En los meses más fríos del año, cuando las bajas temperaturas y la escasez de alimento obligan a las aves a migrar en busca de condiciones más favorables, Andalucía se convierte en el principal destino del águila pescadora en la Península Ibérica.
Según el más reciente censo ibérico elaborado por la Fundación Migres y Aves de Portugal, entre 471 y 499 ejemplares de esta especie eligen la región andaluza para pasar el invierno, lo que representa el 42% de la población total que inverna en España y Portugal.
La Península Ibérica se ha consolidado como un refugio invernal de gran importancia para el águila pescadora, una rapaz cuya presencia en el Mediterráneo se encuentra gravemente amenazada. De acuerdo con los datos recopilados, Portugal acoge al 40% de los individuos censados, convirtiéndose en el segundo destino más concurrido después de Andalucía.
La reintroducción del águila pescadora en Andalucía ha dado lugar a una población reproductora en crecimiento
Aunque en menor medida, otras siete comunidades autónomas españolas también registran presencia de la especie durante los meses invernales. Asturias, Cantabria, Cataluña, Euskadi, Extremadura, Galicia y Valencia albergan porcentajes que no superan el 5% del total, a excepción de Galicia. En el reciente censo no se contabilizaron ejemplares en Castilla y León ni en Castilla-La Mancha.
Los hábitats preferidos por el águila pescadora son las zonas de marisma, aunque también se avistan en embalses y áreas costeras. Esta preferencia se ve reflejada en la distribución de los individuos censados, concentrados principalmente en las marismas andaluzas y las zonas húmedas de Portugal.
Portugal alberga al 40% de las águilas pescadoras censadas, situándose como el segundo destino más concurrido
La situación del águila pescadora en la cuenca mediterránea es crítica debido a su escasa y fragmentada población. Por ello, en 2002, el gobierno andaluz, la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y la Fundación Migres iniciaron un proyecto de reintroducción de la especie en la Península Ibérica, finalizado con éxito tras la liberación de casi 200 pollos provenientes de Finlandia, Escocia y Alemania.
Actualmente, existe una población reproductora establecida y en crecimiento en Andalucía, mientras que la reintroducción se encuentra en proceso en la Comunidad Valenciana. Estas iniciativas buscan aumentar las probabilidades de supervivencia a largo plazo de esta rapaz emblemática en la región mediterránea.