Un estudio reciente ha logrado un avance importante en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades renales asociadas con el síndrome nefrótico.
La investigación, llevada a cabo por el Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf en Alemania, se ha publicado en el ‘New England Journal of Medicine’ y ha sido presentada en el 61º Congreso de la ERA en Estocolmo, Suecia.
Utilizando una técnica híbrida innovadora, los científicos han identificado autoanticuerpos antinefrina como un biomarcador confiable para rastrear la progresión de la enfermedad. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para el tratamiento personalizado de estas afecciones.
El síndrome nefrótico se caracteriza por niveles elevados de proteínas en la orina y está vinculado a enfermedades renales como la enfermedad de cambios mínimos (MCD), la glomeruloesclerosis focal y segmentaria primaria (FSGS) y la nefropatía membranosa (MN).
La causa principal de este síndrome es el daño a los podocitos, las células encargadas de filtrar los riñones, permitiendo así que las proteínas se filtren a la orina.
En los niños, el diagnóstico de MCD o FSGS a menudo se asocia con el síndrome nefrótico idiopático (INS), donde la causa subyacente no se conoce.
Esto se debe en parte a que los niños con altos niveles de proteínas en la orina rara vez se someten a biopsias renales, el método estándar para determinar la causa.
El diagnóstico de estas enfermedades ha sido complicado por la superposición de características histológicas y la reticencia a realizar biopsias renales invasivas, especialmente en pacientes jóvenes.
Aunque se han observado autoanticuerpos antinefrina en algunos casos de MCD y FSGS, su papel exacto en la progresión de estas enfermedades no estaba completamente comprendido.
El estudio, realizado en Europa y Estados Unidos, introdujo una técnica combinada que utiliza inmunoprecipitación junto con un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA) para detectar de manera fiable autoanticuerpos antinefrina.
Los resultados mostraron que estos autoanticuerpos eran prevalentes en el 69% de los adultos con MCD y en el 90% de los niños con INS no tratados con inmunosupresores.
Además, los niveles de estos autoanticuerpos se correlacionaron con la actividad de la enfermedad, sugiriendo su potencial como biomarcador para monitorizar la progresión de la enfermedad. Estos anticuerpos se encontraron raramente en otras enfermedades examinadas.
El doctor Nicola M. Tomas, médico e investigador principal del III Departamento de Medicina del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf y coautor principal del estudio, habló sobre el tema:
«La identificación de autoanticuerpos antinefrina como un biomarcador confiable, junto con nuestra técnica de inmunoprecipitación híbrida, mejora nuestras capacidades de diagnóstico y abre nuevas vías para monitorear de cerca la progresión de la enfermedad en trastornos renales con síndrome nefrótico», dijo.
El profesor Tobias B. Huber, catedrático del III Departamento de Medicina del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf y autor principal del estudio, añadió que al brindar información sobre los mecanismos subyacentes, estos descubrimientos sientan las bases para intervenciones personalizadas y abren el camino para una nueva era de medicina de precisión para estas patologías complejas.
Este avance representa una esperanza significativa para pacientes con síndrome nefrótico, ofreciendo una herramienta potente para el diagnóstico y el seguimiento de la enfermedad.
La comprensión de los mecanismos subyacentes también abre la puerta a tratamientos más efectivos y personalizados, mejorando así la calidad de vida de los pacientes afectados por estas enfermedades renales.