En esta entrada hablaremos de una conexión que mueve al mundo, de un tipo de amor que también es valorado: las amistades sanas. Abordaremos el tema de la amistad y sus caracteristicas y también te dejaremos algunos consejos para que la relación entre amigos sea fuerte y duradera… Aunque nada es para siempre y no importa quién llego primero a la vida del otro, lo importante es comprender el funcionamiento de las relaciones amistosas y su importancia para el ser humano.
Amigos íntimos:
Qué son, importancia y cómo mantener a los amigos cercanos en nuestras vidas
Como hemos dicho anteriormente, las relaciones amistosas son de vital importancia para el desarrollo de las personas, no únicamente porque tienen un apoyo, sino porque esas personas que hemos elegido para que formen parte de nuestra vida, también pueden enseñarnos mucho e impulsarnos a ser mejores personas. Aquí dejamos varias de las características de la amistad sana.
Una de las principales características de la amistad es que exista confianza entre ambas partes de la amistad. Es necesario que sepamos que podemos contarle algún problema a nuestro mejor amigo o amiga, decirle un secreto —como un enamoramiento o una noticia vergonzosa— o comentarle algo, y saber que esa información no saldrá de allí.
Las buenas amistades tienen mutua confianza y mantendrán los secretos guardados hasta el último día de su vida, sin comentarle a nadie más.
Además, entre las características de las relaciones constructivas podemos encontrar que la honestidad es un pilar importante de las relaciones de amistad. Necesitamos contar con palabras que carguen la verdad, que no estén maquilladas y que, sobre todo, se digan de buena forma, para no herir los sentimientos de nadie.
Por ejemplo, podemos decirle a una amiga que un vestido no le favorece a su cuerpo sin criticar su físico. Solo se trata de una prenda que no se ve bien en ese tipo de cuerpo, pero podemos ayudarle a buscar otras alternativas que la hagan lucir mejor. Las amistades sanas hablan con la verdad y son empáticas.
En una relación de amigos siempre es bueno estar presente, de una forma u otra, para hacerle saber a esa persona que le apreciamos y que estamos aquí cada que nos necesiten, independientemente de que no hablemos todos los días.
Cuando retomamos el contacto, lo ideal es estar atento a lo que dice, a lo que siente y cómo se expresa. Hay que hacerle saber a las amistades que estamos para apoyarlos en los momentos buenos y malos; también podemos hacerles regalos para dejar un lindo detalle y alegrar su día.
Seguidamente, los ejemplos de amistad son aquellos que saben escuchar. Las personas necesitan saber que esa otra persona que es su amiga o amigo, no se cansará de escuchar sus problemas y, más bien, la ayudará a buscar alternativas para salir de ese laberinto.
Las buenas amistades te escuchan cuando estás teniendo un mal día o cuando ha sido tu mejor día y también se alegran por ti. Las amistades sanas te acompañan en tu dolor y también en tus triunfos y lo celebran contigo. Se sienten orgullosos de poder tenerte en su vida.
Otra de las características de una amistad sana es poder divertirse juntos. Las amistades sanas comparten muchas cosas en común a pesar de que el vínculo está conectado por dos personas diferentes, pero una de las mejores cosas de tener un grupo de amigos es poder divertirse juntos haciendo lo que les gusta:
Entre las características de una buena amistad podemos destacar la lealtad. Aunque todos podemos cometer errores, ser desleal no es una opción en una amistad que se basa en la honestidad y la confianza. Los mejores amigos te ayudan a superar tus errores, a seguir adelante y te apoyan en todo lo que venga, puesto que la vida está llena de obstáculos y drama que no siempre podemos superar solos.
Las expresiones de amor son totalmente un plus para las amistades sanas. Los abrazos, mimos, los cuidados, las bromas o pasar tiempo de calidad juntos ayuda a que la amistad se fortalezca.
Nuestros mejores amigos también pueden cuidarnos cuando nos sentimos mal y tristes, y también nos acompañan en nuestros momentos más felices y saludables. Es necesario demostrar que nos importan nuestros amigos.
En las amistades sanas nunca faltan los consejos de amor para un amigo —o los consejos de cualquier índole—, para eso tenemos confianza y podemos aconsejar si nos lo piden, pero eso no nos da el derecho de juzgarlos por los errores que han cometido, mucho menos debemos decirle “cómo deben ser las cosas según yo”, cuando ellos solo necesitan ser escuchados sin que se les juzgue.
Además, debemos tener la capacidad de aceptar que somos diferentes, no pensamos ni actuamos igual y esas diferencias también nos ha unido como una buena amistad.
Por otro lado, una de las características importantes de las amistades sanas es el apoyo mutuo. Las amistades verdaderas nos apoyan de forma positiva y nos impulsan para superar cualquier reto o situación difícil.
Por ejemplo, si el padre o madre de un amigo muere, debemos estar para esa persona, a veces no es necesario decir alguna palabra, simplemente con estar a su lado, apoyarlo o darle un abrazo, bastará.
Los amigos de verdad se ayudan mutuamente en cualquier aspecto de la vida, ya sea en la vida cotidiana, lavando los platos o estudiando juntos para los exámenes. Las amistades sanas nos ayudan a ser mejores en los estudios, pero también nos apoyan en los momentos más duros.
Un punto importante para fortalecer la amistad es saber perdonar. El perdón es esencial, porque las amistades, como cualquier otra relación, no son fáciles, pero tenemos muchas razones para seguir cuidándola y cultivándola.
Como errar es de humanos, debemos saber perdonar a quien nos hiere sin querer. En un momento de ira o de enfado podemos decir cosas que no debemos o contestar de forma grosera y eso puede afectar a nuestros amigos, pero siempre hay oportunidad para remediar la situación y reconciliarse, y es por ello que el perdón es fundamental en las amistades sanas.
Ya que hemos hablado de las características de las buenas amistades, en esta sección te dejamos algunos consejos sobre cómo puedes promover tener amistades más sanas.
Las amistades sanas son flexibles, así que debemos aprender que el mundo no es cuadrado y que las personas tampoco lo son. Dicho esto, no se trata de que la otra personas deba ser como te gusta, más bien, hay que tener claro que aquellas personas que celebran la flexibilidad y la evolución son buenas para tener como amigas.
La comunicación siempre es importante. No debe existir temor en decirle a un amigo “hey, me siento incómodo con esta situación” y plantearle lo que pasó aquel día que no te hizo sentir bien. Esa comunicación, con la verdad y con respeto, es necesaria para una retroalimentación que se traduzca en el avance y en una relación más fuerte.
Las amistades saludables tienen límites. Es muy importante saber que cada persona tiene límites que deben ser respetados; las amistades sanas abren espacios de entendimiento y de respeto para comunicar las cosas que no nos van. Por ejemplo, si esa amistad está siendo muy egoísta y de repente todo gira en torno a ella, puedes decirle cómo eso te hace sentir.
Marcar límites sirve para cuidarnos y también implica cuidar a nuestras amistades. Si sientes que la otra persona está siendo posesiva o territorial, es necesario fijar una posición al respecto, puesto que las amistades saludables son una parte maravillosa de la vida, pero no deben controlarnos.
Otra forma de fortalecer la amistad es hacer planes juntos, sea a largo o a corto plazo, de acuerdo a sus estilos de vida, para compartir tiempo de calidad y disfrutar de la vida. Los planes pueden incluir un almuerzo para ponerse al día, salir a bailar en la noche, tomar un café con galletas en casa, ir de compras o ver un maratón de pelis.
Las amistades sanas siempre tendrán un espacio en su vida para poder compartir con esa persona que tanto quieren.
Las amistades nos apoyan en nuestros procesos de vida, pero también pueden motivarnos al cambio si eso significa crecimiento personal o laboral. Las buenas amistades pueden ayudarnos a estimular esa necesidad de cambio para salir lejos de nuestra zona de confort.
Las buenas amistades, de acuerdo a la ciencia, son tan importantes para nuestro bienestar como comer bien y hacer ejercicio, y esto es porque contar con amistades sanas implica reír, expresar nuestras emociones, afrontar nuestros miedos y disfrutar la vida.