Más allá de su carácter estético, el arte rupestre refleja la forma más efectiva de comunicación entre los pueblos prehistóricos, en una era donde la escritura aún no se había inventado y el uso del papel, la tela y otras superficies que se emplean para pintar no tenían cabida en esa época. Y es que las pinturas hechas en las paredes de cavernas y sobre rocas es lo más característico de la etapa primigenia de la presencia del hombre sobre la Tierra, y tal es su relevancia que disciplinas como la antropología y la historia del arte se han dado a la tarea de analizar los dibujos rupestres para conocer más sobre estas tribus, las cuales son el antecedente directo de lo que hoy conocemos como sociedad. Todo lo que tienes que saber sobre un dibujo o mural rupestre lo hallarás aquí.
Épocas del arte:
Movimientos, características y ejemplos de obras de todos los periodos de la historia del arte
Lo primero que hay que saber sobre este tema es en qué consiste el arte rupestre y la importancia de esta manifestación creativa dentro de la cultura, ya que, hoy en día, las primeras pinturas rupestres y otras obras creadas en ese tiempo son consideradas la expresión originaria que dio inicio a la evolución histórica del arte como lo conocemos en la actualidad.
Se le denomina arte rupestre al conjunto de pinturas, grabados y esculturas que, de acuerdo a hallazgos en cuevas antiguas y su análisis por parte de especialistas, datan de la época prehistórica. La pintura prehistórica se considera entre las primeras manifestaciones culturales humanas y, a diferencia de otras creaciones de ese período, son las pinturas de la Prehistoria la que mayor conservación ha tenido en el tiempo, a pesar de que han pasado miles y miles de años desde su concepción.
Los estudios de campo en cuevas con arte rupestre hechos por años han revelado las costumbres, pensamientos, creencias, emociones y otros aspectos tan presentes dentro del humano primitivo, hecho que guarda la atención porque no se diferencia mucho de la noción que tiene el hombre actual en lo que respecta a su intervención en el arte.
Asimismo, en un mural rupestre se puede ver la capacidad intelectual que tenían los hombres de ese tiempo y la forma en cómo representaban la realidad en la que se encontraban inmersos, todo ello rodeado de una carga mágico-religiosa y de la cotidianidad de los grupos humanos de esa época, como bien se pueden observar en diversas imágenes de arte rupestre que representan figuras y animales en pinturas alusivas a la caza, pero también reflejan, a través de escenas, como vivían los seres primitivos en su contexto.
Vale acotar que, aunque se catalogue como un arte, su trascendencia no reside en su aspecto estético, como la mayoría de creaciones modernas o contemporáneas, sino que fueron fundamentales en su tiempo por las habilidades que mostraron los humanos prehistóricos al tomar diversos materiales provenientes de la naturaleza y usarlos como elementos para sus obras, a fin de comunicarse e identificarse entre tribus.
Por otra parte, las cuevas con pinturas rupestres que se encuentran en un difícil acceso han hecho creer a los especialistas que estas obras eran parte de ofrendas o rituales ofrecidos a las deidades para atraer la buena fortuna en aspectos como la caza, la fertilidad, el comportamiento de la naturaleza y otros ámbitos.
Al observar imágenes de figuras rupestres de diferentes épocas, se hace notable la evolución y desarrollo que tuvo este tipo de arte a lo largo de la Prehistoria. Mucho se ha hablado sobre el origen del arte rupestre, y aunque no se tenga una fecha exacta del comienzo de la producción de obras de este tipo, la pintura rupestre más antigua cuenta con más de 45.500 años, y fue hallada en una cueva en Indonesia, y se trata de la figura de un cerdo verrugoso que da una clara muestra de cómo son los animales de las pinturas de esta etapa artística.
Sin embargo, se han hallado vestigios aún más antiguos de piezas de tallas y esculturas, como es el caso del ocre tallado y grabado que se encontró en una cueva en Sudáfrica, el cual data de más de 70.000 años, además de ubicarse en este recinto de Ciudad del Cabo un equipo de pintura completo que se estima tenga más de 100.000 años de existencia.
Como los ejemplos ya mencionados, se han hecho hallazgos en prácticamente todos los continentes, con piezas escultóricas, grabados y representaciones pictóricas que muestran todas las características de la pintura rupestre manifestadas por las comunidades primitivas que alguna vez se asentaron en los lugares donde se localizaron estas obras.
Dicho esto, es momento de hacer un repaso por cuatro de los periodos históricos que el arte ha determinado para diferenciar las distintas etapas evolutivas del arte rupestre, con una periodización aproximada que concuerda con los estudios hechos en los diversos yacimientos arqueológicos que contienen muestras de imágenes rupestres.
Si buscas cómo hacer una pintura rupestre en una hoja para niños, puede que encuentres inspiración en las obras artísticas de este periodo histórico donde, gracias a los análisis y mediciones de carbono-14, isótopo radiactivo presente en la atmósfera y que cumple una transformación cíclica con el paso del tiempo, se ha determinado la antigüedad de algunas de las creaciones propias del arte rupestre.
En el Paleolítico, las pinturas rupestres más antiguas representan animales salvajes como mamuts, ciervos, renos, bisontes y caballos, muchas veces mostrados con heridas provenientes de la actividad de la caza, con armas como lanzas o flechas. Gran parte de estas obras son dibujos prefigurativos, unas veces abstractos y otras veces hechos con sumo detalle.
Seguro has visto imágenes de pinturas rupestres halladas en España y Francia, pues ellas datan de este periodo, el cual se ha considerado una transición entre el Paleolítico y el Neolítico.
Las pinturas de las cuevas de Lascaux y Altamira son las mejores conservadas hasta el presente, siendo la caverna ibérica la primera en ser catalogada y reconocida como contentiva de arte prehistórico, con alrededor de 150 pinturas distribuidas en techo y muros. Aunque se siguen representando animales salvajes, se agrega el relieve para dar más realismo a la obra, jugando en gran medida con la superficie rocosa propia de un mural rupestre para dar más detalle a las piezas.
De este periodo también se hallaron creaciones más dinámicas en el arco mediterráneo de la Península Ibérica, con representaciones escénicas de cacería con arco y flecha en áreas menos profundas de las cuevas y exteriores, diseñadas con la ayuda de plumas de ave. Algunos especialistas ha llamado a este conjunto de obras como arte levantino.
En esta etapa, es posible ver imágenes de una pintura rupestre con huellas de manos, figuras humanas y otras representaciones que se incorporan a las más antiguas que se han nombrado. De hecho, en algunas cuevas puede notarse la superposición entre pinturas primitivas y más recientes, mostrando en muchas ocasiones ídolos y figuras relacionados con ritos mágico-religiosos.
En este periodo de datación artística se pueden ver imágenes de la pintura rupestre que muestran elementos de símbolos y trazos sencillos, muy característicos dentro de la protoescritura o escritura primitiva. A diferencia de las etapas antecesoras, se nota una simplificación del estilo, con imágenes figurativas que rinden homenaje a ídolos religiosos o poderosos, como gobernantes y monarcas, sin dejar de lado la inspiración que se venía desarrollando desde los inicios del arte prehistórico al representar animales salvajes.
Como toda manifestación creativa, la escultura, grabado o mural rupestre no ha quedado exento de presentar rasgos característicos que han permitido diferenciar esta época histórico-artística de las posteriores. Entre estos aspectos se encuentra:
Como ya se ha hecho mención, la gran mayoría de las piezas del arte rupestre reflejan las creencias mágico-religiosas y la noción de la vida cotidiana de los pueblos de aquel entonces, siendo atractivas por la capacidad que tenía el hombre de ese tiempo para representar el contexto real que lo rodeaba.
En todo el arte rupestre se encuentra presente la evolución de la humanidad en cuanto al uso de los materiales se refiere. Todos de origen natural, fueron empleados por todos los seres humanos prehistóricos de manera similar, a pesar de que se encontraban distribuidos de forma lejana y que, aparentemente, no compartían comunicación alguna por dicha distancia. En el caso de la pintura, se obtuvieron pigmentos a partir de óxidos, carbón vegetal, arcilla, hematita, heces, sangre y otros fluidos corporales, untados ya sea con piedras o con los propios dedos.
La paleta de colores característica de arte rupestre va desde los amarillos, marrones, negros y rojos, ya que esos eran los colores que podían obtenerse luego del proceso de oxidación de minerales. Esto es más que evidente en alguna que otra imagen de una pintura rupestre, sea cual sea la figura representada.
El arte rupestre es la muestra fehaciente de cómo se comportaban los hombres primitivos, cuál era la noción de realidad que éstos tenían y cómo era manifestado este aspecto a través de las figuras plasmadas en muros y rocas, sea de forma abstracta o detallista. Todos los tipos de pinturas rupestres que se conocen hasta ahora son un buen ejemplo de ello.
Aunque se halla descrito principalmente el mural rupestre, lo cierto es que existen al menos tres tipos de arte rupestre o prehistórico, los cuales son:
En resumen, se trata de la aplicación de diversos pigmentos sobre una superficie rocosa, ya sea piedras como tal o a gran escala como los muros y techos de cavernas y cuevas. La misma se llevó a cabo por medio de pintura dactilar, con instrumentos que hacían las veces de pincel o, simplemente, con técnicas simples como el escupido o soplado de los tintes.
Otra manifestación del arte rupestre es la relacionada con el grabado de rocas a partir de materiales con dureza superior, elaborados en forma de puntero para ser utilizados como cincel y con otras rocas que hacían veces de martillo, o con las técnicas del rayado o abrasión. Son grabados superficiales que muestran figuras geométricas, antropomórficas, puntos y otros trazos.
Se trató, en un primer momento, de la talla hecha en una superficie rocosa de gran tamaño cincelada para obtener una forma determinada. Su desarrollo permitió que fueran incorporándose a este tipo de arte el moldeado tanto de materiales blandos como arcilla o de otros de gran dureza como los metales.
Prácticamente todo el mundo tiene muestras de arte rupestre, y aunque se exceptúa el continente de Oceanía, lo cierto es que los poblados aborígenes de Australia dejaron manifestaciones artísticas bastante parecidas a las halladas en el arte prehistórico. No te pierdas este listado de los más famosos ejemplos del arte rupestre a nivel mundial:
Son, por excelencia, las más famosas muestras de pintura rupestre mundial. En una cueva cercana a Santillana del Mar (Cantabria), se dio un inusual hallazgo por parte de un hombre y su pequeña hija, quienes en 1879 descubrieron en la primitiva estructura, específicamente en su techo, un espectacular conjunto de pinturas.
Hasta hoy se han contabilizado en Altamira más de 150 representaciones pictóricas de tipo rupestre, las cuales son la forma primigenia de lo que hoy se conoce como arte mural.
En las pampas de Jumana, ubicadas al sur del Perú, se halla un conjunto monumental de arte rupestre, el cual contiene los misteriosos geoglifos cuya creación ha sido adjudicada a la cultura precolombina nazca, con habitantes que se dieron a la tarea de dar forma a grandes porciones de tierra como si se tratara de una talla en piedra, creando en ella diferentes figuras que hoy en día son enigma total para antropólogos y otros especialistas que estudian la zona.
Estas obras son de tal magnitud que pueden verse incluso desde el espacio, y el hecho de que se conserven en el exterior sin que prácticamente sufra efecto alguno de la erosión, despierta la curiosidad de todos.
Como ejemplo de escultura rupestre se muestra esta escultura que data del Paleolítico, hallada en un yacimiento arqueológico en Willendorf, en la actual Austria. La estatuilla tallada en caliza fue encontrada en 1908 por el trabajador local Johann Veran en una de las excavaciones de la estación arqueológica, y simboliza una deidad femenina muy homenajeada en los ritos de fecundidad y fertilidad. Hoy la pieza se encuentra en resguardo del Museo de Historia Natural de Viena, siendo admirada por cientos de visitantes que acuden al recinto cada año.
En un profundo cañón del río Pinturas, ubicado en plena región de la Patagonia, se encuentra esta cueva de difícil acceso, que consta de 20 metros de profundidad que muestra magníficas pinturas rupestres realizadas a partir de impresiones en positivo de manos, lo cual da nombre al monumento. Aunque también se han encontrado muchas otras más muestras de arte rupestre que son un importante referente del estilo de vida de los pueblos sudamericanos cazadores-recolectores, lo cierto es que las huellas son todo un espectáculo para el turista que visita el lugar.
En esta oportunidad, se muestra un importante ejemplo de arte rupestre al aire libre, como lo son los grabados en piedra que se encuentran en Vila Nova de Foz Côa, al noreste del territorio luso, el cual consta de miles de figuras animales, humanas y abstractas que datan del Paleolítico.
Específicamente, los grabados representan a cápridos, caballos y bóvidos, creados en rocas verticales. Hoy se encuentran protegidas en un sitio al aire libre que acoge cada año a miles de visitantes que acuden a él para apreciar estas espectaculares obras.
Como se ha detallado, un mural rupestre no cumplía las mismas funciones estéticas que pueden tener los murales actuales, sino que era una manifestación creativa rodeada de enorme simbolismo, sobre todo dentro de las costumbres del hombre primitivo, tan centrado en su cosmovisión. El arte rupestre desplegado en todo el mundo, ha permitido conocer cómo vivían estos seres primitivos a través de las escenas pictóricas, petroglifos y esculturas creadas en ese contexto histórico, lo cual deja ver cuán avanzadas estaban las civilizaciones primigenias.