Para las acciones buenas se requiere consciencia, valentía y un gran corazón. Parecen pocos los requisitos en comparación a la avalancha de beneficios propios y los que causamos cuando decidimos ayudar a otros desinteresadamente. Los gestos de bondad reconfortan, alivian y animan al necesitado, al tiempo que inspira y empodera a otros a replicar las buenas acciones. No es complicado tocar a las personas de manera positiva realizando cosas simples para alentar una sonrisa y por supuesto, un mundo más amable. A través de este artículo identifiquemos qué es una buena acción; versiones de algunas acciones buenas y acciones malas y algunos ejemplos de acciones buenas y malas para niños.
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La amabilidad es contagiosa. Si tienes la iniciativa de ayudar a alguien, muy seguramente esta acción bondadosa se replicará a otras personas. Las personas agradecidas lo hacen y atienden la reflexión de “hoy por ti, mañana por mí”. Hay algo conmovedor y satisfactorio en este tipo de acciones que motiva la voluntad en cadena y así una persona feliz y agradecida se siente en el deber de devolver el acto de bondad.
No tiene que tratarse de una obligación o de asumir un compromiso que no esté al alcance de tus posibilidades y recursos. Pagar el café de alguien que está detrás en la fila; ceder el turno o un asiento; dar los buenos días con una gran sonrisa puede cambiarle el día a una persona que la esté pasando difícil, pequeños gestos cuando estamos vulnerables son similar a un reconfortante abrazo.
Otros ejemplos de buenas acciones son enviar palabras de alientos a personas que estén pasando por un mal momento, facilitarle un paraguas o abrigo a alguien en mitad de la lluvia, incluso hacer un cumplido amable a algún desconocido, verás como la comisura de sus labios se levanta espontáneamente.
Lamentándolo mucho, en casi todas las grandes ciudades de nuestro planeta existen familias que no cuentan con los recursos suficientes para cubrir al menos sus necesidades básicas. Estas personas conviven en vecindad con otras que lo tienen todo y mucho más. S nos sentimos agradecidos de nuestra fortuna, un maravilloso gesto de bondad es el de compartir nuestra abundancia con otros que no tienen nada o muy poco.
Seguramente en casa tienes algunos artículos en excelente condiciones que ni siquiera usas o recuerdas. Libros, juguetes, ropas, electrodomésticos que puedes donar y que serían de gran utilidad para otras personas. Es fácil conseguir a quien ayuda si es nuestro deseo, cerca de nuestros hogares, por referencia de algunos amigos o a través de instituciones benéficas que recolectan artículos y alimentos para aliviar la pobreza en algunas comunidades.
Para dar algunos ejemplos de lo qué son las acciones de una persona buena, existen quienes se acercan hasta los hospitales para socorrer con alimentos, medicinas e incluso juguetes a algunos pacientes de escasos recursos económicos, también es válido llevar tu aporte a los bancos de alimentos locales, iglesias y otras organizaciones; y si tu interés es el de una participación más directa para garantizar el beneficio de estas personas, entonces date la oportunidad de integrarte a la organización y acción de centros alimentarios, comedores, lugares de refugio contra la violencia domésticas, orfanatos, etc.
Como decíamos, algunas pequeñas cosas pueden ser un enorme gesto de bondad para las personas que pasa por un mal momento, pueden convertirse incluso en acciones tan importantes y valiosas que logran cambiar su día o la vida entera. Todos en nuestro entorno hemos observado a aquella persona que no cuentan con las mismas ventajas económicas con la que contamos nosotros, cosas buenas en la vida. Personas sin hogar, sin educación y sin un poco de suerte. Una buena acción sería la de brindarles aunque sea por una ocasión, la oportunidad negada de una buena comida caliente, un buen baño o una habitación acogedora por una noche.
Una idea de lo qué son acciones de una persona buena es la de ofrecer a las personas sin hogar un desayuno casero o un jugo de frutas en un día caluroso; tal vez un abrigo que pueda aliviarles las noches de invierno o un par de zapatos. A veces, son las pequeñas cosas las que más importan, las acciones de personas. El hecho de que no podamos hacer todo, no significa que no podamos hacer nada.
Esta se trata de una acción buena que hacemos con gente más cercana, familiares y amigos a quienes conocemos más íntimamente por lo que solemos manejar en detalle sus alegrías y complicaciones. Ayudar a estas personas tiene tanto mérito como hacerlo con un desconocido, y está muy lejos de tratarse de una acción mezquina o interesada. Algunos de nuestros cercanos también pueden experimentar situaciones difíciles en el ámbito personal, económico, sentimental, etc. Nosotros podemos ser el apoyo que requieren mientras salen del atolladero ya sea dedicándoles tiempo, esfuerzo o recursos.
Pagar inesperadamente los medicamentos que retiran cada semana en las farmacias les ayudará a soportar el gasto; o quizás asumir temporalmente el pago de un servicio o llevar algunas bolsas de alimentos para que te inviten la cena. Te aseguro que estos gestos iluminarán el día de alguien que soporta una carga, aunque solo sea por un corto tiempo. La amabilidad sincera, dada sin expectativas, puede tocar el corazón de las personas y crear recuerdos que durarán toda la vida.
A veces no nos damos cuenta en medio de nuestras responsabilidades, que existen personas que nos hacen la vida más fácil, que a través de sus atenciones y servicios nos cuidan, nos apoyan y nos dan afecto. Somos los que permanentemente recibimos bondad y dedicación por parte de otros y es justo no solo reconocerlo sino además agradecerlo.
Una forma de hacerlo es por ejemplo, dejar una amable nota de agradecimiento junto con una muy buena propina, antes de salir a trabajar a la persona de limpieza. O en caso también después de una estadía en el hotel al personal que se encargó de hacernos sentir como en casa; o al mesonero amable del restaurant que frecuentas; entre los ejemplos de cosas buenas. Reconocer el excelente trabajo que realizan esas personas para ti y para otros, los motivará y se sentirán apreciados; a ti seguro no te faltará nada de lo que necesites.
Si bien una de los rasgos más característicos de las personas bondadosas es la acción de dar sin esperar nada a cambio, sea mucho o poco, pero dar a otros; existen algunas épocas del año en las que todo tenemos la oportunidad así sea por costumbre de dar un regalo especial. Pero no solo a quienes nos rodean, sino a quienes realmente no tienen la suerte de contar con familiares y amigos con quien intercambiar obsequios en los días festivos, Navidad o Año Nuevo.
De las buenas acciones del ser humano o de las acciones buenas para niños; dejar regalos en hogares de refugiados o de mujeres maltratadas, por ejemplo entrega un claro mensaje de esperanza y fe para estas personas heridas en la humanidad y en un futuro mejor. Regalar flores, mensajes de felicitación y golosinas como un pequeño acto de bondad al azar o en nuestro lugar de trabajo para agradar a los compañeros sin esperar nada a cambio, es un modo extraordinario y efectivo de dar.
Los niños y abuelos son las personas más vulnerables y quienes requieren de nuestra atención para la mayoría de sus actividades, es tácito que dedicarles tiempo y esfuerzo es más que una acción buena, es un deber y un derecho humano. Y aunque muchos adultos mayores son lo suficientemente independiente siempre agradecen la compañía; los buenos momentos y las acciones buenas de los niños, junto a familiares y amigos, seguro en esa etapa de vida les sobra tiempo que perder.
Una buena forma de ayudarlos es además de las tradicionales actividades de cocinar, pasear o ver televisión juntos, es la de entrenarlo en el uso básico de las tecnologías e Internet, dos recursos indispensables para la comunicación en esta época digital. El mundo cambia rápidamente y puede ser difícil para ellos mantenerse al día, pero esto se puede cambiar con un poco de nuestro tiempo y paciencia.
Si nos encontramos de manera fortuita con una mascota perdida o con un objeto abandonado en el piso o en un asiento; seguramente alguien lo está buscando. Un descuido le ocurre a cualquiera y a veces cuestan bastante caro, si lo que perdemos tiene un valor especial para nosotros. Las personas buenas pueden colocarse en el lugar de la persona que sufren un extravío y su intención siempre será la de hallar el modo de devolver lo perdido.
Una buena acción es la de devolver un artículo perdido a su propietario original, especialmente si cree que el artículo puede ser importante o tener un valor sentimental. La amabilidad, la honestidad y las buenas intenciones siempre vienen de vuelta. Es fácil elegir entre buenas y malas acciones
Algunas personas contamos con mejores y mayores oportunidades y recursos para desarrollarnos en la vida y alcanza la calidad de vida que cualquier ser humano desea para sí mismo y para sus allegados. No obstante, no es la misma realidad para todos, algunas familias apenas si pueden cubrir sus gastos de subsistencia y la educación de sus niños queda relegada a segundo o último plano.
Una acción de extraordinaria bondad es la de patrocinar la educación de un niño sin posibilidades de estudio, ayudarlo a comenzar la escuela asegurándole la dotación de útiles, uniformes; el pago de matriculas, incluso la nutrición adecuada. Entre las buenas acciones para niños esta puede significar un cambio radical y valioso en sus vidas, ya que todos los ellos merecen la oportunidad de tener éxito y un futuro más próspero.
Las personas que se embarcan en la aventura de iniciar un emprendimiento o negocio deben lidiar con muchas cargas y sacrificios al comienzo para lograr el éxito anhelado. Requieren de todo el apoyo posible por parte de sus cercanos y nuevos clientes para tomar verdadero vuelo. La difusión de las bondades de sus productos y servicios es esencialmente el mejor aporte que los compradores y usuarios pueden darle a su proyecto comercial.
Una buena acción de nuestra parte sería la de escribir una excelente reseña a través de nuestras redes sociales sobre el producto, persona u organización que sea multiplicada positivamente entre nuestros contactos. Generalmente, no merece ningún sacrificio compartir con quienes apreciamos las cosas buenas que descubrimos a nuestro paso, al tiempo que hacemos un reconocimiento al trabajo, esfuerzo y optimismo de otros.
Los gestos de bondad también requieren de nuestra valentía y arrojo. Si queremos un mundo bueno, debemos defenderlo y así defender a las personas que son sometidas a injusticias. La burla y la intimidación son opuestas a la amabilidad, son acciones malas y especialmente lastiman a las personas con inseguridades emocionales, mucho más sin son niños o jóvenes.
Aunque no se trate de una situación personal, si tenemos la oportunidad y el coraje de detener algún tipo de abuso o acoso, estamos a la vez evitando que se repita a otros y mejoramos el entorno en el cual vivimos y crecemos. Otro gesto de valentía y bondad es el de acercarnos a alguien quien durante una fiesta o evento permanezca incómodamente tímido o solitario, puede ser hasta el comienzo de una valiosa amistad.
Puede sonar trillado pero somos responsables del deterioro de nuestro planeta y es también nuestra responsabilidad revertir el daño causado con nuestra insistencia en contaminar las aguas y el ambiente. Es una de los actos bondadosos que debemos agregar a nuestra lista, no basta con solo reducir el consumo energético y el aumentar el reciclaje en nuestros hogares. La buena acción debe ser extendida a cada lugar que frecuentemos o visitemos.
Por ejemplo, es una buena iniciativa dedicar tiempo a colaborar en el mantenimiento de algunos espacios naturales que sirven para nuestro propio esparcimiento y recreación, como playas, rutas de senderismos, parques, miradores; incluso otras de las acciones que hacen las personas es organizar jornadas en las que la comunidad o usuarios participen, a fin de cuenta es para beneficio colectivo, al tiempo que hacemos nuestro aporte al cuidado de nuestro planeta.
La lista de acciones buenas puede ser interminable, te proponemos realizar algunos o todos los doce ejemplos al azar a partir de este momento y sin pensarlo demasiado. Te aseguramos que hacer y mirar las cosas con más amabilidad cambiará tu vida y la de todos en tu entorno. De hecho, observaras como te transformas en una fuente de inspiración para que otros reproduzcan buenas acciones y apuesto, muchas más sonrisas. No hay manera incorrecta de ser amable, no te preocupes por lo que no está a tu alcance, concéntrese en lo simple y posible ahora. ¡Adelante, alguien lo agradecerá!