Aunque se trate de un término mayormente utilizado en la informática, en asuntos de tecnología e inteligencia artificial, los algoritmos no se limitan exclusivamente al uso de computadoras, y aunque conscientemente no nos demos cuenta los utilizamos para resolver desde problemas matemáticos y hasta actividades simples de la vida cotidiana, como servirnos un café. Veamos de qué se trata el tema de los algoritmos cotidianos o algoritmos cualitativos, viendo además algunos ejemplos de algoritmos de la vida diaria.
Pensamiento lateral:
Definición, características y ejemplos de la teoría de pensamiento creativo de Edward de Bono
Los algoritmos en la vida cotidiana son básicamente una serie de instrucciones secuenciales, una tras otra, que nos facilita la realización de acciones y programas. Con ellos se pueden describir actividades ordinarias del día a día, como por ejemplo los pasos de una receta para hacer un huevo frito ó como cepillarnos los dientes.
Pero el algoritmo de actividades diarias también es aprovechado para diversos rubros y en las ciencias a través de procedimientos lógicos en función de resolver un problema, que puede tratarse desde una simple suma de dos más dos, hasta cálculos sumamente complejos.
No obstante, el tema que nos interesa es el de nuestra interacción diaria con los algoritmos fáciles, puesto que cada acción de nuestra vida implica una secuencia de pasos o instrucciones. Cuando preparamos el desayuno, cuando vamos camino al trabajo o al enviar un correo electrónico.
Un ejemplo común son los manuales de usuario, reflejan algoritmos para el uso de equipos o la construcción de un mueble, otro ejemplo son las instrucciones que da el dueño de una empresa a sus trabajadores para realizar ciertas labores. Cómo elaborar una receta, instrucciones para participar en un juego de mesa o las direcciones de mapas virtuales son también algoritmos.
Este conjunto de instrucciones y pasos son considerados algoritmo cuando cumplen ciertas características, por ejemplo los algoritmos tienen un principio y un fin y presentan una lista de pasos que llevan sistemáticamente a la solución de un problema.
Los ingenieros de la informática diseñan e implementan algoritmos para lograr que los trabajos sean más fáciles y rápidos de realizar, ellos clasifican infinidad de datos con el objeto de llegar a la información efectivamente; pero son muchas las maneras en la que ayudan a resolver problemas complejos en la cotidianidad y muchos los ejemplos de algoritmos en informática.
Entre los ejemplos de la informática en la vida cotidiana tenemos el seguimiento de la puntuación de un videojuego o indagar cuáles asientos en un tren o avión están ocupados. Encontrar archivos concretos en la computadora, posicionar un GPS para indicar un lugar o hacer un listado de resultados de motores de búsqueda, son actividades cotidianas en las que se emplea la informática.
Los algoritmos cotidianos nos ofrecen una lista de ventajas en la organización de procesos, por ejemplo llevar una secuencia lógica de nuestras actividades nos evita posibles errores, y a su vez nos garantiza la resolución eficaz de problemas.
Por su naturaleza los algoritmos cotidianos son relacionados a varios tipos de algoritmos generales, y aunque existe un amplio repertorio de ellos, algunos muchos más complejos y que son aprovechados en informativa, mercadotecnia, en la industria para la realización de evaluaciones, perfiles, etc; nos dedicaremos a mencionar los más simples y cercanos al tema que nos interesa. Algunos tipos de algoritmos y ejemplos:
En estos se ubican elementos o acciones verbales y están relacionadas a las indicaciones que se hacen de manera verbal. Uno de los ejemplos de algoritmos básicos es el caso de una receta de buñuelos o los pasos para elaborar una artesanía.
Inversos a los cualitativos, abarca elementos numéricos, por ello se utiliza en las matemáticas para hacer cálculos. Un ejemplo de algoritmo cuantitativo es el procedimiento para hallar la raíz cuadrada o resolver una ecuación.
Se hacen desde una computadora; muchos son bastantes complejos y pueden ser algoritmos cuantitativos que se optimizan.
Estos algoritmos que no requieren de dispositivos para ser realizados y están más relacionados a lo qué es un algoritmo cualitativo o cotidiano; como por ejemplo, la programación de un televisor.
Muchos aseguran que estamos en la era de los algoritmos, están en todos lados, principalmente en las redes sociales e influyen sin remedio en nuestras acciones y decisiones. Son innumerables los ejemplos que encontramos en nuestra vida cotidiana, desde las cosas más simples y automáticas, hasta en nuestras decisiones más complejas. La buena noticia es que nos facilitan las cosas y lo mejor es que podemos adaptarlos a nuestras necesidades y predilecciones.
A continuación algunos ejemplos de algoritmos sencillos que repetimos en la vida diaria, a veces, sin darnos cuenta y quizás nunca te habías detenido a analizar.
Uno de los ejemplos de algoritmos convencionales y más frecuentes hoy en día, todos en el trabajo, casa o escuela tenemos acceso a la web y a la comunicación virtual
Una de las recetas más sencillas y básicas a la hora de cocinar. Es una actividad que hasta un niño bajo supervisión puede realizar sin mayores inconvenientes.
Es una de las actividades cotidianas que puede ser celebrada por niños y adultos a cualquier hora del día. Este es uno de los más frecuentes ejemplos de algoritmo en la vida diaria.
Esta es una de las acciones que hacemos casi automáticamente y que no implica mayor deliberación para realizarla.
Así como los teléfonos celulares, las computadoras son otros de los dispositivo electrónicos que utilizamos diariamente para trabajar o entretenernos, dicha instrucción es válida para computadoras caseras, portátiles o de oficina. Se hace otros de los más repetidos ejemplos de algoritmos de la vida cotidiana, también uno de los ejemplos de algoritmos cortos ya que solo requiere del seguimiento de cinco pasos.
Esta actividad si exige un poco más de conocimiento y atención, además de permisos legales para realizarla en algunos países con seguridad. Preferiblemente debe ser realizada por un adulto con licencia para conducir aprobada.
Otro de los ejemplos de algoritmos cualitativos se ha convertido en hábito en los últimos años a causa de la pandemia, sin embargo, es una práctica de higiene que se realiza antes de sentarse a comer o después de acudir al baño.
Aunque se trate de una actividad sencilla, requiere habilidad física para realizarla de manera efectiva.
Todos nos sentimos identificados con estos algoritmos cotidianos y para ser francos hasta ahora no pensábamos que necesitábamos un manual lógico de instrucciones para celebrarlo, pero ya que lo tenemos, podemos pensar que seguir conscientemente estas instrucciones, nos harían la actividad mucho más fácil, rápida y eficiente. No es mala idea asumir los algoritmos cualitativos como metodología en nuestra cotidianidad, pues resulta una buena herramienta para organizar y poner en prácticas nuestras ideas y resolver asuntos simples que por momentos nos quitan innecesariamente tiempo y tranquilidad.