La música digital ha experimentado una transformación notable en los últimos años, y Spotify, una de las plataformas líderes en la industria del streaming, está a punto de introducir una innovación que podría cambiar la forma en que los oyentes interactúan con sus canciones favoritas.
El término «audio manipulado» ha ganado relevancia en el mundo de la música en línea. Este fenómeno se refiere a pistas que han sido modificadas de diversas maneras antes de ser cargadas en Internet.
Desde aceleraciones hasta ralentizaciones o cambios en el tono, estas modificaciones están dando forma a una nueva narrativa en la industria discográfica.
Un estudio reciente realizado por Pex reveló que más del 38% de todas las canciones encontradas en TikTok fueron modificadas de alguna manera en 2023.
Esta cifra representa un aumento significativo con respecto al 24.55% registrado en 2022. La tendencia es clara; la manipulación de audio está en aumento, y las plataformas de transmisión de música deben adaptarse.
En respuesta a esta tendencia, Spotify está trabajando en una función que permitirá a sus usuarios modificar la velocidad o el tono de las canciones según sus preferencias.
Según reportes, esta iniciativa busca no solo satisfacer las demandas de una audiencia más joven, sino también generar nuevos ingresos para los artistas.
El plan de Spotify es permitir que los usuarios creen versiones personalizadas de canciones, adaptándolas a su gusto.
Sin embargo, las discusiones sobre los detalles de esta función aún están en una etapa temprana, y se requiere la negociación de acuerdos de licencia con los titulares de derechos de música.
Se espera que los suscriptores Premium de Spotify tengan acceso a los elementos básicos de esta herramienta.
Además, se rumorea que la compañía podría lanzar un nivel “Supremium”, ofreciendo herramientas más avanzadas de modificación de canciones y música sin pérdida de 24 bits.
La manipulación de audio plantea desafíos significativos en cuanto a derechos de autor y regalías para los artistas originales.
Más de un millón de pistas “manipuladas” están disponibles en servicios de transmisión de audio, y muchas de estas canciones no están debidamente licenciadas.
Esto significa que los artistas pueden perder regalías y enfrentar problemas legales debido a la explotación no autorizada de sus obras.
Recientemente, un rapero fue condenado a pagar más de 745.000 euros en daños a Sony Music por usar una muestra no autorizada en su éxito de TikTok.
Este caso destaca la importancia de abordar la manipulación de audio de manera adecuada en todas las plataformas de transmisión.
Aunque Universal Music Group retiró su catálogo oficial de TikTok, aún existen numerosas versiones «manipuladas» de grabaciones de UMG en la plataforma ByteDance.
Estos casos subrayan los retos que enfrentan los titulares de derechos en un entorno digital en constante cambio.