Cultura

Arte de la Antigua Grecia: periodos, características y principales obras del arte griego antiguo (pinturas, esculturas…)

Al escuchar sobre Grecia, lo primero que llega a la mente son los imponentes monumentos, edificios, estatuas y otras obras del arte griego antiguo. Aunque hayan pasado muchos siglos desde la creación de estas piezas hasta la actualidad, varias de ellas han sido descubiertas de la mano de la arqueología, mientras que las ruinas arquitectónicas han sido restauradas para su preservación en el tiempo para ser contempladas y admiradas. El arte de la Antigua Grecia es el tema principal de este artículo, ya que estaremos detallando los periodos del arte griego, los aspectos que caracterizaron al arte de esta cultura y, ya de manera concreta, ahondaremos en la arquitectura, escultura y pintura, disciplinas donde se hace más evidente la presencia del estilo artístico de Grecia.

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Periodos o etapas del arte griego

El arte de Grecia fue variando a medida que se llevaba a cabo su origen, evolución y consolidación, por lo que la historia del arte se ha dado a la tarea de dividir este estilo artístico en diferentes etapas, cada una con sus particularidades específicas pero que, conjuntamente, influenciaron con fuerza el arte occidental en tiempos posteriores.

De acuerdo con las proyecciones derivadas de estudios arqueológicos, se han determinado que los periodos del arte de la civilización griega son:

Periodo geométrico

La primera de las etapas del arte de la cultura griega data del lapso temporal entre los años 900 y el 700 a.C., es decir, se generó durante la denominada Edad Oscura, época histórica que se caracterizó por tomar elementos presentes en las corrientes artísticas de las civilizaciones predecesoras, concretamente, del arte cicládico, el minoico y el micénico.

Recibe este nombre por la elaboración de obras de cerámica con formas geométricas y las líneas curvas, y fue el primero de los estilos del arte griego que tuvo cabida en, prácticamente, todo el territorio de esta civilización gracias a las escuelas regionales, siendo las más importantes la de Corinto, Beocia, Argos y Tebas, y la de mayor calidad la de Atenas.

Este contexto histórico del arte griego se dedicó a producir obras para uso funerario, por lo que estuvieron presentes en espacios anteriormente destinados para la realización de ceremonias y ritos de esta temática, como santuarios, necrópolis y templos, donde se han hallado un significativo número de vasos funerarios. Hay que destacar que una de las manifestaciones más claras de estas obras es que están decoradas con escenas alusivas a la muerte.

Periodo orientalizante

Esta etapa artística coincidió con la época de expansión de la civilización griega hacia territorios orientales (siglos VIII y VII a.C.), por lo que las obras de arte griegas de esta época tuvieron elementos de las culturas asiria y fenicia. Al mismo tiempo, este ámbito expansionista permitió la introducción de nuevos materiales como textiles, marfiles y metales, al igual que de técnicas artesanales que se hicieron evidentes en disciplinas como la escultura, la cerámica y la arquitectura.

Para este periodo, ya comenzaban a ejecutarse edificios con planta rectangular, aspecto que caracterizó a la arquitectura griega de aquí en adelante y abandonando el ábside abovedado presente en los edificios erigidos en la etapa anterior.

Periodo arcaico

La aparición de las icónicas figuras y siluetas negras presentes en la producción cerámica y dibujos griegos antiguos fue uno de los principales aspectos que caracterizaron a esta etapa, que abarcó el lapso entre los siglos VII y VI a.C., periodo en el que se generaban las ciudades-estado o polis y que tuvo rápida expansión hacia el Mediterráneo.

Para afianzar el predominio de la figura gobernante y su trascendencia en la vida de la polis, se construyeron imponentes edificios públicos y religiosos que, además, sirvieron para establecer en el imaginario colectivo una identidad social y política que difería entre cada una de las ciudades-estado.

Por otra parte, el progreso del comercio griego permitió el intercambio de productos por nuevas materias primas provenientes de las colonias que fueron empleadas para la producción artística de ese entonces, tal y como fue el caso de la elaboración de armaduras, yelmos, ánforas y otros recipientes de bronce.

Periodo severo

La transición entre el periodo arcaico y clásico se dio en este convulso periodo artístico, caracterizado por emerger en los años previos a las Guerras Médicas, por lo que su datación se encuentra entre el 525 y el 480 a.C. En esta etapa se explotó el ámbito escultórico, como se pudo determinar con el hallazgo de las pocas estatuas de bronce, relieves arquitectónicos y estelas que lograron sobrevivir de ese momento y en las múltiples copias romanas.

Estas esculturas evidencian ciertos aspectos, como lo son la simplicidad de las formas, encarnación de sentimientos por medio de algunos gestos (por ejemplo, la variación de la sonrisa arcaica), el ritmo del momento dramático y el equilibrio de las masas. En esta época se desarrollaron los primeros trabajos de artistas consagrados durante el periodo clásico, como Mirón de Eléuteras, el mismísimo autor del Discóbolo.

Periodo clásico

Entre los siglos V y IV a.C. se dieron cambios radicales en la producción de arte de la Antigua Grecia, y es aquí en este periodo donde las figuras, esculturas y dibujos de griegos se alejan de la rigidez para mostrarse más naturales y expresivas, buscando alcanzar la belleza ideal mediante la idealización del ser humano, por lo que se puso en práctica la mímesis o imitación de la naturaleza. Este estilo artístico comenzó a ser regido por una serie de normas y reglas agrupadas dentro del kanon, principio que fue retomado tiempo después por la civilización romana y, posteriormente, por el Renacimiento italiano.

Por ser esta época donde se vivió el apogeo de las principales polis griegas, se ha tomado el arte clásico de Grecia como principal referente creativo de dicha civilización en términos generales. Asimismo, disciplinas artísticas como la escultura, arquitectura y pintura se combinaban para crear una obra perfecta, por lo que era común que un templo o construcción arquitectónica fuera decorada con figuras escultóricas o estelas para, finalmente, ser policromado por un pintor. De igual manera, el arte griego en pintura de dicha etapa también se hizo notar en la escultura a través de las figuras y siluetas rojas.

Periodo helenístico

Esta última etapa artística se desarrolló a finales del siglo IV y se prolongó gracias a la conquista romana de Grecia (siglo II a.C.), por lo que es bastante notable la presencia del sincretismo entre ambas culturas en las obras artísticas localizadas por la arqueología. En esta época se elevó en gran medida la producción artística, hecho propiciado por la competencia de los gobernantes para hacer sus ciudades más bellas, por lo que los artistas pasaron a formar parte de un sector social privilegiado, reconocido por sus principales clientes, los reyes y los burgueses.

A pesar de que surgieron una gran variedad de escuelas artísticas, todas se englobaron en criterios comunes que permitieron la difusión de este arte cosmopolita por todo el territorio helenístico. De estas escuelas creativas prevalecieron las de Atenas, Alejandría, Rodas y Antioquía, por medio de artistas frecuentemente requeridos por las figuras de poder social y político para la elaboración de frescos, mosaicos, edificios y esculturas para ornamentación civil o religiosa.

El final de este periodo llegó con la prevalencia del arte romano, que se encargó de copiar muchos de los elementos característicos del arte griego, por lo que ha sido clasificado generalmente como arte grecolatino.

Principales características del arte de la Antigua Grecia

Varios aspectos nos ayudan a determinar qué es el arte griego de acuerdo a los estudios y análisis realizados desde la historia del arte sobre la producción creativa de esta antigua civilización. Entre las más destacadas características del arte griego tenemos:

Marcada influencia de la filosofía

Para todos es sabido que Grecia es la cuna de la filosofía, una disciplina que difundió diferentes principios que fueron tomados y aplicados en distintas áreas, por lo que el arte no estuvo excluido de ello. De aquí se toma la belleza griega como valor primordial del idealismo propuesto por Sócrates y la mímesis de Aristóteles o imitación de la naturaleza.

Arte legado a través del aprendizaje

Si buscas saber cómo era el arte en Grecia, el mismo se desarrollaba como un conocimiento adquirido por el padre y transmitido a sus descendientes, siendo todo el grupo familiar protegido por un rico mecenas. Sin embargo, este aprendizaje artístico no le bastaba a los pintores, escultores y arquitectos griegos para posicionarse en un privilegiado sector social, solo siendo reconocidos de forma tardía durante la etapa helenística.

Tuvo inspiración de otras culturas antecesoras

Como ya se hizo evidente en la periodización de la cultura y arte de Grecia Antigua, la concreción del mismo se llevó a cabo una vez que esta civilización fue expandiendo su territorio y conquistando otros pueblos. Es por eso que vemos que en sus primeras etapas rescata elementos del arte micénico, luego de la cultura oriental y, ya consolidado, desarrolla sus propios aspectos que caracterizaron a todo el arte occidental a partir de la etapa clásica y con énfasis en el periodo helenístico.

Religiosidad como principal temática del arte griego antiguo

La religión politeísta regida por dioses y figuras protagonistas de la denominada mitología griega, fue el principal tema abordado en todas las expresiones artísticas de la Grecia Antigua. Por tanto, la gran mayoría de las esculturas creadas durante la existencia de esta civilización estaban dedicadas a alguna deidad trascendente, mismo aspecto aplicado en monumentos, templos y otros espacios arquitectónicos y en muchos dibujos de la Antigua Grecia.

Perfección aplicada en todos los ámbitos artísticos

La perfección difundida por medio del idealismo motivó a que las diversas obras de arte fueran concebidas siguiendo este precepto, por lo que la responsabilidad de su creación recaía en un maestro que conducía a un equipo de trabajo dispuesto para realizar dichas labores, tal y como se determinó en la arquitectura de esa época.

Arte como símbolo del florecimiento de la civilización griega

Disciplinas artísticas como la escultura, la arquitectura y la pintura sirvieron para reseñar y expresar simbólicamente la plenitud de esta cultura en tiempos de la Antigüedad clásica. Por ejemplo, para el desarrollo de la polis o ciudad, se construyeron importantes edificios que mostraban el crecimiento urbanístico de estas localidades.

El arte clásico griego manifestado en la arquitectura, escultura y pintura

La mayor parte de las obras griegas que han podido prevalecer en el tiempo son las producidas dentro de la arquitectura, escultura y pintura de dicha civilización, por los cuales se toman estas tres disciplinas como referente para conocer e interpretar todo sobre el arte griego. A continuación, describiremos a profundidad estos ámbitos y mostraremos algunos ejemplos de importantes obras de arte de dichas disciplinas.

Arquitectura del arte griego

Uno de los legados arquitectónicos más importantes del arte griego, sin dudas, es el templo, un edificio construido siguiendo los cánones establecidos en esta época histórica y que tuvo como principales aspectos una planta rectangular, un pórtico de acceso y un techo a dos aguas sostenido por columnas.

Esta construcción sufrió distintos cambios a medida que fueron pasando los periodos artísticos antes mencionados, siendo los primeros templos de adobe y madera, sostenidos por cuatro columnas, para luego consolidarse la edificación a partir de piedra con una hilera exterior de columnas o peristilo, pasando de ser un pequeño recinto para convertirse en un monumento de grandes proporciones espaciales. Otros elemento característico de las columnas fue su decoración, compuesta por el fuste acanalado y un capitel con molduras o equinos.

Los templos griegos se clasifican en dos tipos: el dórico, de edificación maciza y baja, originaria de las costas del Peloponeso, y el jónico, de mayor tamaño, doble hilera de columnas y decorado con frisos de relieves. De la primera categoría traemos como ejemplo el Partenón, reconocido templo erigido en Atenas en el año 438 a.C., como tributo a Atenea, patrona de la ciudad y diosa de las ciencias, el pensamiento y la industria.

El Partenón, el templo griego más reconocido del mundo. (PublicDomainPictures).

Grecia en el arte escultórico

La escultura del arte griego se produjo en todos sus periodos artísticos, siendo las primeras figuras hechas a partir de materiales maleables como terracota y arcilla hasta que se afianzó el uso de otros elementos como la piedra y el metal, de acuerdo a las técnicas de moldeado y vaciado de esculturas desarrolladas en el  tiempo. Las figuras escultóricas primitivas del arte griego tenían como finalidad la decoración de recintos funerarios y carecían de expresión, tenía estricta rigidez y contaban con postura frontal, recordando un poco la escultura egipcia.

Más adelante, siguiendo el principio de la naturalidad presente en la belleza ideal, se buscaba copiar las proporciones humanas por lo que se incorporó el dinamismo, la expresión facial y corporal de sentimientos y emociones y el realismo. Asimismo, la escultura siempre estuvo ligada a la arquitectura, ya que fue empleada para la decoración de templos y monumentos civiles.

Una de las esculturas griegas más famosas del mundo es la Venus de Milo, estatua de mármol blanco que data del periodo helenístico y que representa a la diosa griega Afrodita (la Venus romana), deidad del amor, la belleza y la fertilidad.

Venus de Milo, una de las más importantes esculturas del periodo helenístico, obra donde se evidencia el sincretismo grecolatino. (Livioandronico2013, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

La pintura griega

La pintura griega siempre tuvo como soporte principal a la cerámica, ya que era utilizada para la decoración de ánforas, vasijas, platos y otros objetos artísticos exportados a través del comercio. En estas creaciones se realizaban escenas pictóricas de temas mitológicos o reseñando gráficamente algunos de los acontecimientos más relevantes del universo helénico; siendo estas escenas incluidas por medio de franjas horizontales que eran leídas o apreciadas a medida que se giraba la obra de cerámica.

Las figuras pictóricas variaron en las épocas, siendo las primeras las que representaban animales y plantas para, seguidamente, agregar humanas en estos dibujos griegos, plasmados con la silueta negra y roja, y ya para el periodo helenístico, ampliamente coloridas.

Ánfora panatenaica decorada con una escena pictórica que representa a un luchador o púgil. (Sailko, CC BY 3.0, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Desde un punto de vista general, el concepto de arte griego antiguo hace referencia a la diversidad de elementos, expresiones y manifestaciones creativas generadas en tiempos de existencia de la civilización griega, una época que estuvo caracterizada por los diferentes cambios que se dieron durante el desarrollo, avance y afianzamiento de esta cultura sobre sus colonias y territorios conquistados. A través de diferentes etapas, el arte de la Antigua Grecia se hizo relevante, principalmente, en la pintura, escultura y arquitectura generada en este tiempo, el cual fue tomado como fuente de inspiración para corrientes y estilos posteriores de la cultura occidental, como el arte del imperio romano y, mucho tiempo después, el del Renacimiento italiano.

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