El arte dada surgió a inicios del siglo XX con interesantes aspectos vanguardistas, lo que, en su momento, hizo de esta tendencia una de las más atractivas de su contexto y un importante referente para las posteriores corrientes artísticas que se inspiraron en el movimiento dada. ¿Quieres saber más sobre el arte del dadaísmo? Aquí encontrarás toda la información relacionada a este innovadora corriente, desde sus orígenes, avances, características fundamentales y algunas de las principales obras del dadaísmo dentro de la pintura, escultura y poesía.
Dadaísmo literario:
Características, historia, autores y obras de los principales movimientos de la literatura dadaísta
Dentro del arte, se han visto diversas corrientes y escuelas con rasgos específicos que permiten demostrar la evolución, desarrollo y técnica en importantes momentos de la historia de esta disciplina, progreso que se refleja gracias a las oleadas de autores que, sin duda alguna, lograron consagrarse en lo más alto de sus carreras.
La época del dadaísmo significó una de las más importantes dentro de la vanguardia en el mundo del arte, y es por ello que sigue siendo referente dentro de la disciplina en general en tiempos actuales. A continuación, se muestra en detalle los aspectos teóricos del arte dada, a fin de comprender mejor esta corriente creativa.
Se trató de un movimiento artístico interdisciplinario surgido en Alemania en 1916 formando parte de las denominadas vanguardias históricas del siglo pasado, originadas en un intento de oponerse a los códigos establecidos dentro de la cultura y el arte en general, influenciado más que todo por el panorama político y social de aquel entonces. Se considera un antiarte, con una serie de principios y valores que hicieron del arte dada un estilo de vida y una nueva ideología.
Aunque se hizo notable más que todo dentro de la poesía, pintura y escultura de principios del siglo pasado, también tiene sus manifestaciones a través de la arquitectura dadaísta y otras artes como la fotografía, música, dramaturgia y otras disciplinas.
Por ser catalogado por sus seguidores como un antiarte, fue asumido más que todo como una forma de vivir, por lo que el dadaísmo destacó en su momento por los principios que fueron expresados por los creadores influenciados bajo este movimiento y que no tardaron en generar controversia en la crítica especializada del arte y el público en general.
Aspectos como rebeldía, irreverencia, abstracción, imperfección, espontaneidad, entre otros fundamentos, fueron las demostraciones del dadaísmo en una marcada oposición a lo que se encontraba establecido dentro del arte en general, rodeado de positivismo y convencionalismo regido por la eterna búsqueda de la belleza, delicadeza, refinamiento y excelencia que, hasta ese entonces, eran notorios en las obras de arte.
Por otra parte, el movimiento poético del dadaísmo tuvo como principios fundamentales el uso de la ironía, sátira, burla y expresiones absurdas y a veces consideradas sin sentido, vistas a través de las denominadas figuras retóricas del dadaísmo, donde el lenguaje literario se manipula de forma libre y hasta ilógica y expresiva, pero que era catalogada como la forma más precisa de manifestar belleza en los versos. Esta habría de ser una de las más importantes características del dadaísmo literario en general, lo que lo ayuda a diferenciarlo de otras corrientes.
Las vanguardias del dadaísmo expresadas en prácticamente todas las áreas artísticas, fueron prominentes en corrientes posteriores, siendo la más destacada la tendencia surrealista, que vino a ser la concreción de lo que quería lograr el dadaísmo apenas fue originado. Por otra parte, todas las disciplinas creativas se verían notoriamente marcadas con el rompimiento del arte dada con todos los códigos estéticos afianzados hasta su surgimiento, lo que llevó a ser un punto determinante en las áreas que durante siglos, rindieron culto a la perfección y belleza para dar paso a una tendencia irracional y cargada de rebeldía.
Para dar un ejemplo, la arquitectura del dadaísmo significó un giro radical en el diseño de edificios, que eran creados a partir de materiales tradicionales hasta la llegada de la tendencia vanguardista, donde comenzaron a desarrollarse proyectos arquitectónicos a maneras de esculturas, combinando elementos como hormigón, cúpulas de cristal, acero y otros recursos poco ortodoxos dentro de la construcción.
El contexto histórico del dadaísmo dejó profunda huella en el arte a nivel general, representando un antes y un después en la disciplina, visto en las creaciones y obras de arte de esa era artística que sirvieron de influencia para los movimientos originados posteriormente. Te traemos un recorrido por el origen y desarrollo del dadaísmo en géneros artísticos destacados como la pintura, arquitectura, literatura, poesía y escultura, donde la corriente se expandió por medio de los principales exponentes del dadaísmo y sus obras reconocidas hoy en día.
Originado en 1916 en Zúrich, ciudad que para ese año, servía de refugio para numerosos artistas y creadores de diferentes nacionalidades que llegaron a tierras suizas después de los horrores de la Primera Guerra Mundial. El arte dadaísta tuvo entre sus precursores a los escritores Hugo Ball, Tristán Tzara y André Breton, quienes crearon las primeras obras del dadaísmo literario, específicamente, panfletos y manifiestos que eran leídos en el Cabaret Voltaire, punto de encuentro de los autores rebeldes.
La postura satírica e irónica de éstos y otros autores, que usaban la burla como oposición al arte burgués, fue replicada en otras disciplinas como la pintura y la ilustración, con dibujos humorísticos que adornaban los escritos de los representantes de los movimientos literarios del dadaísmo, y tal fue el éxito de esta corriente, que para 1917 se apertura la Galería Dadá.
Cabe acotar que el término «dada» o «dadá» fue muy discutido en su momento, pero la versión fehaciente del origen del nombre del movimiento es la que relata que Tristán Tzara halló esta extraña palabra en un diccionario, dadá, que en francés se traduce como «caballo de batalla», pero que fue perfecta para el rumano al adjudicarla como una denominación que, al final, no tiene significado alguno dentro del movimiento, lo que expresa el carácter sinsentido de esta corriente.
Mientras esto sucedía en Suiza, otros artistas refugiados, esta vez en Nueva York, hicieron lo suyo para afianzar el arte dadaísta en Estados Unidos, resaltando de ese grupo la figura del escultor francés Marcel Duchamp, que creó piezas a partir de objetos simples como urinales, taburetes, piezas de bicicletas, entre otros componentes comunes, dado así origen a sus reconocidos ready-mades, esculturas surgidas por acción y voluntad del autor de la pieza, dando un vuelco artístico a elementos cotidianos como los ya mencionados para exponerlos como si de obras de arte se tratasen. Aunque generó conmoción en un principio, ésta y otras expresiones fueron aplaudidas más adelante por los colegas dadaístas europeos y norteamericanos.
La consagración de las obras del dadaísmo en tierras neoyorquinas vino de la mano de la fundación en 1915 de la revista 391, gracias al pintor Francis Picabia y al fotógrafo Alfred Stieglitz, quienes usaban este espacio para mostrar sus piezas bajo esta tendencia y otras más de artistas que asumieron este movimiento como una ideología antiartística.
Con el éxito obtenido en Europa y América, el arte dadaísta se desplegó en otras latitudes, como Alemania, Francia y Japón, asumido más que todo por jóvenes artistas que querían expresar su descontento a los aconteceres vividos en esa época, de corte bélico, devastador y caótico. Lo ofrecido por la política, religión, filosofía y otras áreas importantes, no era lo que se veía en las desoladas calles de los países que sufrieron la barbarie de la Gran Guerra, por lo que el dadaísmo vino a ser un movimiento con marcado carácter crítico ante estas experiencias, impulsadas más que todo por el positivismo y sostenidas por la sociedad burguesa.
El desgaste del dadaísmo se dio principalmente porque la opinión pública vio excesiva y grotesca la práctica provocadora y escandalosa que buscaban generar las obras del dadaísmo. Aunque se llevó a cabo incluso una Feria Internacional Dadá en Alemania a mediados de 1920, este hito histórico no impidió que importantes representantes del arte dadaísta abandonaran al mismo para intentar desprenderse de la polémica generada, como lo hizo André Breton, que dio los primeros aportes hacia el posterior movimiento vanguardista, el surrealismo, que vendría a marcan el arte onírico e imaginativo desde 1924.
Las características y representantes del dadaísmo que mostraremos a continuación, reflejan las particularidades presentes dentro del movimiento del arte dada, mismo que logró ocupar un puesto entre las notables corrientes artísticas del siglo pasado y que pueden verse en las obras de arte del dadaísmo que engalanan a museos, galerías, calles de ciudades importantes y librerías de renombre. Entre estos rasgos están:
Las obras del dadaísmo fueron impulsoras de innovadoras técnicas como los mencionados ready-mades, puestos en escena por Duchamp, y el fotomontaje o collage, método aplicado dentro del mundo de la fotografía. Ambos ejemplos, en su momento incomprendidos por el ojo especializado, hoy en día son prácticas comunes dentro de las disciplinas descritas, y como ellas, muchas más se originaron gracias al arte dadaísta.
A manera de contraponerse a las posturas fijadas por los artistas adheridos al positivismo, donde la razón debía prevalecer en todas las obras, el dadaísmo supo hacer de la irracionalidad su herramienta principal.
En pinturas, esculturas y poemas del dadaísmo, es posible hallar muestras de humor absurdo o negro, ironía, sátira y otros recursos artísticos utilizados para provocar al sector conservador artístico y a la opinión pública, en una manera de quebrar el orden fijado por los tradicionalismos.
El dadaísmo fue considerado por sus propios creadores y afectos como una corriente antiartística, apropiado por sus simpatizantes como un estilo de vida, una ideología y/o un medio de subversión que evidenciaba las tensiones sociales y políticas de ese contexto, siendo un claro de ello los mismos impulsores de este movimiento, creadores obligados a refugiarse lejos de sus países de origen a causa de los horrores de la guerra.
Entre las características de la poesía dadaísta, pintura, escultura y otras áreas artísticas de esta corriente, se encuentra la contradicción revelada en las piezas de arte que, si se comparan con otras creadas bajo patrones tradicionales, simbolizan imperfección, caos, desequilibrio, pero también motivan al artista a expresarse libremente, sin ataduras ni técnicas rígidas.
El dadaísmo surgió no solo para oponerse a la rigidez y perfección establecida en el ámbito artístico, sino también como medio de protesta a la situación política, económica y social que se estaba generando en ese entonces a causa de las confrontaciones bélicas que, desde el punto de vista de esta corriente vanguardista, tiene en el paradigma positivista su principal responsable.
Como toda corriente, el arte dada mostró lo mejor de los creadores que se iniciaron e identificaron con el movimiento hasta hacerlo popular. En las siguientes líneas, conocerás los principales representantes del dadaísmo dentro de la poesía, pintura y escultura, áreas donde el dadaísmo se hizo sentir en su máxima expresión.
La literatura dadaísta destacó desde sus inicios con la diversidad de publicaciones inspiradas bajo esta corriente, siendo la más resaltante la poesía, cuyos versos irreverentes, espontáneos y liberales llegaron a generar controversia en su momento pero, actualmente, son admirados por el público. Dentro del dadaísmo en la literatura, destacan los siguientes poetas:
Se trata de uno de los autores representativos del dadaísmo. Fue un escritor francés de origen rumano, catalogado como uno de los fundadores del arte dadaísta, influenciado a su vez por las opiniones del escritor Hugo Ball cuando compartieron ideas en su exilio en Suiza. Tzara fue el que le dio nombre al movimiento, además de ser autor del primer manifiesto creado bajo esta tendencia antiartística, escrita en 1918.
Entre sus obras más afamadas se encuentran los Siete manifiestos dadaístas, La primera aventura celeste del señor Antipirina y Veinticinco poemas, publicaciones destacadas dentro del periodo del dadaísmo en el ámbito literario.
Otro de los pioneros del dadaísmo en literatura, fue un escritor francés que compartió en Suiza con los pioneros de la corriente y dio aportes a la misma, a la que se sumó por un espacio de tres años. Sin embargo, a pesar de ser un miembro activo de este movimiento, comenzó a desligarse por la controversia que generó el dadaísmo en la opinión pública, hasta que lo abandonó en 1920 pero sin olvidar las ideas y principios de esta tendencia, las cuales sirvieron a Breton de base para promover otro de los importantes movimientos vanguardistas del mundo artístico, como lo fue el surrealismo.
De su mano se escribieron obras como Nadja, Arcano, El amor loco y Los vasos comunicantes, las cuales recuerdan el paso de Breton por el dadaísmo al presentar rasgos característicos de esta ideología.
Las pinturas del dadaísmo fueron las primeras muestras del desprendimiento de esta corriente de los patrones tradicionales establecidos dentro del arte, ya que reflejan la posición fijada por los creadores adheridos a este movimiento, ligada con los principios de ironía, escándalo, protesta, contradicción e imperfección. Encontramos dentro del periodo del dadaísmo pintores de la talla de:
Este pintor francés de origen alemán fue uno de los principales creadores de la pintura dadaísta, conjuntamente con piezas de tendencia surrealista. Se caracterizó por su comportamiento provocador y polémico, como la ocasión en la que organizó una exposición interactiva para el público, que debía pasar por un pasillo de urinarios, o tenía la opción de destruir un enorme trozo de madera a hachazos, todo ello amenizado con poemas grotescos recitados por una niña vestida como si fuese a recibir su primera comunión. Aunque dicha exposición sería prohibida tiempo después, impulsaría otras más provocativas e irreverentes.
Entre sus cuadros más reconocidos se encuentran El elefante Célebes, Ubu Imperator e Loplop presenta a Loplop, obras sobresalientes de la época del dadaísmo de Ernst.
Aparte de ser pintor, el francés también destacó dentro de la escritura, simpatizando en el dadaísmo, surrealismo y cubismo, siendo uno de los máximos referentes del arte abstracto. Con obras que van desde reflejos de técnicas impresionistas hasta formas mecanomorfas y con llamados futuristas, propias del dadaísmo, se convirtió en un representante notorio de este movimiento en la pintura, adoptando una postura irónica y rebelde propia de los adeptos a esta ideología.
Entre sus creaciones resaltan Máscara abierta, Reloj de alarma y Parada amorosa.
Otra de las destacadas áreas donde encontramos notables artistas es en la escultura dadaísta, tan llena de abstracción, rompiendo con los esquemas convencionales que se tenían fijados dentro de este tipo de arte. Sus principales exponentes son:
Escultor franco – alemán, también conocido como Hans Arp. Fue impulsor del dadaísmo dentro de la escultura, cuyas obras se caracterizaron por representar imágenes oníricas y mostrar abstracción e imperfección, como lo hizo también en su desempeño como poeta y escritor.
Simpatizó también con el surrealismo y fue creador del bioformismo artístico, y conocidas en el mundo son sus piezas Pastor de nubes, La estrella y Concreción humana, obras que combinan lo mejor de las corrientes que inspiraron a Arp durante su carrera.
Creador de los ready-mades, objetos cotidianos transformados en obras de arte sin siquiera hacerle modificación alguna, se hizo famoso rápidamente por estas creaciones, las cuales hoy pueden admirarse, por ejemplo, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Este escultor y pintor francés fue impulsor de corrientes vanguardistas, aparte del dadaísmo, como lo fue el surrealismo y el futurismo, donde sus creaciones influyeron enormemente en el arte abstracto a nivel general.
De sus piezas destacan Fuente y Rueda de bicicleta, notorios referentes del ready-made que dio aclamación mundial a Duchamp.
En este artículo, por supuesto, no podíamos dejar de hablar de las obras representativas del dadaísmo en las artes que ya hemos hecho mención, siendo ellas claras manifestaciones de esta interesante tendencia que sigue maravillando a los amantes del arte vanguardista. Entre ellas tenemos:
De los poemas del dadaísmo más famosos, destacamos los siguientes:
Escrito en 1916 por el poeta alemán Hugo Ball durante su exilio en Suiza, donde destacó por ser uno de los precursores de la literatura dadaísta. En el siguiente fragmento, se observa la esencia sinsentido de los poemas del dadaísmo que querían reflejar los autores de la época:
«Así asesinamos, así asesinamos, Todos los días lapidamos Colegas nuestros en la danza de la muerte. Álzate hermano ante mí, ¡Hermano, tu pecho! Hermano que debes caer y morir».
Redactado por Tristan Tzara durante los primeros momentos del movimiento dada en Zúrich. En este poema se presenta la ausencia de signos de puntuación tan particular en los poemas del dadaísmo:
«Y ahora me alegro cuando en el patio ladran los perros ladran los perros y cuando llegas para quedarte conmigo hasta mañana hasta mañana».
Otro poema de autoría del rumano Tristán Tzara, que forma parte de los versos escritos bajo la tendencia dadaísta. Se nota la ausencia de signos de puntuación y el estilo incoherente en sus líneas, algo que en su momento llegó a escandalizar al conservador mundo literario:
«el ruido ordenado en la periferia del resplandor es un ángel que sirve de cerradura a la seguridad de la canción una pipa que se fuma en el compartimiento de fumadores en su carne los gritos se filtran por los nervios que conducen la lluvia y sus dibujos…»
Entre las artísticas imágenes del dadaísmo, tenemos las siguientes piezas:
Creada en 1917 por Francis Picabia, esta obra de arte pintada al óleo sobre cartón, muestra la fascinación que tenía el pintor hacia lo mecánico o científico, representación gráfica que acompañaba de un título que parecía incoherente para el público pero que, a su vez, hacía volar la imaginación del espectador.
Este cuadro de Max Ernst, pintado en 1923, representa a Ubú rey, personaje de una obra teatral escrita por el francés Alfred Jarry. El protagonista del cuadro es reflejado en la pintura como una peonza roja, dando vida al objeto por medio de este emperador. La pieza se exhibe en el Museo Nacional de Arte Moderno en París.
Se trata de una intervención hecha por el artista Marcel Duchamp a la célebre Mona Lisa de Leonardo da Vinci. Este ready-made muestra a la reconocida Gioconda con unos detalles muy peculiares: un bigote y una barba, agregados de forma burlesca por Duchamp para mostrar su espíritu rebelde.
La escultura dadaísta tiene en su diversidad de piezas referentes a las creaciones que detallaremos a continuación:
La pieza se trata simplemente de un urinario invertido y exhibido como una fuente. El concepto fue presentado en 1917 por Marcel Duchamp en Nueva York, generando polémica la primera vez que fue exhibido.
Otro de los célebres ready-mades de Marcel Duchamp, donde se muestra una rueda de bicicleta fijada sobre un taburete. Esta pieza, una de las primeras esculturas dadaístas del francés, también tiene expresiones cinéticas, ya que la rueda gira sobre el objeto al que se encuentra adherido.
¿Puedes imaginar este rimbombante título para una pala? Pues Duchamp lo hizo de nuevo. Simplemente, en 1915 tomó este objeto cotidiano, le colocó un nombre artístico y lo exhibió como una gran pieza creativa.
Como se puede observar, el arte dada marcó una época muy resaltante, al oponerse a los códigos determinados por las anteriores corrientes que precedieron este movimiento, por medio de una postura irracional y rebelde que generó polémico en sus inicios, pero que tiempo después, vino a fomentar otras corrientes de corte vanguardista. Aunque el movimiento duró poco tiempo, las diversas obras del dadaísmo que hoy podemos disfrutar, nos muestran cómo por medio del arte, un nutrido grupo de creadores elevaron su voz de protesta y decidieron cambiar el rumbo de esta disciplina para siempre.