Un fenómeno alarmante está ocurriendo en los arrecifes de coral de todo el mundo. Desde Australia hasta Kenia y México, estos exuberantes ecosistemas submarinos están tomando un color blanco aterrador.
Según los expertos, esto marca el cuarto evento global de blanqueamiento en las últimas tres décadas.
Desde febrero de 2023, al menos 54 países y territorios han sido testigos de un blanqueamiento masivo en sus arrecifes.
Este dramático cambio se atribuye al calentamiento de las aguas oceánicas debido al cambio climático, según informa el Coral Reef Watch de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA), la principal entidad de monitoreo de arrecifes de coral del mundo.
El blanqueamiento es desencadenado por anomalías en la temperatura del agua, lo que provoca que los corales expulsen las algas coloridas que viven en sus tejidos. Sin estas algas, los corales no pueden sobrevivir.
Derek Manzello, coordinador de Coral Reef Watch explicó que más del 54 por ciento de las áreas de arrecifes en el océano global están experimentando estrés térmico a nivel de blanqueamiento.
Este preocupante anuncio fue hecho en colaboración entre la NOAA y la Iniciativa Coralina Internacional (ICRI), una asociación global de conservación.
Para que un evento sea considerado global, debe haber un blanqueamiento significativo en las tres cuencas oceánicas: el Atlántico, el Pacífico y el Índico, dentro de un período de 365 días.
El patrón climático de El Niño, que trae consigo temperaturas marinas más cálidas, ha coincidido con los últimos eventos de blanqueamiento en 1998, 2010 y 2014-2017, así como con el actual.
Las temperaturas superficiales del mar han alcanzado niveles récord en el último año, exacerbadas por el cambio climático.
Los corales, invertebrados que viven en colonias, se encuentran en grave peligro.
«Lo que está sucediendo es nuevo para nosotros y para la ciencia», dijo el ecólogo marino Lorenzo Alvarez-Filip de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El futuro de los arrecifes de coral es incierto. A pesar de los esfuerzos, los científicos están preocupados por la falta de recuperación de estos ecosistemas ante el estrés térmico.
David Obura, un ecologista, enfatizó que la disminución de los arrecifes de coral es inevitable a menos que se tomen medidas decisivas para frenar las emisiones de dióxido de carbono, principales impulsores del cambio climático.
Se estima que los arrecifes de coral proporcionan alrededor de 2.500 millones de euros en bienes y servicios cada año.
El impacto económico de la pérdida de arrecifes de coral va más allá de su valor ecológico.
Las comunidades costeras dependen de estos ecosistemas para su sustento, ya que brindan hábitats para peces y otros organismos marinos que son vitales para la pesca y el turismo.
Además, los arrecifes de coral actúan como barreras naturales contra las tormentas y las marejadas, protegiendo las costas de la erosión y reduciendo el daño causado por los eventos climáticos extremos.
La situación es especialmente preocupante dado que los eventos de blanqueamiento se están volviendo más frecuentes e intensos.
La ciencia advierte que si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático, la pérdida de arrecifes de coral será irreversible.
En este contexto, la comunidad internacional ha intensificado los esfuerzos para proteger y conservar los arrecifes de coral.
Se están implementando medidas de gestión costera y de conservación marina, así como campañas de concienciación pública sobre la importancia de estos ecosistemas y la necesidad de protegerlos.