La religión ha sido un tema tomado considerado en distintas representaciones artísticas, a manera de ilustrar y fortalecer la fe en diversas creencias. El arte religioso ha acaparado la escena cultural siglos atrás, manifestándose en disciplinas como la arquitectura, pintura y escultura, donde hoy pueden verse interesantes obras de arte relacionadas con esta tendencia. Si observas cuál es la religión de Australia, México y España, por nombrar algunos países, verás que predomina el cristianismo, por lo que gran parte del arte sacro está dedicado a este culto. Conoce más sobre este género y sus obras más reconocidas.
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Para empezar, es importante conocer los elementos básicos del arte religioso en general, como su definición, historia y características, para saber de qué trata esta corriente y por qué resulta fundamental dentro del arte en general. Si te llaman la atención las imágenes relacionadas al arte sacro, no puedes perderte la siguiente información.
Es la creación de obras de arte y edificios vinculados con el culto hacia lo sagrado. Pero, por ejemplo ¿qué religión predomina en Australia, Europa y Latinoamérica? Pues en estas latitudes, la fe más profesada es el cristianismo, por lo que el arte cristiano es el que mayor escena tiene en el mundo. Sin embargo, el arte sacro también se vincula a otras religiones como el islam, budismo e incluso, se ha dado a la tarea de expandirse hacia otras creencias propias de los pueblos primitivos e indígenas.
Desde la antigüedad, arte y religión han ido de la mano para representar momentos significativos del cristianismo. Desde la consolidación del dominio cristiano por parte de los romanos en el siglo IV, el arte tomó parte fundamental en la propagación del culto hacia Cristo, hecho afianzado en la centuria siguiente, en tiempos de la Edad Media, donde se crearon esculturas y cuadros de santos para ser consagrados en los templos principales, lo que vino dio un carácter profundo más allá de ser una simple obra de arte.
A lo anterior se agregaron majestuosos edificios que fueron construidos por los imperios del momento, como por ejemplo, el bizantino, que rescató diversos elementos característicos del arte sacro promovido por los romanos, cuya jerarquía religiosa, ante la inminente caída de Roma, auspició el desarrollo de esta corriente, que tomó la escena de forma simultánea a la llegada al trono de Constantino El Grande.
Para el período del medioevo tardío, surge en Francia el arte gótico como estilo artístico religioso que comenzó a expandirse en todo el mundo. Se mantuvo con fuerza hasta la llegada del siglo XV, donde se vivió un período de transición que impactó enormemente al arte sacro. De esa época van a resaltar los reconocidos frescos decorativos que engalanan la Capilla Sixtina (El Vaticano), creados por destacados artistas del momento, como Miguel Ángel, Botticelli y Ghirlandaio, siendo la base del denominado Renacimiento.
En el siglo XVII, en medio de disputas entre católicos y protestantes, surgió el barroco, originado en Italia como medio de promoción de la doctrina contrarreformista. Bajo el mecenazgo eclesiástico, se crearon múltiples obras de arte y se erigieron sendos monumentos para fortalecer el dominio católico.
La relevancia del arte cristiano fue notoria dentro del proceso de colonización por parte de los imperios que ocuparon el poder en el siglo XVI, siendo un buen ejemplo el arte colonial, promovido por España para la adoctrinación de forma visual de los indígenas evangelizados. De ese período, llamado barroco colonial, miles de pinturas sacras se reprodujeron en América.
De hecho, durante la colonia, en la educación, que estaba impregnada del dogma religioso, también eran aplicados artes y oficios con finalidad sacra, siendo un buen ejemplo de ello el bordado que se enseñaba a las jóvenes de la época, reflejándose en varias imágenes religiosas de santos en punto de cruz, práctica que siguió siendo constante en las instituciones regidas por órdenes y congregaciones.
Otro hito importante para la historia del arte sacro fue la invención de la imprenta, ya que a partir de ese acontecimiento, centenares de dibujos religiosos ilustraron las biblias reproducidas bajo este método, agregándose también el nacimiento de la litografía a color que vino a dar un giro a la difusión de tarjetas sagradas.
La modernidad abrió paso a la secularización de la sociedad, lo que significó un declive dentro del arte religioso. Sin embargo, varios artistas de los movimientos de aquel entonces, tomaron inspiración de pasajes bíblicos o de figuras religiosas para la creación de pinturas católicas y esculturas siguiendo las técnicas vanguardistas.
Muchos fondos de imágenes religiosas católicas, esculturas representando algún santo o estructuras arquitectónicas como templos o conventos, presentan ciertos rasgos que permiten determinar si cumplen con los parámetros del arte sacro. Entre los más comunes se encuentran:
Ante la necesidad de difundir la fe católica en una sociedad mayoritariamente analfabeta, el arte religioso resultó ser la opción más viable para tal fin. Aparecieron en escena numerosas representaciones de santos, escenas y símbolos que daban un mensaje claro a la feligresía.
Producto de la masificación de creaciones dentro del arte sacro, la historia del arte ha recurrido a dividir este género por medio de ciclos relacionados a la temática representada. Entre los más destacados se encuentran el ciclo de Cristo, que abarca toda la vida de Jesús y la de los doce apóstoles vinculados a él; el ciclo del Antiguo Testamento, con representación de notables pasajes bíblicos, y el ciclo mariano, cuya figura principal es la Virgen María en todas sus advocaciones.
También hay que consideran las personificaciones angelicales, las cuales se han hecho bastantes comunes en el arte en general, más allá de lo sagrado. Una muestra de ello son ciertos marcos para fotos religiosos que muestran ángeles o querubines.
En todas las manifestaciones del arte sacro, se hace especial detalle a ciertos elementos que caracterizan a los personajes pintados o tallados, como por ejemplo, su velo, vestimenta, cabellera, barba, posición de las manos, entre otros.
Los personajes inmortalizados en cuadros y esculturas son representados totalmente nivelados, con gran predominio de la visión del arte de forma plana.
Una de las disciplinas que supo adaptarse dentro del arte religioso es la arquitectura, lo cual es evidente gracias a las miles de edificaciones orientadas al culto sagrado que se encuentran en todo el mundo.
Entre los aspectos más representativos de las obras arquitectónicas del arte sacro, podemos mencionar:
Entre la infinidad de edificios concebidos dentro del arte religioso, son ampliamente reconocidos y admirados los siguientes:
Es el referente por excelencia de la arquitectura bizantina. Inaugurada en 537, fue la catedral ortodoxa de Constantinopla hasta 1453, compuesta de una monumental cúpula y diseñada por Isidoro de Mileto y Antemio de Tralles.
El arte gótico tiene su principal exponente en la catedral parisina, diseñada por Jean y Pierre de Chelles, Jean Ravy, Raymond Du Temple y Pierre de Montreuil. Fue inaugurada en 1345, sufriendo constantes remodelaciones con el tiempo.
Producto del Renacimiento italiano, fue concebida esta iglesia por Arnolfo di Cambio, erigida en 1418. Para 1471 se agregó su famosa cúpula, de la mano de Filippo Brunelleschi.
Otra de las áreas donde el arte cristiano marcó una enorme diferencia es, sin dudas, la pintura, la cual ha legados maravillosas creaciones pictóricas originadas en los diferentes períodos del arte sacro.
La pintura religiosa tiene aspectos particulares que permiten ubicarla dentro de este estilo, entre los cuales se encuentran:
A continuación, nombramos las pinturas más aclamadas dentro del arte religioso.
Esta obra del genio italiano es, prácticamente, el fondo religioso de cualquier imagen alusiva a este tema. Es un mural al temple pintado entre 1495 y 1498 para decorar el convento de Santa María delle Grazie, ubicado en Milán, mostrando los últimos momentos de Jesús con sus apóstoles.
Ampliamente famoso por decorar la bóveda de la Capilla Sixtina, fue pintado en 1511 por Buonarroti para representar el episodio bíblico que menciona la creación del primer hombre.
Otra de las pinturas religiosas católicas más reconocidas en el mundo, es la que representa a Jesús portando la corona de espinas previo a su crucifixión, cuadro pintado por el Guido en 1639.
Numerosas tallas y estatuas fueron ideadas para profundizar el culto hacia lo divino y sagrado. En diversos materiales, es frecuente ver en las iglesias destacadas esculturas de santos que forman parte del patrimonio de los templos.
Tenemos como características de la escultura religiosa las siguientes:
De las más famosas esculturas religiosas, vale la pena nombrar:
Esta maravillosa obra de Giovanni Strazza muestra el rostro de la virgen cubierto con un velo transparente que, curiosa y excepcionalmente, fue tallado en el mismo bloque de mármol en el que se originó toda la pieza, siendo todo un espectáculo por los minuciosos detalles agregados por el artista.
Obra de Miguel Ángel erigida en 1499 sobre mármol, la fascinante escultura que se encuentra en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, muestra a la virgen María sosteniendo en sus brazos a Jesús ya muerto.
Esta pieza de Donatello fue un importante hito artístico, por ser la primera obra tallada en bronce y por mostrar el primer desnudo desde la Antigüedad clásica. Encargada en su momento por Cosme de Médici, integrante de la notable familia florentina, representa a David, el mismo que, según la Biblia, enfrentó y dio muerte al gigante Goliat.
Puede que hayas visto entre los objetos antiguos de tu familia una muestra de arte religioso en punto de cruz, y esto se debe a que fue una de las temáticas aplicadas en el bordado de otrora. Y es que, a pesar de estar viviendo nuevos tiempos, en los que se ha dado apertura a variadas creencias, el arte sacro sigue siendo referente dentro de las manifestaciones creativas, apreciándose no solo en templos, museos y galerías que aguardan nutridas colecciones de pinturas cristianas e imágenes de esculturas religiosas, sino también en una simple pared de cualquier hogar que profesa la fe católica, por lo que, sin importar el contexto histórico, religión y arte siempre irán de la mano.