El psicoanálisis es una disciplina desarrollada entre los siglos XIX y XX, abriendo camino a un entendimiento más profundo del inconsciente y el funcionamiento de la mente, tanto individualmente como a nivel colectivo. Los arquetipos masculinos y femeninos fueron definidos originalmente por Carl Gustav Jung, teniendo posteriormente un análisis más orientado a la psicología realizado por Robert Moore. Con ejemplos de arquetipos y un test, este artículo busca ilustrar esta teoría que permite comprender las actitudes personales y su impacto en la dinámica social.
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Jung introdujo a las bases epistemológicas del psicoanálisis la idea del inconsciente colectivo y los arquetipos tanto femeninos como masculinos. Siendo los masculinos los que se analizan puntualmente a continuación.
Para entender qué son los arquetipos masculinos, es necesario contar con la noción de inconsciente colectivo.
El inconsciente colectivo según Jung es el conjunto de contenidos o idas inconscientes que no se relacionan perceptiblemente con el ego. El inconsciente colectivo se enmarca en los instintos espontáneos compartidos por gran parte de la sociedad, como la cultura, las ideas, los valores, entre otros.
Los arquetipos vienen a ser esos elementos que forman parte del inconsciente colectivo. Este es un modelo o proyección ideal que es compartida por la sociedad. En el caso de los arquetipos masculinos, se trata de la proyección de los rasgos que definen a los hombres y que son socialmente aceptados.
Los arquetipos no son siempre naturales en una persona, sino que se adoptan como conductas propias. Así que esos ideales son tomados del inconsciente colectivo e influyen en la definición de la personalidad.
La idea de los arquetipos surge cuando Jung en su esfuerzo por comprender el inconsciente, lo estudia fuera de su organismo. Así que se va a aquello fuera del ser humano como individuo, encontrándose con la sociedad o el colectivo.
Así que Jung encuentra en su análisis que ego y arquetipos can de la mano, puesto que aquello inconsciente en un individuo es también producto de las ideas compartidas y aceptadas por la sociedad.
Entonces el inconsciente individual hereda también una faceta colectiva heredada de su entorno cultural. Esta define la interpretación de las experiencias que se viven como individuo.
Jung llamó a la parte masculina de los arquetipos Ánimus. Esa parte masculina cuenta con 4 características.
La primera característica es la proyección del poderío físico. Tiene relación con el hombre atlético, con buena complexión física.
Segunda característica del Ánimus: iniciativa. En este orden de ideas, la parte masculina de los arquetipos manifiesta independencia e ingenio al premeditar una acción promotora de otras acciones.
Otra de las características del Ánimus es su poder transformador a través de la palabra. Esta se materializa en sus cualidades como mentor, profesor y dirigente.
Finalmente, la característica más interesante de los arquetipos masculinos es la construcción de significados. Darle sentido a las ideas a través de acciones congruentes constituye la mediación entre el inconsciente y el consciente.
Jung puntualizó en el inconsciente colectivo dos facetas básicas de los arquetipos. La parte femenina, a la que llamó Ánima, y el aspecto masculino, al que nombró Ánimus.
Ánima reside en la idea colectiva masculina de cómo deberían ser las mujeres. Mientras que Ánimus reside en la idea femenina de cómo se supone que son los hombres.
Jung establece esta diferenciación para hallar los puntos de vinculación entre hombres y mujeres. Las mujeres se benefician así de los hombres, por su fuerza, la motivación al logro y el ingenio para modificar el entorno. Mientras que los hombres se benefician de la naturaleza femenina a través de su erotismo, sensibilidad, facilidad para establecer vínculos y sus capacidades emocionales.
Entre los ejemplos de Ánima y Ánimus se encuentran varias figuras que se complementan entre sí aceptando sus profundas diferencias. Estas forman parte del ideario popular actual, siendo difícil separa a uno del otro. Por mencionar algunos, Marge y Homero Simpson, Lily y Herman Munster, Los Gemelos Fantásticos, Cosmo y Wanda, entre otros.
Los arquetipos en coaching se utilizan como referencia para reconocerse a sí mismo y establecer una ruta para adoptar características deseadas en la personalidad. Hay que reconocer que durante mucho tiempo, esta profunda diferenciación tuvo serios costos de la masculinidad, como reprimir las emociones, impedirse a sí mismos mostrar debilidades, entre otras cosas. Sin embargo, actualmente son aceptadas características tanto de Ánima como Ánimus tanto en hombres como en mujeres, buscándose más bien el sano equilibrio entre ambas y manteniendo el principio de complementariedad y cooperación entre ambos sexos.
El arquetipo paterno o del gran padre está definido por la figura de autoridad que, a la vez, es protector. Se caracteriza por la sabiduría, disciplina, regencia y ayudar a los suyos a alcanzar sus objetivos.
El gran padre es, por así decirlo, la cúspide del desarrollo de un hombre, encarnado casi siempre en personas de edad avanzada que han cultivado otros de los arquetipos masculinos, quedándose con algunas características en la ancianidad.
El arquetipo de sí mismo se encuentra inmerso en todos los niveles del ser. Es la contraposición del ego, que es la parte central del individuo. El sí mismo es una fuerza continua e infinita capaz de trascender.
Entre sus características se ubican el poder interior, la capacidad de transformación, abundancia, la fertilidad y necesidad de tener descendencia. De hecho, Jung le designa el símbolo fálico para identificarlo. Suelen convertirse en grandes líderes que dejan un legado.
El arquetipo del gobernante se enfoca en la regencia. Actúa como regulador de su entorno, organizando y dirigiendo a los que se encuentran a su cargo. Es centrado, organizado, previsivo. Tiende a la reflexión de los fracasos para prevenir errores futuros.
Asimismo, el gobernante rara vez pierde el control de la situación, ya que en vez de reaccionar actúa para corregir errores. Tan pronto toma una decisión, la ejecuta, siempre en los términos de la congruencia con su sistema de valores. Se caracteriza por ser moralmente íntegro.
Entre las características del guerrero se destacan la lealtad, fuerza y un carácter inquebrantable. No se da por vencido, sino que sigue intentando de diferentes maneras hasta alcanzar sus objetivos.
No permite que se le sumen ni problemas ni ataduras. Por el contrario, se despoja de todo aquello que no sea relevante para alcanzar sus metas. Por lo tanto, mantiene la disciplina y es desapegado.
Cuenta con una característica femenina: la capacidad de establecer vínculos, pero para su beneficio propio. Se mantiene en contacto con aquellas personas que pueden aportarle soluciones o vías para alcanzar sus propósitos. Suelen ser personas influyentes, ya que cuentan con seguidores que lo apoyan y participan en sus iniciativas.
El arquetipo creador tiene marcado el rasgo de la libertad. Es imaginativo, ingenioso, ve oportunidades donde otros no encuentran ninguna opción. El arquetipo del creador se encuentra en quienes son capaces de modificar el entorno de manera inteligente, poniendo a su favor tanto los pro como los contra.
No permiten que las circunstancias los diezmen, pues controlan sus acciones, se hacen responsables y esto les permite avanzar rápidamente. Cuentan con mucha confianza en sí mismos y no pierden la fe en las fuerzas superiores. Tiende a practicar la espiritualidad.
El amante es la proyección del inconsciente colectivo femenino que encarna la juventud disruptiva, generadora de cambios en las ideas. Concuerda con el romanticismo, la pasión y el amor.
Sus valores son más idealistas que concretos. Se ama a sí mismo, a la naturaleza, el arte, las ideas y por ende, a los demás. Se caracteriza por ser tolerante, apasionado, muy buen orador. Asimismo, expresa claramente sus emociones y la percepción que tiene de la realidad. Son intuitivos y se permiten ser guiados por ella al momento de tomar decisiones.
Los arquetipos masculinos están en todas partes. De hecho, la caracterización de personajes, entre ellos los ejemplos de arquetipos literarios, en el cine o en series de televisión, afianza en la psique colectiva la idea de lo que debe ser un hombre.
El señor Miyagi, en la película Kárate Kid, encarna la figura dl mentor y trasmisor de sabiduría a un hombre más joven.
El Capitán Benjamín Martin, en la película El Patriota, es la imagen del padre protector que sin importar los sacrificios que deba hacer, se une a la lucha de su hijo para resguardarlo del peligro.
En La Ilíada, Aquiles demuestra el valor de la trascendencia retando a los dioses y a su destino.
Mientras que Nelson Mandela es un claro espejo de trascendencia que le dio un nuevo rumbo a la historia de la humanidad.
Bill Gates es un personaje importante en la cultura popular actual. Estableció los parámetros no solo para una compañía exitosa, sino que ha demostrado que, aún sin poseer un cargo político, ejerce una posición de gobierno. Sus opiniones son respetadas y establece un orden donde le parece que nadie más se ha ocupado en ordenar el caos.
Luis XIV, el Rey Sol, es identificado como uno de los gobernantes más importantes de la historia de Francia por su capacidad para imponer orden y regularidad en su reino.
Un perfecto ejemplo del guerrero se encuentra en la película El último samurái, representado por Katsumoto, líder de su aldea y de los samuráis. Él estudia a su enemigo y se lo gana de manera pacífica, poniéndolo a favor de su causa.
Por otro lado, cabe mencionar a Tony Stark, quien ocupa el traje de Iron Man. Si bien no es un guerrero por naturaleza, se las ingenia con su poderío económico para lograr sus objetivos. Además, establece relaciones con otros guerreros para defender al mundo de múltiples amenazas.
El arquetipo creador se observa claramente en Leonardo Da Vinci, con su infinita creatividad para incursionar en todo lo que se propuso: el arte, la invención y la forma de expresarse a través de enigmáticas pinturas y escritos.
Nikola Tesla es también otro de los mayores exponentes del arquetipo creador, con su incursión innovadora en el campo de la electricidad.
Oscar Wilde es un reflejo del arquetipo del amante. No solo fu un literato creativo, que sabía cómo expresar profundas emociones, tal y como lo hace en La balada de la cárcel de Reading. Sino que retrata el arquetipo del joven amante en su obra El retrato de Dorian Gray.
Finalmente, el cantante Chayanne es un icono del amante para las mujeres. Él encarna sensualidad, romanticismo y pasión en sus canciones, bailes y expresión corporal.
Conocerse a sí mismo constituye adentrarse en la mente individual y también en la forma que se es visto dentro del consciente colectivo. Esta apreciación dentro y fuera de sí puede esclarecer cómo es el ego y arquetipos que en él influyen.
Para resolver el test solo necesitas un lugar dónde anotar dividiendo en 6 secciones, una para cada uno de los arquetipos masculinos: el gran padre, el creador, el arquetipo de sí mismo, el guerrero, el gobernante y el amante.
Este cuestionario consta de 18 proposiciones que al lado tienen un paréntesis que indica el arquetipo con el que esta se identifica. Cada una de las proposiciones se responde con un sí o un no.
Si estás parcialmente de acuerdo entonces tómalo como un sí, pues ser toma como una influencia en tu ego. Los síes se marcan como un punto para ese arquetipo, mientras que los noes se marcan con un cero.
Para obtener el resultado final, suma el total anotado para cada arquetipo. Recuerda que no tienes que estar influenciado por solo uno de ellos. Este test te dará una noción de cuáles son los que más influyen en ti y cuáles menos.
Para reflexionar, piensa por un momento cuáles serían las características que te gustaría cultivar de los arquetipos en los que obtuviste una puntuación menor.
En conclusión, conocer los arquetipos masculinos es una manera de organizar y entender las actitudes personales y cómo estas son un reflejo del sistema de creencias personal, además de la influencia que tiene en cada uno el inconsciente colectivo. Además, verse reflejado en los ejemplos de arquetipos exhorta a la meditación personal acerca de quién se es y en quien se desea convertir.