, con un total de 253.252 millones de euros.
Este flujo de inversión, en su mayoría destinado a sectores como las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), destaca el papel fundamental del sector privado en la innovación y el desarrollo económico.