La irrupción de internet en la vida cotidiana ha generado una transformación sin precedentes en el modo en que nos relacionamos con el mundo y, naturalmente, con las otras personas. Cabe decir que la importancia y presencia en aumento de las redes digitales de unos años hasta aquí ha abierto todo un nuevo campo, ámbito o dimensión de interacción de nosotros para los otros, lo que nos lleva a pensar y reflexionar en todos sus efectos y consecuencias sobre cómo concebimos los vínculos sociales.
¿Cómo las relaciones amorosas cambian en la era internet?
Es indudable que las relaciones amorosas y el proceso de cortejo que les antecede han cambiado mucho en el contexto de la era internet, situación que se vuelve evidente al pensar que, actualmente, las personas contamos con aplicaciones y páginas web que facilitan el encuentro de las personas interesadas en formar nuevos lazos amorosos, sean con la expectativa de que sean duraderos o no.
Sitios como loving, que recomienda y evalúa sitios web para citas en línea, son un signo de que las personas han desarrollado interés por vías o caminos alternativos para llegar al tan apreciado, anhelado y a veces idealizado “amor romántico”, siendo uno de estos caminos la World Wide Web.
Pese a que dichas alternativas no tienen por qué garantizar el éxito del cortejo o la longevidad de la relación romántica que les puedes seguir, sí que son modalidades más inmediatas y “a la carta” de conocer a otros, y que pueden ser bastante útiles para las personas cuyas ocupaciones no les ofrecen márgenes de acción y tiempo suficientes para conocer a otras personas “a la antigua”, especialmente si hay un interés romántico de por medio.
Relaciones digitales, ¿relaciones formales?
Como dijimos previamente, la serie de sitios web o aplicaciones que facilitan el proceso de encontrar una pareja romántica genera espacios para debatir los efectos y consecuencias que se desprenden de eso. Uno de estos efectos, por ejemplo, es el carácter de “formalidad” que estas relaciones pueden o no albergar dentro de sí. Puesto de otro modo, ¿en qué medida las relaciones románticas surgidas en contextos digitales son formales o no? ¿cómo pueden formalizarse?
En primera instancia, podría pensarse que las personas que componen la relación podrían organizar un encuentro físico para conocerse más allá de los avatares digitales y darle a su relación un carácter de “realidad”, si cabe la expresión. Sin embargo, la viabilidad de dicho encuentro va de la mano con la proximidad geográfica entre sí de los enamorados, así como de la compatibilidad de horarios y ocupaciones entre los dos.
Estos son elementos interesantes y necesarios a tener en cuenta toda vez que son circunstancias intermedias entre el plano digital de la relación y el plano físico/cotidiano de la misma. Puesto de otro modo, son aspectos o situaciones que influyen y ejercen un cierto peso en la inserción de la relación amorosa digital en la cotidianidad de sus enamorados, el día a día que es, en definitiva, el ámbito relacional más fundamental del ser humano.
Estas son algunas cuestiones interesantes de pensar y reflexionar respecto a las relaciones amorosas en el marco de la era internet, relaciones que, al fin y al cabo, manifiestan un nuevo modo de relacionarnos con los demás y con el entorno que nos rodea.