Tanto en el español como en el inglés y en distintos idiomas, es importante hacer un análisis gramatical para comprender la oración (composición) y las palabras (significados y estructura), y esto se hace por medio del análisis morfológico. A continuación, en esta entrada hablamos de qué es proceso en la categoría gramatical, y abordamos su funcionamiento con ejemplos claros y sencillos.
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El análisis morfológico o morfología es el estudio de la estructura (sustantivo, adjetivo, verbo, pronombres y determinantes) y formación de las palabras, el cual se basa en las partes significativas que contiene, siendo el morfema una de las partes más importantes. Sin embargo, en este análisis gramatical no todas las palabras pueden descomponerse en sus partes significativas, pero muchas de ellas están compuestas por más de una unidad significativa.
Dicho esto, se puede resumir que el analisis morfológico de palabras se enfoca en estudiar el significado de las mismas en cada una de sus partes, las cuales son:
Para más profundidad en el análisis gramatical se debe hacer un análisis sintáctico, que es el estudio de la relación que existe entre las palabras que conforman una oración. En síntesis, analizar morfológicamente una palabra significa estudiar la forma y la estructura de esta, por muy compleja o sencilla que sea.
En la morfología lingüística, el análisis morfológico es necesario para la comprensión de la palabra y, posteriormente, de la oración. Es un proceso de gran utilidad, puesto que hay análisis morfologico que son más complejos que otros, pero de igual forma permite determinar cuáles son las clases de palabras a que nos enfrentamos, las cuales pueden ser:
Tras comprender qué clase de palabras se está analizando, como primer paso, se puede proceder a hacer un estudio más amplio en la oración, que sería la sintaxis. Estos procesos son como una especie de “paso 1 y paso 2”, porque la comprensión de la estructura de la palabra ayudará a entender la estructura de la oración completa.
Por supuesto, el principal tipo de análisis morfológico es el de palabras, donde se pueden identificar elementos como la raíz y los agentes modificadores, los cuales le dan el sentido a la palabra, pero también se pueden analizar oraciones (sintaxis) y se puede hacer cada analisis morfologico para verbos y sustantivos.
En el caso de los verbos, este análisis gramatical o análisis morfológico de la palabra que ha sido identificada como acción o estado, pretende diseccionar su origen y los distintos cambios que podrían darse según su conjugación. Por otro lado, el análisis morfológico de más sustantivos se enfoca en las palabras que cumplen una función en el texto para darle el sentido a la oración, independientemente de si son abstractos, contables o incontables.
Finalmente, el análisis morfológico de los adjetivos busca estudiar las palabras con cualidades y que son las que cambian la función de los sustantivos, y están clasificadas por número y género. En todo caso, el paso principal del análisis gramatical cuenta como morfología en cada uno de estos casos, a excepción del análisis de oraciones.
Como hemos dicho antes, para hacer un análisis gramatical, se recomienda hacer un análisis morfológico de todos modos, porque facilita la comprensión de las palabras. Hay que tener en cuenta que cada análisis morfológico tiene elementos que se despliegan de la siguiente manera:
El lexema o raíz es la unidad más pequeña o mínima de léxico en un idioma que tiene el significado de la palabra que se está estudiando; es una construcción teórica o definición en sí misma de la palabra que forma parte de una oración. Por ejemplo, en la palabra “niñitos”, la raíz o lexema sería “niñ” que indica que se está hablando de una persona de corta edad. Asimismo, la palabra “niñitos” se origina de “niño”.
Son aquellos que permiten que las palabras se puedan cambiar en cuanto a su significado, lo que en la morfología de todos los elementos lingüísticos se conoce como flexión. En este caso, los morfemas flexivos son los causantes de que se añada un nuevo tipo de información gramatical a la palabra derivada de la raíz. Por ejemplo, “niño” podría variar a “niñas” y ahí existe un cambio de género y de número, pero aún así está adherido al lexema.
Los morfemas derivativos o derivados son aquellos que aportan un cambio de significado, haciendo que el inicio o el final de cada palabra permita la transición de adjetivo a sustantivo, mediante el prefijo y sufijo. Los morfemas derivativos son responsables que se creen nuevas palabras; por ejemplo, con el prefijo a- la palabra “calor” se convierte en “acalorado”, y con el sufijo -ería la palabra “caramelo” se convierte en “caramelería”.
El proceso de análisis morfológico puede representar un reto para algunas personas, mientras que para otras es menos complejo. De todas formas, en la web hay varias opciones que funcionan como herramientas de gran ayuda para hacer este análisis gramatical.
Una de las opciones es el Desambiguador Morfosintáctico del Grupo de Estructuras de Datos y Lingüística Computacional que, a su vez, forma parte del Departamento de Informática y Sistemas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Este analizador sintáctico automático está integrado a una web sencilla y fácil de navegar, permite hacer pruebas libres y discretas, y permite el ingreso de 80 caracteres por análisis.
De acuerdo a las instrucciones del sitio de ULPGC, el desambiguador “discrimina para la categoría verbo entre cuatro opciones: infinitivo, gerundio, participio y forma verbal personal”, despliega las diferencias de función y de posición y, además, establece variedad de soluciones que son tomadas como “aceptables” por el sistema.
Otra opción para el análisis morfológico automático online es Syntagma Digital, una plataforma que permite que los alumnos puedan practicar el análisis sintáctico y morfológico, pero los profesores también tiene la posibilidad de crear contenido interactivo para que los estudiantes comprendan mejor sus asignaciones.
Otra ventaja es que no requiere registros, es gratuita, sostenible y tiene un catálogo extenso de ejemplos de morfología y sintaxis para que cada alumno pueda escoger entre los modelos que más se adapten a sus gustos y comodidades. Es un sitio web que está avalado por el Ministerio de Educación y Ciencia de España, y también forma parte del equipo de Google Partners.
Seguidamente, el Ministerio de Educación de España también tiene a disposición de la comunidad dos analizadores automáticos que están orientados a diferentes cursos: Primaria y Secundaria. Por supuesto, la necesidad de que cada uno de los niveles tenga acceso fácil y gratuito al conocimiento ha sido uno de los impulsos para crear dos entradas distintas, las cuales tienen diferencias en la profundidad con la que se hace el análisis morfológico y sintáctico.
En ambas páginas, los análisis ofrecen resultados completos y con explicaciones que son fáciles de entender para cada curso. Asimismo, ofrece recursos teóricos, prácticas y ejemplos para comprender mejor cómo hacer un análisis gramatical.
A continuación, en esta entrada enlistamos distintos ejemplos de análisis morfológicos para ilustrar todo lo que se ha explicado con anterioridad a lo largo del texto.
Si se añade un morfema flexivo de número, la palabra se convierte en “zapatos”, pero también se podría cambiar la palabra partiendo de la raíz (singular del masculino); por ejemplo:
La palabra “confiar” (verbo) que, según el Diccionario de la Real Academia Española, significa «Depositar en alguien, sin más seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa», puede convertirse en “desconfiar” si se añade el prefijo -des; partiendo de esta última, también puede modificarse a “desconfianza” o “confiable”, con el sufijo -able.
Finalmente, la palabra “marino” (adjetivo), que nace de “mar” (lexema), está compuesta por el morfema derivativo -ino. Asimismo, separando el morfema flexivo por género, obtendremos la palabra “marina” (femenino). La palabra en sí, desde su base, sería calificada como una palabra derivada con adjetivo calificativo del género masculino en singular.
Otro adjetivo que puede ser analizado es la palabra “correspondiente” (verbal, singular), que proviene el verbo corresponder (derivado de responder), en este caso la raíz sería “respond-”, sin la terminación verbal. Por otro lado, “co” sería prefijo y “-nte” sería el sufijo (morfema flexivo, género masculino); mientras que el “ie” se marca como un infijo. Pero también el sufijo podría establecerse como “-iente”.
Después de ver estos simples y sencillos ejemplos de palabras, adjetivos y verbos, podemos resumir que el análisis morfológico no es más que una disección de la palabra, desde su origen hasta las variables, para entender su función en una oración desde cada uno de los os que elementos peligrosamente juntos o separados hasta el cambio de significados; por consiguiente, es el primer paso en el análisis gramatical para poder ejecutar el análisis sintáctico o la morfosintaxis, que es un estudio dual a nivel global.