Doris Payne ha llevado una vida de película. Puede que hoy sea la ladrona de joyas con más fama. Desde los años 50 ha realizado robos de pertenencias de gran valor. Ni el paso del tiempo ha logrado detenerla, pues con 86 años de edad ha sido arrestada nuevamente. Esta vez, en una tienda situada en Georgia, Estados Unidos.
La acusación y la defensa
El intento de robo se realizó en una de las tiendas Walmart de la localidad de Chamblee, en Georgia. Un empleado fue quien la descubrió cuando robaba comida, medicinas y dispositivos electrónicos.
A pesar de que no ha cambiado sus hábitos durante los años, es evidente que este tipo de robos difieren de aquellos que le han otorgado su fama.
No se trata de joyas, sino de artículos de primera necesidad con un valor de, aproximadamente, 70 dólares. Y esa es, precisamente, la defensa que plantea Drew Finding, su abogado.
Aún no se sabe si ese argumento es suficiente para mantener con libertad a la acusada. En especial, porque hace poco tiempo realizó el robo de un collar de diamantes cuyo valor rodea los 2.000 dólares.
Son muy pocas las probabilidades de que la criminal deje a un lado sus hábitos. Como ella misma declaró en un documental basado en su historia, lo que lamenta no es robar, sino que la descubran haciéndolo.
La historia de Doris Payne
Payne inició su camino en la delincuencia cuando tenía 20 años. El propietario de una tienda le permitió probarse un reloj de muñeca, y olvidó solicitarlo de regreso.
Fue entonces cuando la ladrona de joyas comprendió que podía seguir tomando lo que quería mediante técnicas similares. Su primer robo de diamantes lo realizó tan solo tres años después.
Desde entonces, ha robado en Londres, París, Tokio y Nueva York. Se calcula que todos los objetos que ha tomado de forma ilegal a lo largo de su carrera como criminal completan un valor de alrededor de dos millones de dólares.
También ha pasado varias temporadas en prisión, pero siempre ha vuelto a sus andanzas con técnicas ingeniosas y elegantes.