Un nuevo satélite desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) ha sido lanzado con éxito este martes para estudiar cómo las nubes y los aerosoles afectan el clima terrestre.
A las 22:20 UTC, el satélite EarthCARE despegó a bordo de un cohete Falcon 9 desde la Base de Vandenberg en California. Solo diez minutos después, el satélite se separó del cohete, y a las 23:14 UTC se recibió la señal que confirmaba su correcta inserción en órbita alrededor de la Tierra.
Con la crisis climática intensificándose, el Earth Cloud Aerosol and Radiation Explorer, o EarthCARE, proporcionará datos cruciales sobre las complejas interacciones entre nubes, aerosoles y radiación en la atmósfera terrestre, según informó la ESA.
Aunque muchos ven las nubes como meros adornos en el cielo o indicadores de lluvia, la ciencia detrás de ellas es extremadamente compleja y aún no se comprende completamente.
Se sabe que las nubes juegan un papel vital en el calentamiento y enfriamiento de la atmósfera, pero siguen siendo una de las mayores incógnitas en la comprensión del sistema climático y su evolución futura.
Las nubes tienen la capacidad de reflejar la energía solar hacia el espacio y también de atrapar la energía infrarroja saliente, creando un efecto neto de enfriamiento o calentamiento.
Sin embargo, el impacto específico de las nubes en el clima depende de factores como su forma, ubicación, altitud, contenido de agua y tamaño de las partículas.
Los aerosoles, que son diminutas partículas suspendidas en la atmósfera, también juegan un papel significativo en el sistema climático. Pueden reflejar y absorber la radiación solar y actuar como núcleos para la formación de nubes, afectando indirectamente el clima.
Las actividades humanas, como la industria, el transporte y la agricultura, están alterando las concentraciones de aerosoles en la atmósfera, lo que impacta los patrones climáticos regionales.
Aunque se entiende que tanto las nubes como los aerosoles actualmente tienen un efecto de enfriamiento general, los cambios inducidos por la crisis climática podrían reducir su capacidad de enfriamiento, exacerbando aún más el cambio climático.
EarthCARE lleva a bordo cuatro avanzados instrumentos científicos. El radar de perfilado de nubes proporciona datos sobre la estructura vertical y la dinámica interna de las nubes.
El lidar atmosférico ofrece perfiles detallados de aerosoles y nubes delgadas, así como información sobre las cimas de las nubes.
El generador de imágenes multiespectral proporciona una visión global en múltiples longitudes de onda. Finalmente, el radiómetro de banda ancha mide la radiación solar reflejada y la radiación infrarroja saliente de la Tierra.
La singularidad de la misión EarthCARE radica en la colaboración entre estos instrumentos para ofrecer una visión integral de la interacción entre nubes, aerosoles y radiación, proporcionando nuevos conocimientos sobre el equilibrio de radiación de la Tierra en el contexto del cambio climático.
El satélite EarthCARE ahora es controlado desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, Alemania. Durante los próximos meses, los controladores se dedicarán a verificar y calibrar meticulosamente la misión como parte de la fase de puesta en servicio.
El satélite fue diseñado y construido por un consorcio de más de 75 empresas, con Airbus actuando como contratista principal.
La misión EarthCARE es un paso importante en la comprensión y mitigación de la crisis climática, proporcionando datos esenciales que ayudarán a desentrañar las complejas interacciones dentro de la atmósfera terrestre y cómo estas afectan el clima global.