La Academia de Bellas Artes reúne finalmente las obras gráficas cumbres de Goya en una misma exposición

En un acontecimiento sin precedentes, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ha inaugurado la exposición «Goya, el despertar de la conciencia», que presenta por primera vez juntas las 213 planchas calcográficas de cobre pertenecientes a las series de grabados «Caprichos», «Desastres de la guerra», «Tauromaquia» y «Disparates» del genial artista aragonés Francisco de Goya y Lucientes.

Por primera vez se exhiben juntas las 213 planchas de las series "Caprichos", "Desastres de la guerra", "Tauromaquia" y "Disparates".

Esta muestra excepcional, que permanecerá abierta hasta el 23 de junio de 2024, supone una oportunidad única para admirar las creaciones gráficas más emblemáticas del pintor, consideradas hitos en la historia del arte universal. Según Tomás Marco, director de la institución, se trata de «un catálogo absolutamente excepcional» que reúne las obras cumbres del grabado goyesco.

La exposición se estructura en cuatro ejes temáticos que exploran la evolución artística de Goya, sus etapas creativas y las temáticas abordadas en su obra. Además de las históricas series de grabados, la muestra incluye 28 pinturas y seis dibujos que ilustran el recorrido del genio aragonés hacia la ruptura con los estilos artísticos convencionales de su época.

La muestra explora el "despertar de la conciencia" de Goya y su ruptura con los estilos artísticos convencionales.

El comisario Víctor Nieto ha subrayado que en la década de 1780, Goya comenzó a desarrollar una conciencia crítica a raíz de su contacto con los ilustrados, proyectando en su arte las inquietudes sociales y las realidades que le rodeaban.

«Podemos decir que de ese sentido crítico, de ese despertar de la conciencia, de ese romper con los estilos impuestos en su tiempo, es de donde surge la pintura contemporánea, indudablemente», ha afirmado Nieto.

Según el comisario, los grabados permitieron a Goya liberarse de las restricciones impuestas por los encargos convencionales, dando rienda suelta a su visión personal y a su mensaje crítico.

«El grabado le da una posibilidad de repetibilidad de una obra y, por tanto, de difusión de ese mensaje crítico que transmitía a través de la obra», ha explicado.

Nieto destaca que los dibujos independientes de Goya son «espléndidos» y reflejan una expresividad libre y espontánea, más centrada en transmitir emociones que en representar fielmente la realidad.

«Más que representar o más que concretar de manera clásica, le interesa sobre todo expresar», ha comentado.