En la historia, Europa ha sido la cuna de corrientes artísticas que han trascendido en todo el mundo, siendo el arte renacentista el movimiento más notables del siglo XV del continente. Y es que el también denominado arte del Quattrocento y Cinquecento, surgido en Italia y extendido hacia otros países europeos, dejó un enorme legado en la pintura, arquitectura y escultura en general, y ni hablar de los reconocidos artistas renacentistas que se caracterizaron por sus múltiples facetas en las mencionadas disciplinas, llegando a ser considerados pioneros dentro del mundo artístico. Dedicamos este artículo para hablar sobre todo lo referente a este afamado colectivo, mostrando a su vez las más importantes obras renacentistas que hoy podemos admirar.
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Antes de saber qué cambios hubo en el arte con la llegada del Renacimiento, es preciso profundizar en definir de qué se trató este movimiento, cuáles disciplinas se vieron involucradas en él y qué principios fueron abordados dentro de esta corriente artística. Presta mucha atención a la siguiente información:
El Renacimiento fue un movimiento artístico, literario y científico que surgió en Europa, con especial énfasis en la Italia, Francia y España del siglo XV; durante este período surgió un arte enfocado en las ideas y estudios de la antigüedad clásica grecolatina, aspecto que se manifiesta en las diversas obras que en la actualidad siguen deleitando a todo el mundo, donde el impacto del estilo renacentista en arquitectura, escultura y pintura se expresa en reconocidas creaciones que son apreciadas y visitadas por millones de personas en el mundo.
La finalidad principal del Renacimiento, que se convirtió en su principio destacado, fue la del renacer de la Antigüedad clásica, en una manera de alejarse de los patrones artísticos que venían manifestándose desde la época medieval, catalogada por los artistas renacentistas como un estilo pagano y bárbaro.
El renacentista fue ampliamente reconocido en la pintura, escultura y arquitectura del siglo XV y XVI, teniendo también impacto dentro de la literatura de dicha era.
Surgió en la ciudad de Florencia a partir a finales del siglo XIV, a partir del mecenazgo practicado por las ricas y notables familias de la localidad con el fin de enriquecer la nueva perspectiva artística, orientada más que todo hacia una noción liberal, rompiendo con los esquemas tradicionales arrastrados desde el Medioevo, coincidiendo con el impacto comercial que fue próspero en la región y que permitió el origen de una nueva clase social interesada en dar aportes al arte y a la cultura.
Para poner en marcha este nuevo movimiento interdisciplinario, familias como los Médici, Pazzi, Rucelli y Tornabuoni, patrocinaron la carrera de artistas que fueron elevados a figuras de renombre, donde se exigía a los creadores un amplio conocimiento a nivel científico, rasgo que vendría a dar origen a lo polifacético del artista de aquella época.
Los estudios del arquitecto del imperio romano Marco Vitruvio significaron un redescubrimiento dentro del Renacimiento, tomando aspectos de su trabajo para redirigirlos al innovador movimiento, que tuvo un inminente desarrollo en las zonas más prósperas de Italia durante el siglo XV o Quattrocento.
Fue el período del Alto Renacimiento que, durante todo el siglo XVI, influenciaría en gran medida al arte italiano y al europeo, que en dicha época, todavía mostraba características góticas. Por lo tardía de la entrada del arte renacentista en todo el continente, el movimiento se dio a la tarea de exportar a artistas italianos a Europa para expandir este estilo en toda la región, lo que significó el precedente directo de la Edad Moderna.
En las siguientes líneas, describiremos todo aspecto que nos ayude a saber qué caracteriza al arte y a las ideas del Renacimiento y, por otra parte, a reconocer qué artista no es renacentista al no cumplir los parámetros creativos que nombraremos en breve.
Como ya se ha mencionado anteriormente, los artistas del Renacimiento tomaron como referente los estudios de la Antigüedad, específicamente, los provenientes de la civilización griega y romana, considerando e imitando rasgos en el estilo y técnica, a fin de afianzar la importancia de la perfección y la belleza, aspectos tan elogiados en estos pueblos.
El Renacimiento fue, indudablemente, un destacado movimiento artístico interdisciplinario que dio paso a una importante oleada de artistas que se mantenían creando de forma anónima hasta ese entonces, todo ello gracias a que éstos tenían extensos conocimientos científicos que fueron tomados en cuenta para la concepción de las diversas obras renacentistas, por lo que se notó un interesante cambio en la perspectiva del arte dentro de la cultura europea, principalmente en la italiana.
De hecho, fue tanta la trascendencia del arte renacentista como movimiento cultural, que en el Cinquecento se llevó a cabo la exportación de artistas italianos hacia otras regiones europeas.
Ya que el Renacimiento tuvo a la ciencia como el principal fundamento, se va a considerar a la naturaleza desde una noción más racional e idealista, hecho que lo hace distinguirse de la época clásica, donde aspectos como la belleza y la perfección eran los principios subjetivos y espirituales de las obras de su momento.
El arte en esta época se dirige hacia un público exclusivo, sobre todo aquel con elevado estatus económico y social, el cual le permite acceder y patrocinar por medio del mecenazgo, práctica que impulsó la carrera de los artistas de este período para afianzar un refinamiento a nivel intelectual en toda su expresión. Así, reyes, príncipes, nobles y otras figuras de la aristocracia, invirtieron gran parte de sus riquezas a la construcción de monumentos y a la creación de fascinantes obras de arte.
En pocas palabras, el arte renacentista es símbolo de una época en la que la prosperidad y la riqueza caracterizaron a las regiones donde se desarrolló este movimiento.
Contrario a lo que se venía implementando en corrientes antecesoras, donde Dios era el núcleo de toda creación artística, las obras renacentistas, si bien toman elementos religiosos y divinos, expresan en gran medida al ser humano como eje principal de dicho estilo.
Este rasgo coincide con la decadencia que sufría la Iglesia en ese entonces, ante la idea de que la razón preponderaba por encima de toda creencia o dogma religioso.
Aquí presentaremos los más reconocidos artistas del Quattrocento y Cinquecento, cuyas obras siguen siendo dignas de admiración por la crítica especializada y el público en general.
Da Vinci es, quizás, uno de los más famosos artistas del Renacimiento italiano. El también inventor y científico florentino fue de los pintores de la época del Renacimiento más destacados, siendo impulsor de la escuela de Florencia donde, además, tuvo influencia en la técnica pictórica, escultura y arquitectura de aquel entonces.
Ampliamente reconocidas son sus siguientes obras, las cuales forman parte importante dentro de las pinturas del siglo XV:
Otro pintor del Renacimiento italiano fue Miguel Ángel, quien además fue un reconocido escultor, arquitecto y poeta. Originario de la Toscana, fue uno de los artistas más solicitados por las notables familias de la época, debido a su técnica y estilo tan particular que fueron fuente de inspiración para movimientos artísticos posteriores. Por esto, Miguel Ángel y su obra no pueden faltar entre las imágenes renacentistas.
De su extensa obra artística, podemos mencionar:
Natural de la capital de Urbino, las principales aportaciones de Rafael Sanzio en el mundo creativo lo hacen otro de los célebres artistas de la pintura y arquitectura renacentista, al igual que hizo investigaciones dentro del campo de la arqueología. Así, no es de extrañar que Rafael y sus creaciones hagan presencia en las imágenes de Renacimiento italiano. Es importante destacar que fue un aclamado autor de pinturas renacentistas de ángeles, como bien puede verse en su cuadro Madonna Sixtina, cuyos querubines hoy forman parte de la cultura popular, siendo replicados en diversas piezas.
Entre su nutrido repertorio de obras, vale la pena nombrar:
Donato di Betto Bardi fue un escultor italiano que hizo del cuerpo renacentista toda una obra de arte, con estatuas llenas de realismo y con pronunciados rasgos, inspiradas sobre todo en la Antigüedad griega, tal y como venía apuntándose dentro del arte del Quattrocento.
Sus esculturas David, Gattamelata y el púlpito exterior de la catedral de Prato, son las obras de arte más notables de Donatello, infaltables en collage del Renacimiento alguno.
Brunelleschi fue otro artista polifacético italiano, relevante más que todo dentro del campo de la arquitectura, escultura y pintura del arte renacentista. Frecuentemente solicitado por las poderosas familias florentinas, la obra de este célebre autor se encuentra desplegada por dicha localidad y otras cercanas, siendo parte del paisaje de la región.
Reconocida es la cúpula que realizó para la refacción de la Catedral de Santa María del Fiore, la cual sobresale en cualquier foto renacentista que se toma en Florencia.
Para mostrar gráficamente el impacto de este destacado movimiento artístico europeo, es momento de detallar algunas de las obras renacentistas más aclamadas tanto en su tiempo como en la actualidad, presentes dentro de la pintura, escultura y arquitectura.
Las pinturas del Renacimiento son algunas de las obras más notables y admiradas de esta época artística, donde se hacen notar todas las características anteriormente mencionadas, aplicadas en esta disciplina. De este período, resaltan los siguientes cuadros:
Esta obra de Miguel Ángel fue pintada en 1511 para formar parte del conjunto de frescos que decoran la bóveda de la Capilla Sixtina, con el fin de relatar la creación divina del primer hombre en la Tierra.
Uno de los cuadros que cumple todas las características del Renacimiento en pintura es esta reconocida obra de Leonardo da Vinci, un mural elaborado al temple que fue creado entre 1495 y 1498 como parte de la decoración del convento milanés de Santa María delle Grazie, representando la última reunión del Hijo de Dios con sus apóstoles.
Otra de las pinturas de Miguel Ángel que decoran la Capilla Sixtina, donde el artista italiano toma como protagonista a un Jesús representado de una forma distinta a la habitual hasta ese entonces, ya que se ve al hijo de Dios con una actitud molesta y justiciera.
Entre las principales aportaciones de Rafael Sanzio en la pintura se encuentra este hermoso mural, creado por el artista entre 1510 y 1511 para representar a los principales exponentes de la filosofía griega, específicamente, los representantes de la escuela que da título al cuadro, que hoy es parte de la colección del Palacio Apostólico ubicado en El Vaticano.
Es uno de los más reconocidos dibujos del Renacimiento, realizado por Leonardo da Vinci. Aunque las obras renacentistas se orientaron principalmente a la decoración, en esta oportunidad, esta pieza de 1492 demuestra los estudios científicos y anatómicos del genio florentino. Hoy es resguardado en la galería de la Academia de Venecia.
La creación de piezas escultóricas como ornamento de templos, tumbas, plazas y otros espacios, fue una constante dentro del arte renacentista del Quattocento y el Cinquecento, como bien se puede observar a continuación:
Escultura de Miguel Ángel esculpida en 1499 a partir de mármol, resguardada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, donde se representa a la virgen María con su hijo Jesús yaciendo en sus brazos.
Esta obra de Donatello fue la primera pieza escultórica elaborada en bronce, al igual que es pionera por representar un desnudo desde la época clásica. Como parte de un encargo hecho por Cosme de Médici al artista, la estatua es la representación del hombre que enfrentó a Goliat según la Biblia.
Ubicada en Siena (Italia), es una fuente monumental urbana creada en 1414 por el escultor Jacopo della Quercia, siendo parte de la hoy Piazza del Campo. Muestra representaciones tanto de pasajes bíblicos como de la mitología romana.
Cerramos este listado de obras renacentistas con la huella que dejó este estilo dentro del mundo arquitectónico, con maravillosos monumentos que, sin dudas, forman parte del patrimonio mundial.
Como parte de las remodelaciones hechas sobre este grandioso templo, originalmente erigido por Arnolfo di Cambio en 1418, en la primera etapa del Renacimiento italiano, las ricas y notables familias florentinas patrocinaron la refacción, donde destacó la participación del arquitecto Filippo Brunelleschi, que agregó la famosa cúpula que sobresale en el paisaje del lugar.
Producto del Alto Renacimiento italiano, etapa artística también llamada Cinquecento, se construyó esta monumental iglesia de la mano del arquitecto romano Donato d’Angelo Bramante, templo terminado en 1506 y que hoy es el principal atractivo religioso y turístico de la ciudad de El Vaticano.
El arte renacentista marcó un antes y un después dentro del ámbito creativo europeo, el cual pasó obras exclusivamente orientadas a la época medieval a transformarse en piezas influenciadas por el estudio de la Antigüedad. En el presente, gran parte de las obras renacentistas conforman el paisaje urbanístico y artístico de entornos religiosos, ya que dicho movimiento se orientó, más que todo, a crear piezas dedicadas a decorar importantes templos y monumentos de este tipo. Alguna que otra pintura de ángeles del Renacimiento y otros elementos de la época son referentes de la cultura popular actual, lo que demuestra la trascendencia de este estilo en el tiempo, a pesar de haber surgido hace seis siglos.