En un llamado urgente a la acción, organizaciones ambientalistas han puesto de relieve la alarmante tasa de consumo de recursos naturales en España.
Según cálculos de la Red Global de la Huella Ecológica, el próximo 20 de mayo, nuestro país habrá agotado la totalidad de los recursos renovables que le corresponden para todo el año 2024.
Este indicador, conocido como el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra, revela un desequilibrio preocupante entre el consumo humano y la capacidad regenerativa del planeta.
El informe presentado por Amigos de la Tierra España arroja luz sobre una realidad inquietante.
A partir del 20 de mayo, la nación ibérica entrará en un déficit ecológico, consumiendo recursos a un ritmo insostenible que sobrepasa los límites de regeneración natural.
Esta situación no solo amenaza la preservación del medio ambiente, sino que también pone en riesgo la calidad de vida de las generaciones futuras.
Adriana Espinosa, responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra, afirmó que es de vital importancia limitar el uso indiscriminado de materiales y energía para adecuarse a la capacidad que el planeta tiene para regenerarse.
El sistema actual es totalmente inviable para sostener la vida en la Tierra.
Los datos revelan una realidad alarmante. La Unión Europea, de la cual España forma parte, duplica los límites considerados seguros y sostenibles en cuanto al consumo de combustibles fósiles, biomasa, metales y minerales.
Además, el informe destaca la desigualdad inherente al sistema actual, donde el 1% de la población más pobre es responsable de solo el 1% del consumo mundial, mientras que el 1% más rico consume el 72%.
«La crisis ecológica y social actual no admite medidas cosméticas. La Unión Europea debe abandonar ya el dogma del crecimiento ilimitado. Lo utópico es creer que podemos seguir consumiendo al ritmo actual sin que haya consecuencias sociales y ambientales desastrosas», enfatizó Espinosa.
Ante este escenario crítico, Amigos de la Tierra ha exhortado al Gobierno español a tomar medidas contundentes.
Entre ellas, se destaca la necesidad de adoptar un objetivo vinculante para reducir la huella material a nivel estatal, acompañado de un plan con medidas concretas para alcanzarlo.
Asimismo, se insta a implementar de manera efectiva la Directiva por el Derecho a Reparar, aprobada recientemente por las instituciones europeas, con el fin de prolongar la vida útil de los productos y fomentar su reutilización y reparación.
Espinosa aseguró que alargar la vida útil de los productos, facilitar su reutilización y reparación, son medidas concretas que ya se pueden adoptar, pero que deben adoptarse dentro de un cambio de paradigma que deje de derrochar recursos naturales y priorice la justicia social y ambiental.