En un escenario en el que el Gobierno pretende reducir la jornada laboral semanal a 35 horas, una encuesta a nivel nacional ha desvelado que ocho de cada diez trabajadores en España respaldarían esta medida, siempre y cuando no suponga una disminución de sus ingresos.
Sin embargo, en caso de que conlleve una reducción salarial, el rechazo se dispararía hasta alcanzar el 70% de los consultados.
La «VII Encuesta de percepción social de la innovación en España» (EPSI), elaborada por Cotec y Sigma Dos a partir de 7.243 entrevistas, arroja luz sobre las principales preocupaciones de los trabajadores respecto a esta posible reforma laboral.
Entre aquellos que muestran inquietud, el 35% teme una reducción de sus sueldos, seguido de la pérdida de beneficios empresariales (32%) y la pérdida de competitividad del país (29%).
No obstante, la gran mayoría de los encuestados no prevé efectos negativos significativos derivados de la reducción de la jornada laboral.
Muy pocos dudan de que esta medida mejoraría su calidad de vida, y consideran que no afectaría a su motivación ni a su productividad en el trabajo.
La encuesta también aborda la percepción de los ciudadanos sobre el impacto del cambio tecnológico en el mercado laboral.
El 61% de los participantes cree que la reducción de la jornada laboral llegará como consecuencia de la automatización y la incorporación de nuevas tecnologías, un porcentaje que supera en 16 puntos al registrado hace cinco años.
Cuando se les pregunta sobre sus preferencias para implementar la semana laboral de 35 horas, seis de cada diez trabajadores (61%) optan por concentrar el trabajo en cuatro días, mientras que el resto prefiere mantener los cinco días, pero trabajando menos horas diarias.
Esta preferencia por la semana laboral de cuatro días es especialmente marcada entre los menores de 30 años, con un 69% a favor.
Los resultados de la encuesta también revelan una creciente conciencia sobre el impacto de la automatización en el empleo.
El 62% de la población cree que la mayoría de los puestos de trabajo actuales serán desempeñados por máquinas en los próximos 15 años.
Sin embargo, todavía hay un 47% de trabajadores que piensa que «de ninguna manera» un robot podrá sustituirlos en su puesto de trabajo, una cifra que ha disminuido significativamente desde el 63% registrado en 2019.
Esta percepción varía según el sector de empleo. Mientras que el 53% de los trabajadores del sector público cree que no puede ser reemplazado por una máquina, esta cifra desciende al 45% en el caso de los empleados del sector privado.
A pesar de estas preocupaciones, más de la mitad de los españoles (54%) opina que la tecnología crea más empleo del que destruye, la mayor diferencia registrada en las siete ediciones de la encuesta en comparación con los que opinan lo contrario (39%).
Sobre el teletrabajo, un 16% de los trabajadores por cuenta ajena y un 32% de los autónomos afirman practicarlo.
La gran mayoría de los teletrabajadores (96%) se siente capacitado para esta modalidad de empleo, el 89% opina que no disminuye su productividad y el 88% defiende que mejora su conciliación personal y laboral.