La idea del armario cápsula consiste en reducir el armario a una selección austera de piezas básicas y combinables que respondan a la planificación de un sistema de vestuario funcional y no a un simple impulso de “comprar por comprar”. Es la aplicación de una vida y un estilo más ordenado, duradero y práctico en función de un guardarropa minimalista.
El minimalismo:
Un estilo de vida ideal para un mundo sostenible
El método del armario cápsula consiste en escoger de 7 a 40 piezas clave de ropa, zapatos, joyas y accesorios y mezclarlos entre sí creando combinaciones para vestir en cada ocasión. En base a un número restringido de artículos se resuelve el dilema de cómo crear conjuntos de ropa y qué piezas sacar del armario por falta de utilidad.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre cómo organizar un armario cápsula de mujer para las cuatro temporadas del año. También incluimos un apartado de dedicado en exclusiva al armario cápsula para hombre.
Influenciado por el minimalismo, donde “menos es más”, el armario cápsula es un sistema que proyecta la filosofía de eliminar la anarquía en el guardarropa como primer paso para llevar una vida más equilibrada, adecuada y coherente.
¿Qué piezas deben quedarse dentro del armario y cuáles deben desecharse? Es lo que trata de responder este movimiento. Cada persona debe hallar sus propias respuestas siguiendo unas pautas y consejos sobre un número específico de piezas, colores, texturas y estilos que se adecúen a cada estación del año.
El éxito del sistema radica en hacer una selección de prendas básicas atemporales, que nunca pasen de moda y que sean de calidad, añadiendo a la cápsula las piezas que permitirán renovar el vestuario de acuerdo con la temporada. La premisa para no atiborrar el armario es la siguiente:
“Si algo entra en la cápsula, algo debe de salir.”
Si bien cada uno puede escoger el número limitado de piezas en función de sus gustos y necesidades, diseñadores como Susie Faux y Donna Karan, la autora Marie Kondo y diversos influencers y bloggers han puesto en práctica fórmulas de 7, 10, 33, 37 y 40 piezas.
Entre las ecuaciones más usadas para el armario minimalista de mujer encontramos:
Lo más complicado es deshacerse de las piezas que no se usan o no encajan en el nuevo esquema. Para poder elaborar un armario cápsula existen varias pautas a seguir:
Lo primero es echar un vistazo a lo que ya existe en el armario para saber qué piezas reflejan las necesidades, los gustos y el estilo propio. Para esto existe otra premisa fundamental:
“Cada pieza debe, al menos, combinar con otras tres.”
Lo que no se usa nunca, o no se ha usado en el último año, debe sacarse para donar, regalar o vender.
Hay que determinar el número de piezas básicas y de calidad con las cuales se puedan elaborar 20 outfits diferentes.
Según los entendidos en la materia, esto se alcanza con un promedio de 20 piezas. Reducir este número permitirá determinar más fácilmente qué prenda es necesario comprar y por qué.
Deben existir 3 colores principales para las piezas que más se llevan (como pantalones y abrigos), 2 tonos neutros que combinen con los colores principales, y 4 tonalidades que acentúen el estilo y que se usen en chaquetas, faldas, joyas y complementos.
Antes de adquirir una prenda nueva para el armario cápsula se deben responder 3 interrogantes: ¿Es una prenda realmente necesaria? ¿Puedo combinarla para lograr, como mínimo, tres outfits diferentes? ¿Encaja con mi estilo? Si se responde que no a al menos una de las preguntas, no se debe adquirir la prenda.
La ropa interior, calcetines, pijamas y ropa de estar en la casa no entran en la cuenta del armario cápsula y se pueden renovar cada vez que sea necesario.
También se excluye la ropa de hacer ejercicio o de recreación y los vestidos para eventos especiales (de gala, bodas, etc.).
Por su parte, los bolsos, las carteras, el calzado, las joyas y los bañadores se consideran complementos y sí que deben tenerse en cuenta dentro de las normas del armario minimalista.
Con la llegada de cada estación es frecuente encontrarse con la diatriba de salir a comprar para renovar el vestuario. También es habitual no saber qué guardar y qué excluir.
Como en el armario cápsula todo combina entre sí, las piezas se pueden usar como fondo para construir outfits con estilo que funcionen para todas las temporadas.
Un armario cápsula de primavera puede estar formado por las siguientes prendas:
Para la temporada de calor, el armario cápsula de verano puede renovarse sacando la chaqueta de cuero, la gabardina, los pantalones y jerséis más gordos y las botas altas para incorporar lo siguiente:
Para elaborar el armario cápsula de otoño, sacamos las ropas más ligeras y de verano, como las camisetas de tirantes, los shorts, etc., recuperamos algunas piezas de primavera, como la chaqueta de cuero y los pantalones y agregamos algunas piezas nuevas:
El armario cápsula de invierno implica agregar capas de ropa, abrigos, chaquetas y jerséis. Recopilando las prendas válidas del resto de temporadas, el resultado puede contener hasta 38 ó 40 piezas distribuidas así:
Muchas blogueras e influencers opinan que las joyas y los complementos no deben contabilizarse a la hora de diseñar un armario cápsula, pero la realidad es que hay que tenerlos en cuenta como si de una prenda más se tratara.
El motivo de crear un armario cápsula obedece no a una moda pasajera, sino a un estilo de vida minimalista y coherente con uno mismo y con el entorno. Por lo tanto, aplicar esta filosofía a las joyas es necesario para que todo tenga sentido.
Hablamos con Mar Aldeguer, fundadora de la joyería COOLOOK, que trabaja con piedras semipreciosas elaborando piezas artesanales y limitadas que se venden en sus propias tiendas, en joyerías multimarca y a través de la web www.coolook.es.
El cambio de estilo de vida nos ha llevado a todos a ser más racionales a la hora de vestirnos y, por tanto, también cuando elegimos los complementos para diferenciarnos. El reto de hacer una maleta y conseguir meter en ella todos los looks que nos puedan hacer falta en un viaje es lo más complicado, pero también lo es el hecho de tener un armario organizado.
Después de analizar minuciosamente el comportamiento de mis clientes me di cuenta de que el ideal que buscaban era poder rentabilizar y sacar el máximo partido a una joya.
A menudo venían buscando algo espectacular para una fiesta o un evento en el que querían estar radiantes, pero les costaba invertir en algo que no iban a ponerse mucho, precisamente por ser tan especial. Eso me llevó a diseñar un nuevo concepto de joyas intercambiables dentro de mi marca COOLOOK, al que he llamado Mycoolook, porque “te lo haces tú”.
De esta manera puedes comprar esa joya tan espectacular y siempre vas a tener la posibilidad de desmontarla tú misma, añadir o quitar piezas, para tener estilos muy diferentes
Puedes transformar unos pendientes de fiesta en unos para todos los días o llevar de viaje un solo par y saber que puedes satisfacer todas las situaciones en las que te encuentres.
Es, realmente, el sueño de la versatilidad.
Igual que en el caso de las mujeres, las piezas clave del armario cápsula masculino deben cubrir las necesidades diarias, permitiendo distintos looks para actividades muy diferentes.
Si se dedica gran parte del día a trabajar, el 70% del armario cápsula para hombre debe cubrir sus necesidades de imagen laboral. Un 20% puede dedicarse a outfits casuales y el otro 10% a eventos sociales.
Estas son las recomendaciones para un elaborar un guardarropa masculino minimalista:
Cada hombre debe elegir 3 colores neutros que serán la base del guardarropa. Además, debe identificar otros 2 colores favorecedores. Todos ellos deben poderse combinar entre sí.
Tomando como ejemplo a un hombre cuyo trabajo le requiera ir de traje y corbata, el armario cápsula masculino podría contener:
El término armario cápsula fue creado por la londinense Susie Faux en la década de los 70. Faux era dueña de la boutique Wardrobe e impuso la selección de prendas que no pasan de moda. Buscaba que sus clientas se llevaran piezas combinables, como una especie de uniforme, y que pudieran usar todo el año en varias situaciones.
El concepto fue reformulado por la diseñadora Donna Karan en los 90, quien llevó al extremo este método. Solo con 7 piezas negras, Karan armó vestuarios básicos y minimalistas para las mujeres trabajadoras.