El impacto positivo de realizar un año sabático o «Gap Year» en otro país antes de iniciar la carrera universitaria es innegable.
Según datos revelados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el porcentaje de estudiantes que abandonan completamente el sistema universitario en España se reduce en un considerable 20% entre aquellos que toman esta decisión.
Mientras que el 33,2% de los estudiantes abandonó totalmente la universidad en 2023 y un 12,5% cambió de carrera, solo el 13% de los jóvenes que realizaron un Gap Year terminó dejando sus estudios, y un 8% optó por cambiar de programa.
Esta tendencia no es sorprendente, ya que la organización Education First ha destacado los beneficios sustanciales que conlleva esta experiencia.
Según la institución, el Gap Year produce un efecto «muy positivo» en los alumnos una vez que ingresan al mercado laboral, preparándolos mejor para encontrar empleo y sentirse más realizados profesionalmente.
Además, Education First cita a expertos de la prestigiosa Universidad de Harvard, quienes respaldan la idea de tomar un año sabático antes de ingresar a la universidad.
Estas voces autorizadas incluso alientan a los futuros estudiantes a considerar esta opción antes de intentar acceder a la educación superior, ya que les permite madurar, ganar experiencia de vida y definir mejor sus intereses y metas profesionales.
En muchos casos, las universidades reconocen los beneficios de esta práctica y permiten a los estudiantes admitidos aplazar un año la formalización de su matrícula sin perder su lugar, siempre y cuando el motivo sea realizar un Gap Year.
Esta flexibilidad demuestra la creciente aceptación y valoración de esta experiencia en el ámbito académico.
Education First defiende que esta experiencia brinda la oportunidad de perfeccionar el inglés o cualquier otro idioma extranjero, al mismo tiempo que se conocen nuevas culturas.
Durante el programa de Gap Year, se lleva a cabo un curso de idiomas para obtener el certificado MCER, avalado por el Marco Común Europeo de Referencia, lo cual mejora significativamente las habilidades lingüísticas de los participantes.
Pero los beneficios no se limitan al ámbito lingüístico. La institución destaca el «gran crecimiento personal» que aporta esta experiencia, ayudando a comprender la multiculturalidad del mundo y ampliando la visión que se tiene del mismo.
Al sumergirse en nuevos entornos culturales, los jóvenes desarrollan una mayor independencia, adaptabilidad y capacidad para enfrentar desafíos, cualidades altamente valoradas en el mercado laboral actual.
Además, la exposición a diferentes formas de vida y perspectivas fomenta la tolerancia, la empatía y el respeto por la diversidad.
Se «rompen estereotipos» a través de la experiencia, se mejora el nivel de conciencia cultural y se adquieren conocimientos sobre otras maneras de vivir y de ver el mundo, lo cual enriquece enormemente el desarrollo personal y profesional de los participantes.
Al regresar a casa, los participantes dominan el idioma que hayan escogido como si fueran nativos, cuentan con una amplia red de contactos en todo el mundo y un currículum mejorado que les permite destacar en comparación con el resto.
Esta combinación de habilidades lingüísticas, experiencia internacional y crecimiento personal los convierte en candidatos atractivos para potenciales empleadores.
Xavier Martí, director general de Education First España, enfatiza que la opción del Gap Year no se presenta como una alternativa a la universidad en ningún caso, sino que el objetivo es preparar a los/as jóvenes para que, en el futuro, puedan exprimir al máximo sus estudios universitarios y otros ámbitos de sus vidas personales y profesionales.